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800 estudiantes de la Universidad Central del Ecuador exigen prórroga para el pago de aranceles 

 

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2

Publicado el 13 diciembre de 2022

 

Estudiantes de la Universidad Central del Ecuador piden a las autoridades universitarias la extensión del plazo para el pago de aranceles. Aseguran que son más de 800, los y las estudiantes que tienen problemas y no han podido realizar sus pagos. Por lo tanto, demandan al Honorable Consejo Universitario, que se les entreguen nuevas órdenes de pago con plazos “coherentes” para que los y las estudiantes no tengan problemas administrativos ni académicos durante este periodo. 

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En la Universidad Central del Ecuador, las matrículas ordinarias se desarrollaron entre el 24 hasta el 29 de octubre de 2022; mientras que, las extraordinarias fueron del 31 de octubre hasta el 02 de noviembre y las matrículas especiales del 13 al 17 de noviembre. Las clases iniciaron el 7 de noviembre pasado. Según Martín Sebastián Rosero Cagua, estudiante de la Universidad Central y parte de la Asamblea Estudiantil que se generó por el tema del pago de aranceles, dice que el problema empieza desde que el Honorable Consejo Universitario, HCU, en una reunión, mocionó que el pago de los aranceles sea hasta el 19 de noviembre, fecha que era además, improrrogable. 

El Estatuto de la Universidad Central destaca que entre las atribuciones que tiene la institución de educación superior está el establecer aranceles de conformidad con la ley. Asimismo, el artículo 96 del mismo cuerpo normativo, establece que la gratuidad se mantiene siempre que un estudiante registre el número de horas superior al 60% del total de las horas del respectivo periodo académico, no haya perdido de forma parcial o total el beneficio y curse una primera carrera de grado. En caso de que un o una estudiante registre menos del 60% de horas del periodo académico, curse una segunda carrera o pierda la gratuidad de forma parcial o total, deberá cancelar los aranceles aprobados por la Universidad. 

Sin embargo, Rosero destaca que no se realizó una apropiada difusión de la información en la comunidad universitaria con respecto a que la fecha de pago de los aranceles era improrrogable. Esta situación, dice, representó un problema, pues muchos estudiantes no pudieron realizar el pago hasta la fecha establecida. La mayoría de ellos no contaban con el dinero para cubrir estos valores, ya que sus familias aún no recibían los sueldos mensuales, mientras que los y las estudiantes que trabajan, tampoco habían recibido sus pagos para esa fecha, lo que eso les impidió hacer la cancelación de los aranceles. 

A todo esto se suma que algunos de los y las estudiantes tienen trabajos informales  y la cantidad de dinero que les ingresa no les permite cubrir el pago total de los aranceles. Dada esta situación, el Honorable Consejo Universitario realizó otra reunión pero se mantuvo la decisión de no prorrogar la fecha de pagos, bajo el argumento de que: “los estudiantes se acostumbran  a pagar al final”, dice Rosero.

Los valores a cancelar van desde los 50 hasta los 200 dólares. Los precios varían dependiendo la pérdida de gratuidad que tengan o la cantidad de materias pérdidas que cada uno enfrentan. 

En total, un poco más de 800 estudiantes no han podido realizar el pago de sus aranceles. Según Rosero, en caso de que no se genere una nueva orden de cobro, lo que sucederá es que muchos tendrán que hacer un reingreso en el periodo siguiente y “perderán la oportunidad de estudiar este semestre. Ese es un problema no solo por el tiempo, sino porque hay compañeros y compañeras que tienen mallas no vigentes y que si este semestre no logran y pueden desarrollar sus matriculas, su malla va a ser homologada con la nueva y tendrán que bajar a primero o segundo semestre después de los cuatro años que ya han desarrollado en su vida universitaria. Pensamos que eso generará un caos a nivel administrativo en algunas facultades”. 

En consecuencia, lo que piden los y las estudiantes es que se generen nuevas órdenes de pago “con plazos coherentes para que las y los compañeros puedan pagar y no se queden sin estudiar”, señala Rosero. El 24 de noviembre de manera formal pidieron al rector de la Universidad, Fernando Sempértegui, quien también es el presidente del Consejo Universitario, que exponga en reunión del HCU la petición de la nueva orden de pago; sin embargo, la petición no fue considerada. 

Tras esa situación, “se nos hizo bastante fuerte que el HCU nos haya dicho que no”, añade Sebastián Rosero, por eso, crearon la Asamblea Estudiantil para generar acciones frente a la situación y exigirles a las autoridades que “sean más coherentes con respecto a la situaciones que les habíamos planteado”. Entre las acciones que han desarrollado como Asamblea, están el realizar comisiones que se encarguen de desarrollar los documentos administrativos para movilizaciones y propagandas. Asimismo, han realizado plantones para demandar a las autoridades soluciones frente a la problemática porque “no es posible que a muchos de mis compañeros se les niegue la educación porque no pudieron pagar”. 

Debido a la presión que han ejercido los y las estudiantes, lograron conversar con el vicerrectorado académico, financiero y con Bienestar Estudiantil para presentar sus argumentos del por qué no lograron hacer los pagos de los aranceles. Según Rosero, desde vicerrectorado financiero se aceptaron los argumentos expuestos y recomendaron realizar una reconsideración por parte del Dr. Fernando Sempértegui. 

Por tales motivos, el 13 de diciembre de 2022, los y las estudiantes afectadas entregaron un documento de reconsideración al HCU buscando que se habiliten nuevas órdenes de cobro desde el 23 hasta el 29 de diciembre para evitar que los y las estudiantes tengan problemas administrativos o académicos con respecto al registro de notas.