con la participación de:
4Pelagatos,, Fundamedios, Focus, Plan V, Rayuela Radio, Wambra Radio
En Ecuador se volvió a hablar de Remigio Ángel González González a raíz de la compra del 94,93% de las acciones del Grupo El Comercio a la familia Acquaviva Mantilla. Esta compra la hizo la empresa Telecomunicaciones Globales de Entretenimiento Televisivo (Telglovisión S.A.) por un estimado de USD 50 millones. Hace 15 días ‘El Fantasma’ volvió a sonar por el lanzamiento de Televicentro, canal que usa las marcas de los diarios quiteños El Comercio y Últimas Noticias para sus noticieros.
El mexicano-americano Remigio Ángel González sigue consolidando su conglomerado mediático en Ecuador. El pasado 1 de febrero de 2016, lanzó casi sin previo aviso un nuevo canal, Televicentro, que no ha estado exento de polémica. Más allá de un debut y despedida del periodista Andrés Carrión como anchor de su noticiero, su lanzamiento evidenció que González recibió, nuevamente, el beneplácito de las autoridades gubernamentales para obtener nuevas frecuencias y cambiar su uso.
Televicentro puede ser visto en los canales 5 en Quito y 11 en Guayaquil. Su slogan es “tu centro de atención” y presenta tres noticieros con el sello editorial de diario El Comercio, que fue comprado por una empresa vinculada al magnate mexicano. La red de firmas uruguayas y panameñas presente tras esa transacción fue revelada por diario El Universo en febrero de 2015.
La Constitución y la Ley de Comunicación establecen que la concesión de frecuencias se debe hacer mediante un concurso público. Hasta que se haga ese llamado, las renovaciones para los otros medios están suspendidas. Sin embargo, Televicentro salió al aire sin concurso.
Las movidas que parieron ese canal comenzaron en julio del año pasado. Ortel y Telecuatro, empresas que transmitían la señal de RTS, pidieron a Arcotel –ente que regula el espectro radioeléctrico– cuatro frecuencias. En su solicitud aclaran que son frecuencias repetidoras y temporales para “la investigación de nuevas tecnologías de radiodifusión y televisión”. Tras este pedido, Ortel y Telecuatro lograron sumar otro canal: Televicentro. Ahora Telecuatro transmite RTS; y Ortel, Televicentro.
Para esto movieron la señal de RTS en Quito: del 5, la pasaron al 11, canal que no existía en el norte de la capital. En Guayaquil sucedió algo parecido: el 11 no existía en el norte de la ciudad y ahora es de Televicentro. Lo curioso es que en el sur de ambas ciudades el 11 estaba concesionado al canal incautado y manejado por la Secretaría de Comunicación, GamaTV. Pero el 5 y el 7 de agosto, el gerente de GamaTV, Claudio Moya Rossel, pidió a Arcotel que le canjee el 11, en el sur de Quito y el sur de Guayaquil, por otras frecuencias. Vuelve a insistir en este pedido el 17 de agosto y le aprueban un día después, el 18 de agosto. El mismo 17 de agosto, las empresas de González pidieron esos espacios, que hoy ocupan RTS y el nuevo canal, Televicentro.
Arcotel no solo aprobó las cuatro frecuencias que pidió el grupo González (las dos para el norte de Quito y Guayaquil fueron entregadas en 18 días; las dos del sur, en 14 días). También aceptó la figura de uso temporal, que implica, según el reglamento de Arcotel, que la frecuencia sea utilizada para investigar nuevas tecnologías de radiodifusión y televisión. Las supuestas investigaciones que Ortel y Telecuatro iban a hacer son “las pruebas completas de isofrecuencia”. Este tipo de tecnología se utiliza en televisión digital, en tanto la nueva concesión es de televisión análoga en VHF.
Además, la programación de los canales 11 es de repetidora; es decir, retransmite el contenido de sus respectivas matrices. En Quito RTS incluso la usa de matriz para emitir el Noticiero de la Comunidad. Este esquema es similar al que González ya utilizó en los años noventa para hacerse con cinco radios y su señal en varias ciudades, que al inicio le fueron adjudicadas solo como repetidoras.
El 11 de diciembre pasado, Fundamedios formuló un pedido de información. En la respuesta, que llegó dos meses después, Arcotel se vale del argumento de que el canal 11 en Quito repite los contenidos de la matriz RTS en Guayaquil, para justificar por qué no hubo concurso público para otorgar las frecuencias que permitieron a Televicentro salir al aire. Gonzalo Carvajal, asesor de Arcotel, y quien firma todas las resoluciones en estas concesiones de frecuencias, aseguró que no puede entregar las bases del concurso porque precisamente se trata de “autorizaciones temporales”. Es decir, confirma que no hubo concurso.
