Entrevista a Germán y Mariana de Agalon Producciones – Argentina
Por Verónica Calvopiña @kinoraxx / Ana Acosta @wambraradio
Trancripción Manuel Solórzano @manustacey
Mariana: Agalón es un colectivo audiovisual de Argentina, que busca mostrar la realidad de la resistencia a la mega minera en Argentina. Se funda en 2009 con un documental que se llama “La fuente del jardín de tus arterias”, y en el 2012 sacamos el segundo documental “Desiertos de Piedra” que trabaja empalmado con el libro “15 mitos y realidades de la Minería Transnacional en la Argentina”, que busca un poco desmitificar los mitos que proponen las mineras el momento que se quieren ubicar en territorio.
WR: ¿Qué historias han contado en sus documentales?
Germán: En el primer documental buscábamos reflejar lo que sucedía en la organización asamblearia porque se hablaba mucho en Argentina en ese momento, de una reacción ecologista, que se daba desde la cordillera contra la gran minería. Y lo que uno veía cuando recorría el territorio no eran ecologistas “convencionales” era pueblo organizado. Entonces, el escenario era distinto, por supuesto tomaba elementos propios de la defensa del agua pero era mucho más que eso, era muy interesante, eran pueblos cordilleranos históricamente atacados o históricamente olvidados, que reaccionado frente a este tipo de emprendimientos mega extractivos se organizaban y lograba expresiones políticas y sociales enormes.
En el primer documental contamos lo que sucedió en Loncopue, en Neuquén, en Tirogasta y Famatina la Rioja, que son tres asambleas históricas de la lucha socio-ambiental en Argentina; que no permitieron el ingreso de la mega minería, y siguen resistiendo.
Germán: El segundo documental “Desiertos de piedra”, como decía Mariana, que está hecho en base a un libro “15 mitos y realidades de la minería Transnacional en la Argentina”, que es un libro fue muy importante en Argentina; bueno en libro es de Maristella Svampa, Norma Giarraca, Quique Viale, Mirta Antonelli, etc., un libro que sirvió para desmontar la mitología de la gran minería. Nosotros lo que hicimos fue tomarlo como herramienta y crear un material audiovisual, que pueda dar cuenta de esa construcción mitológica.
WR: ¿Qué les incentivó a contar estas historias del extractivismo?
Mariana: Cada uno tiene un recorrido previo, en mi caso con pequeños productores con comunidades indígenas; en el caso de German, siguiendo la lucha socio-ambiental de Gualeguaychú frente a las pasteras con Uruguay, con Fray Bentos. Y bueno ahí nos juntamos, él estaba filmando toda la cuestión mega minera.
German: A mí en particular lo que interesó siempre fue la organización asamblearia, la organización popular; el pueblo que se empodera y toma en sus propias manos su destino; y eso en la altura en que la tomamos – 2006, 2007- se dio como movimiento socio-ambiental. El eje que de alguna manera enhebra todas estas reacciones y construcciones sociales, del lado del enemigo, se llama extractivismo.
WR: ¿A través de su lente que impactos han encontrado de la mega minería, del extractivismo, en Argentina?
Germán: En Argentina, la actividad mega minera se puede hacer un paralelo con el Ecuador, porque es una cosa nueva. Ahí uno puede hacer la distinción con Chile o Perú que son países de tradición minera. Tanto en Argentina como Ecuador lo que sucede con la gran minería es que va a contra pelo de la realidad productiva, social y económica, porque no hay una tradición histórica de ese tipo de explotación.
Eso de alguna manera colabora a la hora de la reacción popular y también genera una conflictividad enorme, porque simplemente no es algo conocido, es algo nuevo, se vive como una amenaza social. Una amenaza que pone en jaque la cuestión del agua, en áreas en la que el agua que es vital para el desarrollo de las comunidades.
Entonces, el primer impacto que tiene la gran minería es la búsqueda de la fractura social, la fractura en los pueblos. Eso se vive en todos los puntos en que se ha dado la resistencia porque de un lado tienes este discurso de la gran minería en torno al desarrollo, el progreso, que van atraer fuentes de trabajo, encadenamientos productivos; este es un discurso que se escucha desde Canadá hasta Tierra del Fuego, el discurso de la minería en todo lado, es el mismo.
