Por: Emilia Palacios @EmiliaPalaciosM
Las y los estudiantes de la Universidad Central del Ecuador podrán estudiar el kichwa, como idioma opcional, previo a la obtención de su grado académico. Esta decisión la tomó el Honorable Consejo Universitario, HCU, el pasado 07 de septiembre, luego de aprobar el informe de la Comisión Académica Permanente donde se solicitaba que el HCU, analice la petición hecha por del Msc. Edison Santiago Sanguña, director del Instituto Académico de Idiomas.
Esta petición solicitaba que el aprendizaje del idioma kichwa sea considerado como una materia oficial dentro de las mallas curriculares de la Universidad. Para Amaru Chimba, profesor de la UCE, este logro se da luego de un proceso de lucha de cinco años de profesores y estudiantes que ven a este pedido como un paso para una educación intercultural. Anteriormente, el idioma kichwa solo se lo aprendía a través de cursos abiertos, brindados por el Instituto Académico de Idiomas.
Este pedido, también nace de las y los jóvenes según Chimba, y se da al reconocer que, para el trabajo en comunidad, territorio y la revitalización de los saberes locales y ancestrales, se necesita conocer el idioma, la cosmovisión y la cultura. “El idioma no solo es la parte lingüística y gramatical, también conlleva a la cultura, los saberes ancestrales y la ritualidad de los pueblos y nacionalidades” explica el profesor. Con esta aprobación, Chimba menciona que se tiene también la posibilidad de brindar carreras de docencia intercultural bilingüe y por fin, poner en la práctica la interculturalidad que ha sido utilizada como discurso en la política.
La Constitución del Ecuador en su artículo 2, reafirma al kichwa y shuar como idiomas oficiales del país junto con el idioma español. Este articulado implica, además, una relación intercultural donde se respete y estimule la conservación y el uso de estos idiomas. Así mismo, en el art 345 se especifica como responsabilidad del Estado, asegurar la inclusión de al menos una lengua ancestral, en los currículos de estudio; sin embargo, aún son pocos los espacios donde se ha incluido este idioma.
Así como la Constitución ecuatoriana, tratados internacionales como el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales de las Naciones Unidas, enfatizan en la importancia de mantener y promover las lenguas e idiomas ancestrales. La Ley Orgánica de Educación Intercultural, más conocida como LOEI, establece el deber de seguir fomentado los saberes y conocimiento de los pueblos ancestrales, así como la promoción de un sistema de educación intercultural en el país. Inclusive, según Chimba, en el reglamento de la Universidad Central del Ecuador se establece como objetivo “fomentar y fortalecer los saberes ancestrales desde todos los espacios”.
Verónica Yuquilema, abogada kichwa puruhá, entiende este proceso como un paso para la construcción, no solamente de un Estado intercultural, sino plurinacional que implica el reconocimiento de los pueblos originarios y el desarrollo de otras formas epistemológicas y filosóficas. “Es dar un impulso dentro de la educación superior para que la lengua kichwa retome este lugar que siempre debió tener” menciona Yuquilema y, explica que los otros centros de educación deberían implementar esta acción. Así mismo, enfatiza en el reconocimiento que se debe dar a la lucha de los profesores y del estudiantado kichwa hablante, quienes estuvieron detrás del proceso.
Para Chimba y Yuquilema, este es un logro que abre las puertas para la incidencia en la creación de políticas públicas que garanticen el libre fomento y apoyo de la transmisión y reafirmación de las diferentes culturas que se encuentran en el país. El papel que debe tener el Estado, de acuerdo a la abogada, es justamente enfocarse en la creación de estas políticas que lleven a la asignación de recursos; con el objetivo de impulsar, de forma real y concreta, todos los aspectos que conlleva el desarrollo de una filosofía, cosmovisión y cultura.
Enfatiza en que se debe brindar los mismos recursos, espacios y tiempos que se la da otros idiomas como el inglés, ya que esto asegura, reafirmaría la interculturalidad con la que se describe al país en la constitución, pero que no se ha visto plasmada en las acciones del Estado. “No solamente somos piezas de museos que estamos ir para adornar, sino que estamos aquí reafirmándonos con lo que somos y con lo que tenemos” explica Verónica Yuquilema.