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¿A quiénes beneficia la reducción del ICE  a armas y municiones?

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2

Publicado el 12 de enero de 2023

El presidente Guillermo Lasso anunció la reducción de impuestos “pensadas especialmente para ustedes y sus familias”. Anteriormente ya se eliminó el impuesto a los paquetes de telefonía, calentadores de agua, vehículos eléctricos, y otros. Esta vez, hasta diciembre de 2023, se recortará dos puntos más al impuesto de salida de divisas, eso significa que del 4% bajará al 2%.

De igual forma, el presidente anunció que durante los feriados de carnaval, Semana Santa, Difuntos e Independencia de Cuenca, el IVA bajará del 12% al 8 %, para las actividades turísticas. Esta medida ya se implementó en 2022 y seguirá este año. En relación a los productos de consumo masivo, se rebaja el impuesto a consumos especiales, ICE, para: bebidas no alcohólicas y gaseosas, cerveza industrial y artesanal, fundas plásticas y alcohol puro. 

Y con el objetivo de “apoyar los servicios de seguridad públicos y privados”, dijo el primer mandatario que se rebajará el ICE para la importación de armas y municiones del 300% al 30%. Según el Ejecutivo, con esa acción se facilitará la provisión legal de equipamiento tan necesario para la lucha contra la delincuencia. 

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¿La reducción del ICE para armas y municiones es necesaria para la lucha contra la delincuencia?

Carolina Andrade, analista en temas de seguridad e inteligencia, dice que la acción de presidente Guillermo Lasso en relación a la reducción del Impuesto a consumos especiales, ICE, del 300 al 30 % en armas y municiones, es una decisión demagógica que responde a un momento electoral y no es una decisión pensada con base a la evidencia, de los últimos años o de los más recientes. 

Según Andrade, en 2021, cerca del 73% de los homicidios intencionales que incluyen:  asesinatos, homicidios, femicidios, fueron realizados con un arma de fuego y para 2022, la cifra creció al 86%; es decir, que ese incremento del 17% es bastante crítico. Desde inicios de los años 2000, el promedio de homicidios con armas de fuego se mantenía entre un 60 y 63%, siendo los puntos más bajos  entre los años 2016 y 2018, con un 46%. “Nunca habíamos llegado a un nivel del 86% de usos de armas de fuego en estos hechos violentos que además, están en un nivel récord. El país, el año pasado, llegó a un nivel récord de homicidios nunca antes evidenciado en la historia, con una tasa de 26 por cada 100.000 habitantes”.

El informe: Las políticas de control de armas de fuego, partes y municiones en Ecuador 2007-2014 muestra que Ecuador, desde 2007, vivió un cambio en la política de control de armas, los índices de homicidios y asesinatos registraban una tendencia sostenida al alza. En 2010, se registraron 1766 muertes con armas de fuego y en 2014, esta cifra se redujo, registrando 690. Sin embargo, los delitos realizados con armas fueron los robos a domicilios, autos, motos, entre otros;  seguido del ataque a personas. Por ello, el gobierno de ese entonces, decidió restringir la libre comercialización de armas de fuego a la sociedad civil ecuatoriana con la finalidad de disminuir la violencia armada y se adoptaron las siguientes medidas:

-Prohibición de importaciones: suspensión temporal de la importación de armas y municiones

-Incremento del 300 % del Impuesto a los Consumos Especiales: mediante la Ley Reformatoria de Régimen y Equidad Tributaria 

-Prohibición del porte de armas: mediante el Acuerdo Ministerial 001, se prohibió el porte

de armas para uso civil a escala nacional. 

-Prohibición de fabricación: se tomaron medidas para eliminar la fabricación artesanal de armas en Ecuador. La medida se reforzó con el Acuerdo Ministerial N.º 282.

Para Andrade, el que se hayan adoptado años atrás, medidas restrictivas para la oferta y demanda de armas y municiones tuvo un impacto en la disminución en los niveles de violencia. Sin embargo, tras lo dispuesto por el primer mandatario, Guillermo Lasso, lo que hace es “motivar a que esa demanda de armas pueda crecer. Se amplía la posibilidad de que se acceda fácilmente a las armas. Se enfoca en una visión de fortalecer la seguridad privada; es decir, quienes se beneficien serán actores privados que pueden acceder a la adquisición de armas que de por sí, ya son costosas en el mercado legal”. 

La analista en temas de seguridad también se refirió al mercado ilegal que, de igual forma, se favorece “porque no se puede hacer una trazabilidad adecuada de estas armas que muchas veces se desvían, se roban y utilizan mecanismos formales para traficar  armas. Las empresas que venden armamentos también se ven beneficiadas porque ven un mercado nuevo en Ecuador donde van a poder ingresar mucho más sus ventas”.

El Servicio de Rentas Internas, SRI, asegura que al reducir el impuesto a los consumos especiales en varios productos, entre ellos las armas y municiones, se lucha contra los efectos de la inflación, la informalidad, el contrabando y la inseguridad. Pero para Andrade, la principal razón por la cual ingresan armas al país, es el tráfico ilegal que funciona con rutas muy cercanas y con actores que están vinculados al tráfico ilícito de drogas. A esto, se suma otro problema como el tráfico ilegal de municiones y explosivos que es responsabilidad de las Fuerzas Armadas, pues esta institución es la encargada de controlar el ingreso de esos elementos. 

En consecuencia, no se puede hablar de que la medida adoptada por el presidente Guillermo Lasso sea eficaz para controlar la delincuencia porque la venta de armas es un mercado ilegal. Andrade asegura que, con base en todas las experiencias de América Latina incluso Estados  Unidos, una de las acciones efectivas para evitar el aumento en los niveles de violencia es restringir el ingreso y la oferta de armas de manera directa a los actores civiles, privados e involucrados. Al no poder contar con todos los controles, podría terminar favoreciendo a que sea más fácil para las organizaciones criminales acceder a armamento, explica Andrade. 

¿Más violencia para las mujeres?

El último reporte de Fundación Aldea muestra que desde el 01 de enero al 15 de noviembre de 2022, se registraron 272 feminicidios y 8 transfemicidios en el país y el 70%  de los casos se dieron con armas de fuego. En contraste, Carolina Andrade menciona que también es necesario observar que además de la reducción del ICE en armas y municiones, el presidente dispuso la disminución a las bebidas alcohólicas, en conjunto: “estos dos elementos se convierten en una bomba. En un tema crítico para generar mucho más riesgo a que se produzcan hechos de violencia contra las mujeres. La presencia de un arma de fuego en el hogar aumenta la probabilidad de que una mujer muera en casos de violencia doméstica cerca de un 500%”. 

Además, de las muertes accidentales que se pueden suscitar por el uso de armas. Por lo que, las medidas adoptadas por el primer mandatario, Guillermo Lasso, se pueden leer como totalmente contrarias para combatir la crisis de seguridad que ya se vive en el país y la violencia extrema en ciudades como Guayaquil.