Y del otro lado tienes una población que hace preguntas, empieza a preguntar: ¿Qué va a pasar con el agua? ¿Qué va a pasar con nuestra producción histórica, nuestras maneras de sentir, de producir? Sobre todo cuando se da en contexto de oasis regado, eso también hay que entenderlo. En Argentina se da muchas veces, la búsqueda de llevar este tipo de emprendimientos en áreas que viven solamente del agua que baja del cerro, son oasis regados que solamente logran la producción con esa agua que baja del cerro, y la gran minería busca instalarse en las cuencas donde nace el agua, entonces hay una amenaza directa de todo lo que hay aguas abajo.
Bueno, surge este tipo de preguntas, y en inicio, existe una confrontación entre la población que muerde el anzuelo del progreso y del desarrollo, y la gente que va a ver que eso no es tan así; va a buscar a otros lados, va a Perú, ve Chile; y descubre por ejemplo el caso Quillagua en Chile. Es un pueblo al norte de Chile, que ha sido secado por completo por la gran minería estatal por Codelco, que en 2000 desbordo dos diques de cola “talambre” y “el indio”, ese material entró en el Río Loa, que es el río más largo de Chile y cambio las cualidades fisio-química del agua, y Loa se quedó sin poder regar.
Justamente Quillagua está en medio del desierto de Atacama, el desierto más seco del mundo, un desierto que había sido explorado y producido por los Incas que vivían en aquella época entre 6mil y 7mil personas según se tiene registro, con aquellas formas del desarrollo las formas asociadas al Buen Vivir. Y hoy, con esta forma de desarrollo uno ve que no viven más de cien personas en Quillagua. No se pudo producir más la tierra, la recolección de camarones de rio que era una actividad habitual no se pudo llevar más acabo. Y ellos viven ahora de agua que les traen camiones, los domingos no tienen agua.
Mariana: La luz la tienen a partir de la 5pm de la tarde y tengamos en cuenta que de las 100 cien personas que viven allí, el 75% son adultos mayores, es una población prácticamente en vías de desaparecer. Todas las condiciones que viven allí están enmarcadas, justamente en que desaparezca la población.
Germán: Esto es interesante porque cuando uno hace análisis económicos; el Producto Interno Bruto PIB, de la región donde esta Quillagua es similar al de Japón o al de Inglaterra, un Producto Bruto enorme. Y Quillagua no tiene agua, no tiene para vivir. Entonces Quillagua es un caso particular porque nos parece que es un pueblo metáfora que te cuenta la problemática del continente: un pueblo devastado por el desarrollo.
WR: ¿Cuál es el hilo conductor que ustedes encuentran desde el inicio de su viaje hasta llegar acá al Ecuador, en estas historias que están construyendo para este documental?
Mariana: Yo creo que las historias se van repitiendo en todos los lugares. Y a nosotros nos cuesta mucho masticar lo que estamos viviendo porque es muy fuerte, o sea, Chile es un lugar que para nosotros a nosotros nos ha absorbido profundamente; hay una realidad muy complicada, incluso la cuestión Mapuche es bastante impresionante, creo que me quedo corta con las palabras. Y… Perú ha sido impactante, incluso en su diversidad de producción, entonces esa contraposición de decir: bueno tienen un montón de desarrollo productivo e instalar un minera que sentido tiene. Y bueno, ni hablar de Ecuador que nos encontramos con un panorama que es precisamente no era el que se ve desde afuera, cuando uno consulta, averigua o lee.
Germán: la intensión del ciclo es pensar la crisis del Capitalismo global, algunos lo plantean como crisis civilizatoria que es mucho más que una crisis del Capitalismo. Y a partir de ahí, leer qué es lo que han hecho los distintos países de Latinoamérica con eso.
Pero bueno, más allá de las distintas visiones que recogemos en el ciclo, buscar que han hecho con esas crisis, significaba hacer un debe y haber de los llamados gobiernos progresistas latinoamericanos; que habían hecho ellos desde el 1999 en adelante, desde el gobierno de Hugo Chávez. Y ahí lo que uno ve es justamente esto que planteábamos al principio: la expansión de la frontera extractiva, la violación sistemática de los Derechos Humanos; esto hay que recalcarlo: es una violación sistemática, no es una violación aislada, una violación parcial, en algunos casos aislados como producto de algún terrorista que se le ocurrió ponerse una máscara negra y salir a atacar a los estados revolucionarios. Acá, lo que hay es una búsqueda de los gobiernos de izquierda del continente y también los de derecha de apostar a la industria extractiva. Es decir, apostar a la industria extractiva con las nuevas tecnologías que tiene la industria extractiva a la mano; el caso de la soja, el caso del petróleo con el fracking y el caso de la gran minería significa la expansión de la frontera, cuando se expande la frontera se alteran territorios, se avanza sobre territorio que no había sido tocados. Y cuando se hace eso sin consulta, se atropella a las poblaciones y se viola de manera sistemática los derechos humanos. Eso es lo que sucede y eso seria de alguna manera un hilo conductor.
