Octubre: Memoria y resistencia
Por: Emilia Palacios M @EmiliaPalaciosM
Publicado 27 de octubre 2021
[rt_reading_time label=»Tiempo de lectura:» postfix=»minutos» postfix_singular=»minute»]
El primero de octubre de 2019, el entonces presidente Lenín Moreno anunció un conjunto de reformas frente a la situación del país y en respuesta a los compromisos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Entre ellas, informó sobre la eliminación del subsidio a los combustibles mediante el Decreto Ejecutivo 883. Frente a esta situación, organizaciones indígenas, sindicalistas, transportistas, colectivos, estudiantes y ciudadanos convocaron a un Paro Nacional y un Levantamiento Indígena. Dos años después, octubre del 2019 todavía resuena.
La Alianza por los Derechos Humanos recordaba en su informe sobre la paralización, la importancia de la memoria desde las organizaciones. “El quehacer de las organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos tiene el rol histórico de documentar y mantener la memoria frente a la violencia, la represión y la vulneración de derechos, como un aporte para la búsqueda de justicia a favor de las víctimas y para garantizar la no repetición de estos hechos”.
Es así que, a dos años del Paro de octubre, organizaciones, colectivos y personas que vivieron los 13 días de protesta impulsaron varias acciones para revivir y exigir, a través de la memoria, respeto y respuestas por las violaciones a los derechos humanos que ocurrieron durante el Paro.
.
529 Octubres
Como memoria de las manifestaciones y resistencias de Octubre de 2019, la Casa de la Cultura Ecuatoriana organizó el evento 529 Octubres: Memorias Plurinacionales- Encuentros por la memoria y la reflexión sobre América Latina de Hoy.
El macro evento contó con varios programas y actividades en cine, museo, la realización de foros y radio con actividades 100% gratuitas desde el domingo 3 al domingo 24 de octubre. Esta programación, según su boletín, abarcaba diversas expresiones culturales de América Latina a través de la memoria. Radionovelas sobre Dolores Cacuango, un museo sobre el Paro Nacional, y el diálogo sobre los movimientos impulsados por la resistencia, fueron algunas de las actividades que se realizaron. En el marco de esta agenda, la Cinemateca Nacional Ulises Estrella presentó, durante 10 días, más de 40 cortometrajes de Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia. Además de un homenaje a Inocencio Tucumbí, quien falleció el 9 de octubre de 2019 en el contexto de las protestas.
Laura Godoy, coordinadora de la Cinemateca, enfatiza en que “octubre 2019 debe ser recordado”, no sólo por Ecuador, sino por el estallido generalizado de descontento social en varios países latinoamericanos y recalca la importancia de eventos como este al reconocer al cine como “memoria y un instrumento social, educativo y político”. Laura destaca la indignación que sienten los colectivos al reconocer que han pasado dos años y los familiares de las víctimas no obtienen verdad, justicia ni reparación.
Hasta el 2020, la Fiscalía General del Estado reconoció 819 procesos abiertos como resultado del Paro Nacional de octubre, de los cuales 669 estaban en etapa de investigación previa, 18 en instrucción fiscal, 69 en preparatorio de juicio y 63 en juicio. La mayoría de procesos son contra ciudadanos por delitos de daño al bien ajeno.
En la inauguración del evento que se dio el 12 de octubre en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, CONAIE, junto a representantes de pueblos y nacionalidades, enfatizó en la importancia de la lucha social para las grandes transformaciones en el país, recordando a Fernando Daquilema, Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango y realizó un recorrido sobre las luchas de los movimientos indígenas.
Mientras esto sucedía el presidente Guillermo Lasso, desde el balcón de Carondelet se dirigió a sus partidarios y se refirió a la presencia de las personas reunidas en la CCE: “que nos escuchen bien los que están en la Casa de la Cultura, aquí estamos los ecuatorianos que vamos a defender a Quito, no vamos a permitir nuevos desmanes, nueva violencia”. Ante esto, la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión hizo un llamado, a través de un comunicado, a que se conserve el trabajo mancomunado entre los colectivos y organizaciones sociales, y que se permita “bosquejar un país en el que prime el diálogo y la reflexión profunda”. Para Laura Godoy y Cristina Moreno de la Cinemateca, estos eventos forjan la memoria, exigen que los actos no se queden en la impunidad y reconocen el trabajo de los medios comunitarios en conjunto con las nuevas tecnologías para la memoria.