Tampoco entregó copias de los informes técnicos y jurídicos que permitieron la adjudicación de las cuatro frecuencias temporales como repetidoras. Esos documentos debían detallar qué investigaciones de nuevas tecnologías están haciendo esos canales que transmiten por televisión abierta, cuyo apagón está previsto para este diciembre con el cambio a la televisión digital. Carvajal no agrega la copia de la resolución que permitió mover la señal de RTS en Quito del canal 5 al 11. En ninguna de las cuatro resoluciones de nuevas concesiones aparece el nombre del nuevo canal Televicentro. Siempre se habla de Telesiatema o de Red Telesistema (RTS).
La única versión pública sobre la aparición de Televicentro es la que dio el ministro de Telecomunicaciones, Augusto Espín, en una entrevista en Radio Pública el 5 de febrero de 2016. Ante la pregunta de un ciudadano, dijo que lo único que hubo en este caso es un cambio del nombre comercial de la estación. No se trata, según él, de un nuevo canal sino de un cambio de nombre y de programación. No explica cómo se mantiene al aire el nombre y la programación del original RTS.
La ley establece que Arcotel debe notificar al Consejo de Regulación de la Comunicación (Cordicom) la rejilla de programación del canal. Esto lo establece precisamente para las concesiones temporales. Pero, según Paulina Mogrovejo, vocal de la entidad, no han recibido notificación alguna al respecto sobre el nuevo canal. “No hemos tenido conocimiento”, dijo ante la consulta de Fundamedios.
Luis Gómez Amador, gerente de RTS, tampoco respondió a un pedido de entrevista. Incluso se le envió por mail, tras cuatro llamadas a sus oficinas en Guayaquil, un cuestionario para que explique cómo se iba a poner al aire la señal de Televicentro sin un concurso y cómo iba a transmitir programación regular en una frecuencia temporal oficialmente asignada para investigaciones. El mensaje fue copiado a su asistente, Wendy Espinosa y, hasta la fecha, no fue respondido.
El beneplácito de las autoridades es evidente. Mientras se gestionaban las nuevas frecuencias, desde el 12 de agosto, la misma Arcotel tramitaba un proceso de terminación de la concesión de la frecuencia a Telecuatro basado en causales señaladas en el informe de la Comisión de Auditoría de frecuencias creada por mandato constitucional en el 2009 y con su validez refrendada por la Ley Orgánica de Comunicación aprobada en 2013. El proceso no sólo fue archivado el 18 de septiembre, sino que en camino RTS había acumulando cuatro concesiones de frecuencias más. No solo eso: Además de que el incautado GamaTV entregó las frecuencias sur, González se llevó de ese canal su programación tradicional: Televisa.
II. Red González: primer oligopolio mediático privado
Con su aparición, Televicentro se convirtió en el decimoséptimo medio de comunicación en Ecuador relacionado con el emporio González. Esa red de empresas y personas empezó a construirse en el país desde 1983.
El grupo El Comercio, que tiene el vespertino Últimas Noticias, Radio Quito, Platinum FM y el diario El Comercio, es su última adquisición. El Universo reveló el año pasado una investigación sobre las conexiones entre firmas ecuatorianas y uruguayas que se usaron para adquirir el periódico. González no aparece entre los dueños en ninguno de los otros medios.
‘El Fantasma’, como se le llama, posee en Latinoamérica 45 canales de televisión, 68 emisoras de radio, 65 salas de proyección cinematográfica, 3 cadenas de televisión satelital (DTH) y un medio impreso. Eso se detalla en la página de Albavisión, su cadena continental.
La red mediática convierte a ‘El Fantasma’ en el oligopolio privado más grande del país: es concesionario de 87 frecuencias de radio y televisión, 66 repetidoras y 19 matrices. Todo ello, aunque la Constitución lo prohíbe. En una respuesta del Cordicom a Wambra Radio sobre la concentración de medios del mexicano, se lee: “la Superintendencia de Control del Poder de Mercado, en cumplimiento de sus funciones y en la condición de entidad competente para el caso, abrió un expediente para investigar y analizar la veracidad o falsedad de lo que usted menciona”.