Yo no creo que sea bueno quedarse con una línea continuista porque los países de Latinoamérica son distintos y los gobiernos han hecho cosas diferentes. Y hay que ver con lupa, porque el neoliberalismo esta a la vuelta de la esquina. Entonces nosotros tenemos que poder ver las migajas de cosas buenas. En algunos países eso se hace muy complicado como por ejemplo en Chile, como decía Mariana. Chile es un país muy interesante porque es un muy ordenado, y el orden tiene esa cualidad, esta todo ordenadito. En Chile, ellos creen que no hay corrupción, hay un consenso entre ellos de que la corrupción no existe. Y uno ve mientras tanto que el empresario de la minera cuando empieza un gobierno va al gobierno y es asesor o directamente Ministro de Economía o Ministro de Minería; cuando termina su gestión pública vuelve a la actividad privada. Entonces no es necesaria la corrupción cuando ya está ordenada de esta manera, el saqueo de los recursos del país. Porque insistimos con esta cuestión de Chile, porque nos da la sensación que Chile aparece como un modelo en la cabeza de Rafael Correa, nos da esa sensación. Incluso cuando escuchamos la actividad de Codelco, y la relación entre Codelco y esta empresa petrolera chilena que aparece aquí. Codelco es la que arruinó Quillagua, ¡Codelco seco Quillagua!, Codelco nunca se hizo cargo de nada.
Hablemos un poco más de Chile. El Sernageomin, que es el Instituto encargado de controlar la gran minería en Chile, fue hacer investigaciones al respecto de Quillagua, toma muestras del agua y en el agua había xantato, el xantato es un producto que esta íntimamente relacionado con la minería de cobre. Sernageomin determinó que el agua estaba contaminada con xantato, pero no relacionó xantato con Codelco. Como no hay relación, no hay pena. Entonces la empresa estatal no se hizo cargo de nada.
WR: ¿Cuáles fueron las realidades y mitos que ustedes pudieron descubrir en este documental?
Básicamente son dos o tres los que proponen la propaganda mega minera en todo el mundo, y en Latinoamérica bien claramente.
El primero tiene que ver con la minería como una necesidad de la humanidad. No se puede vivir sin minería. Usted tiene ahí su ropa, su auto, entonces la minería es necesaria, porque usted quiere vivir de esa manera, si no viva en la selva. Entonces uno hace un análisis un poco mas serio y ve que el 50% de la inversión en gran minería es en oro. De hecho, la gran minería le interesa lo metálico, así que hablamos de gran minería metálica ¿para qué se usa el oro en el mundo? Las propias empresas mineras informan y se usan fundamentalmente para joyería y para acumulación. Entonces uno se pone a pensar: ¿Cómo es que la joyería es una necesidad de la humanidad?
La cuestión del uranio ¿el uranio es una necesidad de la humanidad? El uranio se utiliza en el mundo para generar energía eléctrica, tiene muchas aplicaciones pero cuando uno ve la demanda el 99.99% se distribuye para generar energía. Ahora ¿dónde está el mandato divino que indica que la energía eléctrica debe se producida a partir de uranio? Si no hay ese mandato entonces el uranio no tiene nada que ver con las necesidades de la humanidad.
Otra mitología muy difundida: la generación de empleo. La gran minería trae empleo, trae trabajo, todo el mundo va a trabajar con la gran minería. Cuando uno ve los países donde la gran minería se ha desarrollado históricamente, salta la incapacidad que ha tenido la actividad minera de generar empleo. Ahora no recuerdo números pero no supera 3 puntos de la población económicamente activa, en Chile y en Perú ¿Por qué sucede eso? Porque son enclaves extractivos, los enclaves no generan encadenamientos productivos. Esto si sucede en Australia o Canadá y bueno ellos pueden hablar de que se generan encadenamientos productivos. Lo que nosotros como Latinoamericanos tenemos que tener bien en claro es que eso no va a pasar acá. ¿Por qué no va a pasar? Porque no pasó nunca, eso no pasó jamás, y mega minería hay hace rato, vayamos a ver lo que pasa en Chile o Perú. ¿Cuál es el efecto que ellos quieren generar? Es en el momento de la construcción. El momento de la construcción del emprendimiento si se toma financiamiento, ahí se genera empleo porque se debe de montar la estructura. Eso dura un año, después se termina.
