NOTICIAS

Comunidades waorani en protestas por contaminación de la compañía Repsol y el ingreso inconsulto de Petroecuador

 

 

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2

Publicado 03 de enero de 2023

Fotografía de Iván Izurieta @IvanIzurietaEK

 

La comunidad Waorani de Dikaro, en el cantón Aguarico, provincia de Orellana lleva más de ocho días en protestas por la contaminación y daños culturales ocasionados por la petrolera Repsol y por el ingreso inconsulto de Petroecuador a su territorio, la empresa pública de hidrocarburos a su territorio. Además, denuncian sobrevuelos de las Fuerzas Armadas en zonas prohibidas por la presencia de pueblos aislamiento voluntario, denunció la Fundación Alejandro Labaka.

El Ministerio de Energía y Minas no ha dado respuestas a las denuncias y exigencias de las comunidades waoranis afectadas por la explotación en los bloques petroleros 16 y 67, ubicados en la reserva del Yasuní. 

***

Milagros Aguirre, editora general de Abya Yala, en su columna: El inquilino petrolero que quiere quedarse con el Yasuní, publicada en el medio La Barra Espaciadora, dice: “el caso del bloque 16 es dramático para las comunidades waorani”. El bloque 16 está ubicado dentro del Parque Nacional Yasuní. Allí, la compañía Cononaco  entró a operar a sus territorios en 1986, luego estuvieron Maxus, YPF Ecuador, Repsol YPF y desde el 2000, la empresa española Repsol asumió la explotación del bloque 16 en el hasta el 2022, año en que debía hacerse la reversión de su contrato.

La editora también destaca que el asunto es bastante delicado pues “la organización waorani, NAWE, como las comunidades del bloque 16, dependen económicamente de la empresa petrolera”, debido a un acuerdo de “amistad, respeto y apoyo mutuo”, firmado de primer momento con Maxus en 1993 y posteriormente con Repsol, quien asegura “ha creado dependencia de la compañía”.  

Sin embargo, la reversión no se hizo y Repsol vendió sus acciones a la empresa New Stratus Energy, bautizada como Petrolio, meses antes de que terminara su contrato. Milagros Aguirre, editora general de Abya Yala dice que a pesar de que Repsol traspasó sus acciones, el proceso de reversión debió llevarse a cabo. Según Aguirre, la empresa Petrolia quiso quedarse en el territorio y no pudo debido a que el convenio no lo realizó con el Estado, sino con Repsol. 

Pero, para las y los waoranis el cese de las operaciones petroleras en este bloque les genera preocupación. Edgar Ajua, habitante de una comunidad Waorani, en una entrevista para la Agencia EFE, expresó: “si saliera de aquí la petrolera, el Estado no se va a hacer cargo de todo. De la infraestructura que teníamos en la escuela. Todo lo que es apoyo en temas de educación ha sido gracias a la empresa”. 

Sin embargo, a través de una resolución, tras una reunión mantenida el 05 de diciembre de 2022, las comunidades: Yarentaro, Gabarro, Nenkeguiro, Yoweweo, Iro y Dicaro mencionan que los territorios donde habitan, son de posesión de sus antepasados que vivían en familias ampliadas, las cuales se constituyeron en comunidades. El pueblo waorani de esas comunidades, “es un pueblo en contacto inicial, tenemos relación con la sociedad de manera reciente, por lo tanto, existe una gran fragilidad en nuestros derechos”, detallan. Las comunidades también destacan que las actividades petroleras que se desarrollan en sus territorios desde 1986, han afectado directamente sus derechos como pueblos originarios en contacto inicial.  

La resolución menciona que las petroleras asentadas en las zonas denominadas bloques 16 y 67 han sacado petróleo durante 36 años, pero esto no ha generado progreso para las comunidades Waorani, más bien “hemos visto el riesgo de desaparecer por la contaminación, enfermedades, falta de servicios básicos, aculturación traída por las empresas petroleras acelerando la pérdida de valores de la cultura”. 

Las y los waoranis desde el 25 de diciembre de 2022, protestan por la contaminación que dejó Repsol y porque “están molestos, desinformados, nadie les ha explicado y están en una confusión terrible de algo que pasa en su territorio. Están pidiendo explicaciones”, dice Aguirre. 

A estas molestias se suma, el ingreso inconsulto de Petroecuador a su territorio, debido a que es la empresa estatal quien debe hacerse cargo de los bloques petroleros. Para Aguirre, el Estado tendría dos alternativas: que Petroecuador continúe y se haga un nuevo contrato con los Waoranis o se ponga a licitación los bloques para otras empresas. 

En caso de que la empresa Petrolia continúe, los waoranis tendrían la posibilidad de ser “socios” de las operaciones y participar del “reparto de dividendos”. Sin embargo, el Ejecutivo mantiene el proceso para que los campos pasen temporalmente a manos de la empresa Petroecuador, según el reporte de Agencia EFE. 

Lo preocupante para Aguirre es conocer qué va a pasar en el proceso de transición con la nacionalidad Waorani, si habrá consulta previa, libre e informada como lo establece el artículo 57 de la Constitución y cuáles serán los nuevos acuerdos entre las empresas petroleras y las comunidades waorani.

Mientras tanto, las comunidades: Yarentaro, Gabarro, Nenkeguiro, Yoweweo, Iro y Dicaro resolvieron que los únicos interlocutores entre las empresas petroleras, encargadas de los bloques 16 y 67 sean las comunidades directamente afectadas. También rechazan las intenciones de negociar sus derechos por parte de cualquier organización o institución y se declaran en resistencia por la exigencia del cumplimiento de sus derechos. Asimismo, exigen el respeto a su derecho a la autodeterminación.