Conaie se declara en resistencia tras diálogo con el gobierno
Por: Emilia Palacios M @EmiliaPalaciosM
Convocar a una Asamblea ampliada y reactivar el derecho a la resistencia son parte de las resoluciones tomadas por la Conaie, luego de la mesa de diálogo que sostuvieron el pasado lunes 04 de octubre con el gobierno de Guillermo Lasso.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, informaba que, al no obtener resultados tras los mecanismos de diálogo, harán uso de su derecho legítimo a la resistencia y a la movilización garantizados en el art. 98 de la Constitución ecuatoriana. “Veníamos con toda la voluntad y con la esperanza, pero vemos que ya estaba todo planificado” fueron las declaraciones de Iza tras conocer que hubo un posible cambio en las listas de ingreso para los diálogos, donde estaban anotadas personas que no fueron acordadas por las organizaciones, lo que impidió el ingreso de otros dirigentes al evento.
Alrededor de 50 personas, en representación del Parlamento Plurinacional de los Pueblos y el Colectivo Nacional de Dirección Unitaria, ambas plataformas que aglutinan a la Conaie y a otras organizaciones sociales, fueron parte del diálogo.
Horas antes, el Frente Unitario de Trabajadores, el Frente Popular, Feine, Fenocin y la Conaie se reunieron en el Parque Arbolito, al norte de Quito, para pronunciarse sobre los temas que tratarían en el encuentro. Seis fueron las problemáticas que las organizaciones llevaron a la mesa presidencial: el aumento del precio de combustibles, moratoria de créditos y un sistema para emprendedores y familias; políticas sobre la situación precaria de productores y agricultores en el país; políticas de flexibilización laboral; preocupación sobre la ampliación de la minería y la garantía a los derechos colectivos.
Los líderes sociales enfatizaron en la rueda de prensa, la importancia de que el gobierno invite a todas las organizaciones sociales al diálogo. Sin embargo, rechazaron la negativa del gobierno para transmitir de manera pública los diálogos. Así mismo, Nelson Erazo del Frente Popular reiteraba la importancia del derecho a la movilización y resistencia e informó sobre una próxima movilización del magisterio y la Federación de Estudiantes Secundarios y Universitarios para exigir presupuestos para la educación.
Tras estas declaraciones, la Conaie, Ecuarunari, Confenaie y Conaice se movilizaron al Palacio de Carondelet para realizar una vigilia mientras se realizaban los diálogos con el gobierno. Luego de tres horas de diálogo, no se logró acordar los puntos necesarios entre el Estado y los representantes del Colectivo. Terminado el encuentro, Leonidas Iza reafirmó la poca apertura del gobierno a los puntos presentados por las organizaciones sociales, especialmente en el alza del precio de combustibles y la extracción minera.
La versión oficial, sin embargo, dista de lo anunciado por los dirigentes indígenas. Para el presidente Guillermo Lasso, “existieron coincidencias y voluntad para el cambio”. Alexandra Vela, ministra de Gobierno, por su parte, enfatizó en 11 coincidencias entre los actores del diálogo de los cuales destacaba el origen de la crisis económica, la despetrolarización de la economía, programas de créditos, empleos en el sector agropecuario, inclusión de la medicina ancestral, educación bilingüe y el fortalecimiento de la justicia indígena.
Es así que, como parte de los acuerdos con los sectores sociales, el gobierno nacional anunció la socialización de un documento técnico que habría sido trabajado en conjunto con los dirigentes del transporte. El presidente Lasso también anunció que el transporte público recibiría un subsidio para compensar el alza de los combustibles.
La Conaie por su parte anunció que se convocará a un Consejo Ampliado y Asamblea extraordinaria con toda la estructura orgánica para la toma de decisiones. Así mismo, Marlon Vargas, presidente de la Confenaie, explicaba que los y las lideresas aportaron temas donde se necesitan acciones necesarias desde el Estado como la transición ecológica, la demanda de dejar el petróleo bajo tierra, la remediación de los territorios afectados por Texaco, entre otros que, según Vargas, “el presidente no tiene mínima voluntad de hacerlo”