Le doy un ejemplo en Argentina: un mega emprendimiento “Potasio-Rio Colorado” en Mendoza. Era un emprendimiento que pretendía consumir la misma cantidad de gas que consume toda la provincia de Mendoza. Y la generación de empleo que iba a traer era de 350 a 400 puestos de trabajo. Entonces uno se pone a pensar ¿Qué está haciendo un país que está rematando sus míseros yacimientos gasíferos para la generación de 350 empleos? Es una locura de geopolítica o estratégica, más allá de todo análisis que podamos hacer.
Después esta la cuestión de que la gran minería puede ser amigable con el medio ambiente o controlada. Una falsedad desde el principio hasta el final. Ellos plantea: toda actividad humana contamina. Ahora ¿Cuál es la realidad? Hay un consenso mundial, hay cuatro o cinco actividades tipo de actividad productivo extractiva, que son las más contaminantes del planeta; está la petrolera, las pasteras y a la cabeza de esas empresas esta la gran minería. Vamos a la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), en la época de Bush, te dice textualmente: la gran minería es después del calentamiento global, la mayor amenaza para los ecosistemas del mundo. Y ¿Por qué es la mayor amenaza de los ecosistemas del planeta? porque lixivan, porque sus mecanismos y tecnologías consumen una enorme cantidad de agua, y no tienen forma de controlar los procesos que pueden llevar a contaminar las aguas cuando hay drenajes ácidos. Es inevitable como efecto de la gran minería. No existe en el mundo otro tipo de actividad productiva o extractiva con el potencial de contaminación que tiene la gran minería.
WR: ¿y de la resistencia antiminera qué han encontrado?
Mariana: es muy linda (Risas)
Germán: hay un enemigo común, por lo tanto hay puntos de contactos en las resistencias. En todo el continente este tipo de actividades hacen que los vecinos de un lugar hablen entre si y tenga un punto de contacto, un punto en común a partir del cual construir, una posición común de defensa.
Eso pasa en Freirina, ese lugar donde quería instalar 2 millones y medio de chanchos, y la población ya no podía soportar el olor a mierda. Y el Estado en vez de escuchar a la gente no podía soportar el olor a mierda, mandó a la policía militar, a los carabineros para cagarlos a palos y la gente se tuvo que defender y por supuesto, fueron acusados de terroristas. Pensemos ¿Qué pretendía el Estado que hicieran? pretendía que la gente viviera con olor a mierda y que se callara la boca porque no tenia nada que decir porque eso es desarrollo.
Freirina un pueblito chiquito, no acostumbrado a ningún tipo de reacciones, despolitizado, como todo el continente, que estamos mirando la política medio de costado. Y de repente le quieren pasar por arriba y no les quieren pasar por arriba individualmente, no es que te quieren pasar por arriba a vos, no, le quiere pasar por arriba a tu pueblo entero, porque tu pueblo es el que no vale. Recorren instituciones por ejemplo: van a la justicia y ¿Qué les dice la justicia? Ustedes tienen que callarse, no tienen derecho. Van a reclamarles a los representantes ¿Qué les dicen los representantes? Eso es desarrollo usted no tiene nada que decir. Entonces cuando el recorrido institucional se agota, aparecen los vecinos, la gente empiezan a hablar entre si. Y cuando empieza hablar entre sí, lo que aparece es poder social, es algo que aparece de repente, desde abajo y cuando aparece el poder social, el extractivismo desaparece, vuela por los aires.
Acá no hay leyes, o sea, no digo que no allá que avanzar por ese lado, pero de fondo la realidad es que los medios de comunicación, la legislación, la justicia, el ejecutivo, desde el neoliberal hasta el revolucionario, todo eso va a ir a favor de una forma de extractivismo; y lo único que tenemos para defendernos son nuestros vecinos, son las diferencias que tenemos que aceptar con esos otros que no han enseñado históricamente desde chiquitos que tenemos que correr para nosotros hacernos paso y seguir adelante; tenemos que tirar todo eso abajo, empezar a escucharnos, superar nuestra diferencias y a partir de ahí poder construir resistencias, que puedan dar cuenta de este tipo de actividades.
Más información:
Web Agalón Producciones http://www.agalon.com.ar/index.php