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Guayaquil de mis desamores

3 temas pendientes para celebrar a la ciudad

 

 

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2

 

 

Publicado 09 de octubre del 2022

 

Guayaquil de mi amores, así es como cada ecuatoriano y ecuatoriana conoce a la Perla del Pacífico, por ese pasillo ecuatoriano interpretado por Julio Jaramillo, el ruiseñor de América, que para muchas y muchos sigue siendo ese himno que atrapa, que despierta nostalgias: “Tu eres perla que surgiste del más grande e ignoto mar, y si al son de su arrullar en jardín te convertiste; soberana en sus empeños nuestro Dios formó un pensil con tus bellas Guayaquil; Guayaquil de mis ensueños”. 

Actualmente Guayaquil pasó a ser de los desamores, por los problemas que atraviesa. La ciudad el 09 de octubre cumplirá 202 años de Independencia y tiene algunos temas pendientes para celebrarla.

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La pandemia de la inseguridad

La Policía Nacional del Ecuador reportó desde el 01 de enero hasta el mes de julio 756 muertes violentas en la Zona 8 de la provincia del Guayas que comprende las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón. Según el Coronel Henry Herrera Limaico, de la Dirección de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión, Dinase, los hechos violentos han dejado como resultado el fallecimiento de tres menores de edad y los sucesos estarían vinculados a “organizaciones criminales que se disputan la hegemonía o el control de territorios para el acopio y venta de estupefacientes”.

Fernando Bastías, parte del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, encargado del área de incidencia y litigio estratégico, dijo que la respuesta que ha dado el Estado frente a las dinámicas de violencia ha generado una “segregación diferenciada, en algunas comunidades de manera racial, en otra de clase, pero siempre separándolos y diciéndoles: ‘tu comunidad deja de ser sujeto de derecho, dejan de ser personas que tienen derecho a gozar de su ciudad, por eso merecen la militarización, la violencia porque son barrios violentos”.     

Según Bastías la mayoría de estás comunidades tienen características similares y que son empobrecidas; sin embargo, construyen sus propios procesos organizativos para tratar de superar esa barrera estructural, a pesar del abandono del Estado.

Un caso específico es el de la comunidad Socio Vivienda II que desde el 05 de septiembre está militarizado, al menos 500 miembros de la Fuerza Pública, Policía Nacional y Fuerzas Armadas llegaron por las escenas de violencia viralizadas en redes sociales, por el enfrentamiento entre dos grupos violentos, según informó CDH-GYE a través de un pronunciamiento.

El mismo pronunciamiento destaca que la recurrente militarización de esa comunidad “no ha constituido una solución real a la problemática de inseguridad, al contrario, ha agudizado las condiciones de segregación y criminalización de sufren al menos 3.000 familias, pues imponen ambientes similares a zonas de guerra, violando el derecho a la integridad personal de niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas con discapacidad, adultos mayores, entre otros grupos, al instaurar miedo e incertidumbre”.

Además, la comunidad lleva un proceso en la Corte Constitucional por el derecho a  la vivienda digna; sin embargo, “medios de comunicación y el mismo gobierno los ataca como una de las comunidades más violentas, pero resulta que la violencia ellos la reciben con falta de política pública en el tema social, recreativo. La militarización es una medida violenta que ataca el tejido social”, agregó Bastías.

A esto se suma que, Guayaquil ha vivido cinco masacres carcelarias en la Penitenciaría del Litoral, desde febrero de 2021 hasta octubre de 2022, sin tener ninguna respuesta ni garantía del Estado para contrarrestar el problema de la crisis carcelaria. 

Para Bastías, los y las guayaquileñas son gente trabajadora a pesar de tener una historia donde la oligarquía ha controlado el poder político y económico, aún así todos los días salen a trabajar para mantener a sus familias y poder cambiar su contexto a nivel comunitario, pues el proyecto político que ha administrado a Guayaquil durante 40 años no solamente se ha dedicado a posicionar el poder político en “manos de unos cuantos y ha creado un modelo de ciudad neoliberal, una acumulación de acceso a derechos en una determinada zona y el resto de barrios periféricos que vean cómo se las arreglan. A todo esto, Bastías agregó que en la Independencia de Guayaquil “recordamos a quienes luchan y lo intentan todos los días a pesar de no tener trabajo por las políticas neoliberales de Guillermo Lasso”.  

