Violencia de género contra mujeres en universidades

deja pérdidas de más 68 millones de dólares

 

 

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan1

Foto de portada: referencia estudiantes universitarias

 

Publicado 02 de febrero de 2022

 

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El estudio “De la evidencia a la prevención. Cómo prevenir la violencia contra las mujeres en las universidades ecuatorianas” revela que la violencia contra las mujeres presenta consecuencias de productividad académica y laboral. Mujeres, estudiantes, docentes y personal administrativo de la comunidad universitaria, en promedio, pierden 29 días de trabajo al año a causa de la violencia; esto transformado en costos equivale a más de 68 millones de dólares, que equivale al 3,13% del presupuesto nacional universitario. En Ecuador, 16 universidades públicas y privadas abrieron sus puertas para desarrollar esta investigación.

 

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La violencia de género contra las mujeres es un problema generalizado, devastador y que empieza desde edades muy tempranas. En el mundo, alrededor de 736 millones de mujeres sufren violencia física o sexual infligida por sus compañeros íntimos o agresiones sexuales cometidas por otras personas, según cifras presentadas por el estudio La violencia contra la mujer es omnipresente y devastadora: la sufren una de cada tres mujeres, de la Organización Mundial de la Salud.

En Ecuador 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género, según la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Genero contra las Mujeres. Y en cuanto a mujeres que han sufrido violencia según su nivel educativo, el 57,4% de las mujeres que sufren violencia no tiene ninguna instrucción educativa, el 54,5% cuenta educación básica, el 44,2% tiene educación media, el 44,9% cuenta con instrucción superior no universitaria, el 36,0% tiene estudios superiores universitarios y el 36.3% cuenta con un posgrado, según cifras presentadas por el estudio La Violencia de Genero contra las Mujeres en Ecuador: Análisis de los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres.

Esto denota que la magnitud de violencia contra mujeres en Ecuador, que, si bien la violencia es mayor para mujeres con menos estudios, la diferencia en los porcentajes no difiere demasiado; por tal motivo la Cooperación Alemana, implementada por la GIZ, a través del programa Prevenir la Violencia Contra Las Mujeres, PreViMujer, elaboró un estudio en el Ecuador, junto a la Universidad San Martín de Porres de Perú llamado: “De la evidencia a la prevención. Cómo prevenir la violencia contra las mujeres en las universidades ecuatorianas”. El lanzamiento del estudio se hizo el miércoles 26 de enero de 2020, en el salón Neuchatel del Swissôtel en Quito.

Esta es la primera investigación que se realiza en el país y en América Latina, con el objetivo de describir el estado actual de la violencia contra las mujeres en las universidades ecuatorianas; identificar las mejores prácticas y el estado de las investigaciones en materia de prevención de la violencia contra las mujeres en las instituciones de educación superior en el mundo; y proponer un modelo de prevención integral de la violencia contra las mujeres en las universidades.

Viviana Maldonado Posso, directora del programa PreviMujer mencionó que “este estudio responde a una propuesta y a un modelo de gestión y de prevención” que se ha trabajado en universidades otros países, como Perú. Para esto tomaron como base un estudio realizado en la Universidad de San Martín de Porras de Perú. Este estudio se denomina “La Violencia contra las Mujeres en las Universidades Peruanas. Prevalencia e Impacto en la Productividad Académica en las Facultades de Ciencias Empresariales e Ingeniería que contiene encuestas aplicadas a 3508 mujeres y 3456 hombres de 34 universidades en 22 regiones peruanas y determinó el impacto académico de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja.

El segundo antecedente es un estudio sobre la relación de la violencia con la economía realizado en Ecuador que se denomina “El impacto invisible en las grandes y medianas empresas privadas de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja (VcM)” que determina que la violencia contra las mujeres ocasiona una pérdida de productividad para el sector empresarial de más 1.786 millones por año, equivalente al 1,65% del Producto Interno Bruto, de Ecuador. Estos dos trabajos de la situación de Perú y Ecuador sirvieron como antecedentes para el estudio de la violencia que sufren las mujeres en las universidades del Ecuador.

