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¿Cómo afecta a las mujeres el endeudamiento del Ecuador con el FMI?

 

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2

Publicado el 08 de marzo de 2023

 

El Centro de Derechos Económicos y Sociales publicó el informe: Resultado del Endeudamiento con el FMI sobre los cuerpos de las Mujeres en Ecuador. El informe explora la naturaleza de género de la austeridad; es decir, políticas económicas basadas en la reducción del gasto público y cómo las mujeres y niñas se ven afectadas de forma negativa por las medidas de consolidación fiscal.    

Andrea Guillem, investigadora en género y derechos económicos y una de las autoras de la investigación, nos habla sobre este tema.

 

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El ex presidente Lenín Moreno, en marzo de 2019, pactó un préstamo de 4.200 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. Previo a eso, aprobó la Ley de fomento productivo, la cual modificó la distribución de la renta petrolera en perjuicio del Estado, aumentó las exenciones impositivas y condonó el pago de deudas por impuestos, en un monto de alrededor de 4.600 millones de dólares. El 78% de esta condonación de deuda favoreció a 203 grupos económicos.   

Tras el acuerdo firmado y las reformas en materia tributaria, laboral y económica, el 02 de octubre de 2019, inició un estallido social que pedía la eliminación del Decreto 883 que permitió la liberación del precio de los combustibles. Las protestas dejaron como resultado 1.340 heridos, decenas de personas que perdieron sus ojos y once muertos. 

Para septiembre de 2020, nuevamente el gobierno del ex presidente Lenín Moreno firmó otro acuerdo con el FMI por 6.500 millones de dólares que serían desembolsados hasta el 2022. El mandato del ex presidente Moreno terminó en mayo de 2021 y para septiembre del mismo año, el presidente Guillermo Lasso acordó un desembolso de 2.500 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional, para octubre se desembolsó 802 millones y en marzo de 2022, el FMI examinaba por cuarta vez, la continuidad de su programa crediticio en el país. 

Andrea Guillem, investigadora en género y derechos económicos y una de las autoras del el informe: Resultado del Endeudamiento con el FMI sobre los cuerpos de las Mujeres en Ecuador, menciona que a simple vista pareciera que no hay una relación directa entre la macroeconomía, los acuerdos bilaterales que asumen los Estados, con los cuerpos de las mujeres más vulnerables. Pero, para Guillem, sí existe una relación que une a los cuerpos de las mujeres con el pago de la deuda externa. El informe elaborado analiza desde diferentes canales lo que sucede en Ecuador y la deuda del FMI, además del impacto en la vida de las mujeres.

Uno de estos primeros efectos es el aumento en el tiempo de trabajo. Al ver el Estado reducido y el poco acceso a derechos como la educación y la salud, por la austeridad como consecuencia del endeudamiento del país con el FMI, son mujeres quienes asumen esas tareas, lo que implica triplicar sus jornadas de trabajo y de cuidado, lo cual se vio reflejado durante la pandemia por covid-19 y la etapa post covid. 

Por otro lado, las mujeres y las niñas se ven privadas al acceso a derechos sexuales y reproductivos pues como principales beneficiarias del sistema público, ven no solo el deterioro de la infraestructura, sino también la falta de personal, las condiciones indignas para la atención, así como la precarización del personal. 

Sumado a que en 2019, 3.680 trabajadores y trabajadoras de la salud pública, donde se incluían médicos, enfermeras, auxiliares, camilleros y trabajadores sociales fueron despedidos. En 2020, los despidos continuaron, lo cual afectó también a las mujeres no solo por falta de personal en los centros de salud y hospitales, sino porque el 60% de trabajadoras del sector salud, son mujeres y el 85% ejercen la enfermería. 

En cuanto al acceso a salud sexual y reproductiva: “Son las mujeres las principales afectadas en mortalidad materna, crecimiento de embarazo infantil y adolescente porque no hay recursos para atenderlas”, agrega Guillem.

Según datos del INEC, recogidos en el informe: Resultado del Endeudamiento con el FMI sobre los cuerpos de las Mujeres en Ecuador, en 2019, se reportó 37 muertes por cada 100.000 mujeres; mientras que, en 2020, el número aumentó a 57.6 muertes. En relación al embarazo en adolescente y niñas, en 2020, se registraron 44891 nacimientos vivos.

