Sin protección en la sala de emergencia
Por: Redacción Wambra @wambraec
Lilian* es médica de emergencias en el Hospital General Guasmo Sur de Guayaquil, el hospital público más grande del país, según el Ministerio de Salud Pública, y que lleva el nombre del barrio donde está ubicado, uno de los más populares de la ciudad. En este hospital se registró la primera paciente con COVID19 en Ecuador, el 1 de marzo de 2020.
Las condiciones en las que trabaja el personal médico del hospital en primera línea de atención a la enfermedad, no son las más adecuadas, afirma Lilian: “Las mascarillas N95 solo dan a Triage y Consultorio 1 de Emergencia, yo he tenido que ir con mi propia protección, porque no te dan las N95, peor aún los visores”. Otra medida de cuidado que afirma no se estaba tomando es la separación de los pacientes bajo sospecha y los que acuden por otro tipo de enfermedades. “El consultorio de contingencia donde examinas a los posibles COVID19 es ahí mismo en la emergencia, donde hay más pacientes ingresados, y los doctores circulan sin ninguna protección”. Asegura, además, que en el hospital dejaron de tomar en cuenta a las mujeres en lactancia como grupo prioritario, por lo que considera que ellas corren más peligro.
Lilian cuenta que alrededor del 15 de marzo hicieron dos Triages, una para respiratorios y para los demás pacientes, y siete días después el hospital recién les proporcionó la mascarilla N95, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir el contagio. Para entonces la provincia de Guayas ya registraba 607 personas contagiadas con el virus, de las cuales 408 eran de Guayaquil.
Lilian hace turnos de 24 horas cada tres días y sabe que, de no contar con las medidas mínimas de seguridad, no podrá evitar el contagio, además teme perder su empleo por expresar lo que está sucediendo en el hospital, pero también teme por su salud, su vida y la de su familia.
Lilian* es un nombre ficticio, para proteger la identidad de la trabajadora de la salud que accedió a contar esta historia.