El Dr. Arístides Alfredo Vara Horna, investigador principal del estudio y docente de la Universidad San Martín de Porres dijo que después del estudio que se realizó para medir la pérdida de productividad que ocasiona la violencia contra mujeres en el sector empresarial “no podíamos dejar por fuera a las universidades. Las universidades son importantes en nuestra sociedad porque contribuyen con tres valiosas misiones: formar profesionales con sólidos valores; promover la investigación y creación de conocimiento y construir cultura, desarrollar cultura y transmitir esa cultura a la sociedad”, mencionó Arístides. Por lo que el estudio dentro de las universidades era necesario, para conocer cuántas estudiantes, docentes y mujeres del personal administrativo estaban siendo agredidas por sus parejas, ex parejas u otros integrantes de la comunidad universitaria.

En Ecuador 16 universidades públicas y privadas abrieron sus puertas para desarrollar la investigación, y participaron también estudiantes, docentes, personal administrativo y autoridades.

 

El Dr. Arístides explicó que se realizó un diagnóstico, donde se capturó la prevalencia de la violencia ejercida por la pareja u otros integrantes, se revisó el contexto en el que ocurre, las razones culturales o las actitudes a favor de la violencia y los efectos que tiene en el rendimiento académico y laboral.

Dentro del estudio se encuestó a 23.261 estudiantes y 4.064 docentes y personal administrativo “hasta ahora no hay una investigación, salvo esta, que se haya centrado también en el estudio del personal docente y administrativo. Casi todos los estudios se han centrado en estudiantes. Pero eso no es muy útil si queremos hacer una estrategia de prevención”, explicó Arístides.

 

 

Estudiantes de la comunidad universitaria agredidas

El estudio dice que en Ecuador 1 de cada 3 estudiantes universitarias reporta haber sido agredida alguna vez por su pareja o expareja, desde que está en la universidad: 1 de cada 5 estudiantes ha sido agredida por sus parejas o exparejas, un promedio de 18 veces; y 1 de cada 3 estudiantes mujeres ha sido agredida por otros integrantes de la comunidad universitaria, 10 veces en promedio.

 

Docentes y personal administrativo agredidas

Docentes y personal administrativo también reportan haber sido agredidas por sus parejas u otros integrantes de la comunidad universitaria. Alrededor de 30 de cada 100 docentes mujeres han sido agredidas por sus parejas o ex parejas y aproximadamente el 20% ha sido agredida por integrantes de la comunidad universitaria. Entre los tipos de violencia sufridos están:

 

A consecuencia de esto, las mujeres de la comunidad universitaria que sufren violencia pierden casi 29 días de productividad académica y laboral al año; esto transformado en costos equivale a más de 68 millones de dólares en costos indirectos al año. Este monto equivale al 3,13% del presupuesto nacional universitario.

Arístides Alfredo Vara Horna, psicólogo y docente de la Universidad San Martín de Porres, en Perú, en una entrevista para Wambra, mencionó que les llevó tres años y medio realizar el estudio. Entre las actividades realizadas durante ese tiempo, está el levantamiento de información, la propuesta de prevención y el lanzamiento del estudio “esto no se hace de un día para el otro, es un tema complejo”, recalcó Arístides.

Él observa que la actuación de las universidades para prevenir violencia contra las mujeres está en “hacer un diagnóstico y ver qué está pasando en la Universidad. Ya tenemos las metodologías, tenemos las herramientas para que lo puedan hacer. Después de eso es cuestión de organizarse y saber qué medidas de prevención se puede tomar; de esa manera sabrán cómo orientarse.” A lo que explicó que no se trata de identificar caso por caso, de ser así se vuelve una persecución. Es cuestión de producir cambios culturales, formativos y sociales, “por eso el modelo de prevención que proponemos busca un cambio organizacional, más que tratar de identificar caso por caso”.

Para medir el impacto que tendrá el modelo preventivo que presentan, las universidades deberán tener su línea base, empezar a realizar acciones para la prevenir la violencia, así debe evaluar cada año para saber si está funcionando o no. “Si no funciona, habrá que hacer ajustes”, explicó Arístides.   

Para realizar eso, las universidades deben aprender a identificar lo que pasa con estudiantes, docentes y personal administrativo, “la violencia es destructiva”, dice Arístides y explica que tanto la persona que es agredida como el agresor dejan de ser productivos, acarreando con esto una serie de problemas que afectan su rendimiento de manera notable. “La violencia produce una serie de problemas y las universidades necesitan tomar conciencia de eso, las universidades necesitan tener claridad de qué está pasando con sus docentes, administrativos y estudiantes y sobre eso, ver cómo poder incidir en el cambio”, concluyó Arístides.