Respuesta completa del Cordicom sobre ‘El Fantasma’ (click para ampliar la imagen)
A pesar de los nexos de los 17 medios con González, la Arcotel no ha objetado ninguna de las concesiones. La Comisión de Auditoría de Frecuencias, creada por mandato constituyente en 2009, sí lo hizo. En su informe reconoce que Tropicálida Stereo, Galaxia Stereo, Metro Stereo, Alfa Stereo y Joya Stereo son propiedad de Ángel González, que a él se le conoce como ‘El Fantasma’ y que “en la jerga de Conartel estas cinco radios son conocidas como “las quintilllizas”. El informe dice que esas frecuencias son irregulares pues usaron el mecanismo de cambio de matriz a repetidora. Por eso, recomienda la terminación unilateral de los contratos de concesión.
En mayo del año pasado, Arcotel comenzó el proceso de terminación de concesiones con la notificación a las estaciones. Entre ellas, 14 empresas relacionadas con González fueron advertidas. Sin embargo esos procesos fueron archivados por la Arcotel. Se arguyó, en el caso de “las quintillizas”, que sí cumplieron con la normativa vigente y que no fue ilegal utilizar el mecanismo de cambio de matriz a repetidora para agrupar más frecuencias bajo una misma empresa.
Telecuatro también fue advertida del inicio del proceso de reversión de la frecuencia matriz de RTS, con base en el informe de la Comisión. Se le objetó porque la concesión fue entregada por una autoridad supuestamente no competente. El proceso fue archivado luego de 18 días. Otros medios de comunicación privados, como Radio Democracia, fueron advertidos con esa misma causal, pero los procesos siguen activos más de dos meses después. Todas las resoluciones están firmadas por Gonzalo Carvajal, asesor de la Arcotel, como delegado de Ana Proaño de la Torre, directora general. Carvajal fue asesor en radiodifusión y televisión de Jaime Guerrero cuando este fue Secretario Nacional de Telecomunicaciones en 2014.
La aparición de Televicentro se da semanas antes del inicio del concurso que supuestamente va a democratizar el espectro radioeléctrico del Ecuador. Este proceso debía empezar en 2010 para cumplir con el mandato constitucional: 33% al sector privado, 33% al sector público, y 34% al comunitario.
La fecha oficial del lanzamiento del concurso aún no se sabe pero se ha dicho que será en febrero. Las bases y la convocatoria todavía no se han hecho públicas y, según el ministro de Telecomunicaciones, Augusto Espín, 1.069 frecuencias serán licitadas de las 1.600 que existen en el país. Gran parte de las estaciones de radio y televisión tienen sus concesiones vencidas y, por decisión oficial, no han sido renovadas. El concurso se abre justamente un año antes de las elecciones presidenciales de 2017. El proceso puede durar, según El Telégrafo, alrededor de ocho meses; es decir que esos medios estarán tramitando la concesión durante la mayor parte de la campaña preelectoral.
Según la consultora Checks and Balances, Arcotel revertirá 542 frecuencias de radio y 179 de televisión, que están en manos privadas para llenar los porcentajes de “redistribución” del espectro radioeléctrico establecidos en la Constitución.
¿Qué pasará con el oligopolio de González? No es la primera vez que resulta favorecido. Según el artículo 6 de la Ley de Comunicación del Ecuador, se prohíbe que una persona o empresa extranjera sea dueña de un medio de comunicación a escala nacional. Sin embargo, en el reglamento de la Ley, se puso como una excepción que esto no aplica para ciudadanos de países con los que Ecuador tiene convenios. Con esto se allanó el camino para la compra de El Comercio… Y para la operación del canal Televicentro, del mismo diario.
III. Televicentro surge de las cenizas de GamaTV
En Ecuador se volvió a hablar de Remigio Ángel González González a raíz de la compra del 94,93% de las acciones del Grupo El Comercio. Esta compra la hizo la empresa Telecomunicaciones Globales de Entretenimiento Televisivo (Telglovisión S.A.). Hace 15 días ‘El Fantasma’ volvió a sonar por el lanzamiento de Televicentro, que usa las marcas de El Comercio y Últimas Noticias para sus noticieros.
González nació en Monterrey, en 1941. Su entronque con los medios comenzó en Guatemala como representante de ventas para Televisa en América Central. Allí se casó con la hermana de Luis Rabbé. Ella falleció en un accidente automovilístico durante la luna de miel, pero la relación con él continuó. De hecho, cuando Alfonso Portillo llegó al poder en Guatemala en enero de 2000, nombró a Rabbé ministro de comunicaciones. Tuvo que dejar su cargo por corrupción año y medio después.