Durante la pandemia por la covid-19 en 22 provincias del país, el 38% de adolescentes entre 15 y 17 años, tuvo dificultades para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva y el 90% no pudo acceder a métodos anticonceptivos, incluyendo la pastilla de emergencia, según un informe levantado por la organización feminista Surkuna.

Para la investigadora Andrea Guillem, son estas mujeres las que están poniendo el cuerpo a la precarización, pero también quienes están en primera línea atendiendo a otras vidas. Por lo tanto, “las mujeres como beneficiarias y trabajadoras del sistema de salud también son afectadas por el endeudamiento y la austeridad”. 

Otro de los puntos que destaca la investigadora sobre la afectación que tienen las mujeres y niñas por el endeudamiento del Ecuador con el FMI, es el tiempo de trabajo futuro. Las mujeres, no pueden costear la vida que cada día se encarece más. Tampoco pueden  acceder a derechos porque lo que deben pagar por la educación de sus hijos e hijas, por la salud, deben contraer deudas y con eso, comprometen su trabajo futuro. “No solo se precariza el trabajo presente, entran en un circuito de endeudamiento muy extorsivo que pone en peligro sus vidas y las de sus familias”. 

Para Guillem, el no pago de los trabajos de cuidado a las mujeres es una deuda que tiene el Estado con ellas, pues en vez de reconocer este trabajo, el Estado guarda reservas de dinero que deberían ir a la redistribución social; sin embargo, contrario de eso, esas reservas son enviadas fuera del país, lo que genera grandes brechas de desigualdad y precariza más la vida de las mujeres. 

Por ello, una de las recomendaciones que da este informe es que el Ecuador reestructure la deuda externa, a fin de que los recursos financieros públicos se dirijan a las necesidades del pueblo ecuatoriano, en lugar de pagar y garantizar la deuda externa. “Alternativas a la austeridad  existen, si se ordenan las prioridades nacionales”, asegura Guillem. 

 

Una utilización de la lucha feminista

El Palacio de Carondelet fue iluminado con luces de color morado el martes en la noche, a propósito del 8 de marzo. En cadena nacional, el presidente Guillermo Lasso señaló que su gobierno ha realizado algunas acciones para mostrar que legisla en favor de las mujeres; entre esta políticas, habló de la creación del  Ministerio de la Mujer

Sin embargo, para Andrea Guillem, el alumbrar el Palacio o cambiar el nombre al ministerio de derechos humanos por el Ministerio de la Mujer, son situaciones que no han sido suficientes porque al par, se dan recortes al gasto público y hay una falta de presupuesto para la prevención y erradicación de la violencia. 

Para la investigadora, se ha privado a las niñas, mujeres y adolescentes del acceso a un aborto libre y seguro, al vetar la ley que garantiza la interrupción del embarazo en casos de violación, entre otras cuestiones, que las organizaciones de mujeres, feministas y disidencias han reclamado constantemente.

Según Guillem, los gobiernos neoliberales usan las exigencias y las luchas de las mujeres, feministas y disidencias para poder “maquillar su rostro” y hablar de género como la hace el FMI, usando esas demandas e historias para institucionalizarse de forma internacional, pero no están dispuestos a debatir o cuestionar las políticas de austeridad ni modificar los problemas estructurales que golpean a las mujeres. Algo que no pasa solo por “hacer pequeñas reformas, cambios institucionales. Es la estructura económica, capitalista, colonial y patriarcal lo que se debe debatir”, asegura. 

Para la investigadora en género y derechos económicos, el fortalecimiento de la lucha feminista es importante, a pesar de que los feminismos están muy dispersos porque deben activarse en distintos territorios frente a problemas como en la crisis carcelaria, la criminalización a mujeres comerciantes autónomas o haciendo política pública. Es fundamental, dice Guillem, unirse por puntos transversales que atraviesan a todas las mujeres, como es la condición de clase, la racialización y la vulneración por la migración, la discapacidad para ser una sola fuerza movilizadora que ponga en jaque a los gobiernos.