.
Feria del libro Insurgente: ¿Hacia dónde nos estamos mirando?
El diálogo y el trabajo de memoria latinoamericana se dio también en la Cuarta Feria del Libro Insurgente “Primeras líneas por la dignidad”. El evento se realizó del 14 al 17 de octubre y recogió talleres, conversatorios, lanzamientos de libros y exposiciones, con la presencia de más de 20 editoriales y librerías autónomas del país en el Museo de la Ciudad. Para la vocera del Colectivo Desde El Margen, organizador del evento, es necesario preguntar hacia dónde nos estamos mirando desde la organización popular luego de los hechos de resistencia de octubre de 2019. “A través de los libros, también recuperamos la memoria de las víctimas” explica la vocera.
La Feria contó con invitadas internacionales como María Galindo, feminista de Bolivia, autora del libro “Feminismo Bastardo”; Jakelin Curaqueo parte de la comunidad de historia Mapuche de Chile y Helena Silvestre de la Revista Amazonas de Brasil, quienes compartieron experiencias latinoamericanas de resistencia.
A la par de estos eventos culturales, se realizó la exposición colectiva Somos Semillas. Memorias del Estallido Social de Octubre, una iniciativa del Museo de la Ciudad que tienen como objetivo la reflexión y discusión de la memoria de las movilizaciones del país en 2019. Carolina Enríquez, mediadora comunitaria del Museo, explicaba el objetivo de la exposición en el conversatorio sobre Arte textil, género y memoria que reescribe el arte de tejer la memoria y reconocer la relación del arte textil, los movimientos sociales y luchas por los derechos humanos. Somos Semillas habla “sobre la unión y solidaridad que surgieron los días de movilización y los cambios sociales que trajeron”. Esta exposición refuerza el trabajo de la memoria desde lo colectivo y comunitario a través de documentos, imágenes y obras de arte.
.
.
Punk y letras para recordar a Marco y a la resistencia
Marco Oto, junto a José Chaluisa, murió en 2019 durante una persecución policial motorizada y a pie en el puente de San Roque. Para su madre, Imelda Rivera, su hijo, amante del punk, sigue vivo. “Para nosotros Marco está vivo y para los jóvenes que le quisieron, en los sueños que él tenía”. Colectivos y organizaciones se reunieron el 7 de octubre para recordarlo a través de la música, rap y artivismo. Jess, parte del Colectivo de Comunicación y Educación Popular Lorenza Avermañay, entiende a los eventos de octubre como una reivindicación de la memoria y como una acción colectiva “Tomamos estos días para decirle al gobierno y al poder que cada octubre es un octubre de lucha, resistencia y organización”. El colectivo también realizó una agenda denominada Octubre Rojo y Negro, con una serie de actividades como conciertos, charlas, toma de espacios públicos y trabajos en los barrios populares “educando a nuestras guaguas en resistencia y memoria”, explica Jess.
Imelda se mantiene en la lucha, “seguiré andando en las calles, seguiré pidiendo justicia por mi hijo, que se tome conciencia y que se haga algo por las personas que fallecieron”.
Organización para la resistencia en Guayaquil
La contracultura punk y la resistencia acompañada de la música por la memoria de octubre también se conmemoró en Guayaquil. La Coordinadora de Organizaciones Sociales del Guayas organizó, el 8 de octubre, La Resistencia es un Fiesta. como un espacio para recordar el Levantamiento y el Paro Nacional. Andrés Loor, miembro de la organización, indica que este experiencia inició el año pasado para mantener en la memoria de Guayaquil que hubo una movilización donde existió una articulación, que formó procesos y organizaciones como la Coordinadora. Loor recalca la importancia de empezar articular procesos sociales desde la cultura ya que “hay potencial y propuestas de carácter político”.