En Guatemala, González inició su imperio. En 1981 compró dos canales de TV y radios pequeñas que puso a nombre de su nueva esposa (Alba Elvira Lorenzana) y de su suegra (Sara Aurora Cardona). Su esposa también da el nombre a su cadena continental, Albavisión. Ahora vive en Miami, en una lujosa mansión en Key Biscayne. Llegó después de haber estado preso en México, en 1987, acusado de no haber pagado a un empresario del espectáculo que le alquilaba salas de cine.
‘El Fantasma’ usa en todos los países, según los relatos de la prensa internacional, el mismo mecanismo para extender su red: entrega a crédito programación de Hollywood y enlatados mexicanos a canales en mala situación económica. Luego, cuando la deuda se agiganta, los compra a muy bajo costo. Su fortuna, según cálculos de El Universal de México, supera 2.000 millones de dólares.
Hombre secreto, se sabe no obstante que González fue amigo de Alberto Fujimori, Alfonso Portillo, José López Portillo y lo es de Daniel Ortega. Alan García negó conocerlo, aunque se dijo lo contrario. Al expresidente peruano se le atribuye la autoría de su apodo: cuando la prensa de su país le preguntó si lo conocía, respondió que no, porque es un fantasma. González prefiere autodenominarse un “Robin Hood que paga los impuestos”. Tiene fama de entenderse magníficamente con los gobiernos. Estos le retribuyen bien con publicidad oficial. En las tres ocasiones que ha dado declaraciones a la prensa, indicó que su negocio es hacer negocios y que él en ningún momento evade la ley aunque le gusta poner a nombre de otros sus empresas. Se considera conservador y honesto.
Cuando el emporio saca al aire un medio de comunicación sigue el mismo patrón: su programación es sencilla, introduce enlatados, películas viejas y un noticiero. Salvo en período electoral, la política y la economía tienen muy bajo perfil. No hay editoriales, entrevistas ni programas de opinión y la apuesta mayor se divide entre crónica roja y entretenimiento.
Bajo este esquema, Televicentro se armó rápidamente. Casi un año después de la venta de diario El Comercio al mismo grupo, los ejecutivos anunciaron a los periodistas que harían parte de dos noticieros de televisión con tres horarios cada uno: 07:00, 12:00 y 19:00.
La principal cara de ese espacio era Andrés Carrión. Él fue el primer dueño de la empresa Ortel y la vendió a ‘El Fantasma’ en 1984. Pero Carrión no duró sino día y medio debido a presiones, como lo contó el medio digital 4pelagatos.com. Tras su salida, la figura es María Fernanda Suasnavas, que fue presentadora del canal estatal EcuadorTV desde sus inicios. Además consta en el IESS como empleada del Consejo de Educación Superior, donde es asesora y gana 3.038 dólares mensuales. Los reporteros son de El Comercio y RTS. En las noticias internacionales participan canales de la red Albavisión como VTV de Honduras e Infobae de Argentina.
El engranaje del emporio González es visible hasta en el control máster que se encuentra en las instalaciones de RTS en Quito. Las transmisiones se hacen con tres microondas, una de ellas ubicada en la planta de El Comercio, en San Bartolo. En el edificio de RTS están los estudios principales de Televicentro y las antenas para las dos frecuencias, la repetidora de RTS y la matriz del nuevo canal.
El resto de la programación es de la cadena mexicana Televisa. Novelas como “Antes muerta que Lichita”, “Lo que la vida me robó”, “Simplemente María”, “Soy tu dueña”, “La Rosa de Guadalupe”… Y el Chavo del ocho. Esta programación estaba en manos de GamaTV, que desde 1995 tenía los derechos de Televisa. Hoy es exclusivamente del emporio González en Ecuador. GamaTV, canal incautado y manejado por el Estado, mantenía una deuda con la cadena mexicana, de 2,3 millones de dólares hasta el 2014, según el último reporte financiero entregado a la Superintendencia de Compañías. El acuerdo de ‘El Fantasma’ con Televisa también afectó a otros canales independientes, como Ecuavisa y Teleamazonas, que ya no transmiten ningún contenido de Televisa.
Haber perdido la programación de Televisa ahonda la crisis económica de GamaTV. Hasta 2015, ese canal tenía activos por 32 millones de dólares, pasivos por 26,7 millones, ingresos por actividades ordinarias por 41 millones y una ganancia neta de 59 mil. Además otros programas de alto rating, como “Los Simpsons” y “No-Noticias”, salieron de su programación y regresaron a Teleamazonas. A este ritmo, la situación de GamaTV luce insostenible e incluso entre sus empleados se habla de salarios atrasados y malestar creciente. ‘El Fantasma’ se alzó con el espectro radioeléctrico y la programación.