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Una movilidad cuestionable

Jessica Zambrano Alvarado, periodista cultural, co-fundadora de Indómita Media y ciclista urbana dijo que el tema de la movilidad en Guayaquil es cuestionable, porque la ciudad está construida solo para vehículos y que el Centro Urbano ha tenido desplazamiento de sus edificios patrimoniales, de casas que se constituían como ejes centrales de la historia para construir parqueaderos. De primer momento se intentó construir una ciclovía en Guayaquil, que fue propuesto por Gina Galeano, ex concejala de la ciudad, para a través de un circuito conectar desde la calle 10 de agosto, hasta el Malecón y la avenida Barcelona. Sin embargo, toda la señalética y lo que se intentó construir está borrado, los “vehículos del mismo municipio se parquean ahí”, agrega Jessica.

Según Jessica hay un nuevo intento de construir una ciclovía que va desde la avenida Barcelona hasta la calle Aguirre, pasando por el Mercado Central, pero esas calles no están “delimitadas ni cuidadas para que sean un circuito para que los y las ciclistas puedan circular de manera segura”.   

El Municipio de Guayaquil informó que  desde julio de 2022, entró en vigencia una Ordenanza que regula el uso de la bicicleta y vehículos de micromovilidad en el cantón Guayaquil incorporando una pirámide invertida de movilidad que establece prioridades para quienes caminan; van en bicicleta; vehículos de emergencia; transporte público y autos privados y motos. 

Foto: Municipio de Guayaquil

 

Para Jessica es necesario que se dé una activación ciudadana para priorizar los espacios que se transitan, además de una fiscalización y una propuesta desde la agencia de tránsito municipal para que la prioridad sea realmente de las personas, los y las ciclistas y no solo los vehículos. De hecho, la Ley Orgánica de Transporte Terrestre Tránsito y Seguridad Vial, en su artículo 204 dispone que las personas ciclistas tienen derecho a transitar por todas las vías públicas; disponer de vías de circulación privilegiada y espacios gratuitos y libres de obstáculos, entre otros. Además la décima segunda disposición de la Ley dice: “En los Planes Reguladores de Desarrollo Físico y Urbanístico, los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales deberán contemplar obligatoriamente espacios específicos para la construcción de ciclovías”, según Jessica, no se está cumpliendo a estas disposiciones.

Otro de los puntos críticos de la movilidad en bicicleta es el tema de las denuncias, pues asegura que no cuentan con instancias que “te garanticen que puedas denunciar y tener un buen proceso”.  Por lo que hasta que esto se cumpla Guayaquil seguirá siendo una ciudad en la que ser ciclista es un riesgo y donde los autos dominan la movilidad.

   

 

¿Qué pasa con la cultura en Guayaquil?

Amanda Velasco, licenciada en artes visuales con mención en poéticas pictóricas, dice que los espacios culturales en Guayaquil están a cargo de los ministerios como el Museo Antropológico de Artes Visuales del Ecuador que, “no está teniendo la repercusión que debería, está muy olvidado por falta de financiamiento del Ministerio de Cultura y hace poco fue censurado por la municipalidad”. Este museo abarca toda la historia guayaquileña desde el arte visual, por lo tanto, es un espacio que, al igual que la Casa de Cultura, no debería perderse. En contraposición a eso, están surgiendo nuevas casas de galería privadas en su mayoría, en la zona céntrica de Guayaquil, que a pesar de ser bueno, no es suficiente que se quede en una zona específica.

Para Amanda a la ciudad de Guayaquil le hace falta trabajar en la gestión cultural, planificación, estructurar proyectos culturales dentro de los organismos competentes como el Municipio o el Ministerio de Cultura. Además, es necesaria la gestión para llevar proyectos de artistas y gestores hasta las comunidades para transmitir el arte y la cultura a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “No hay una inversión ni proyección seria para potenciar un mercado cultural dentro de la ciudad, porque ni siquiera se pueden garantizar los principales niveles que un proyecto requiere como: seguridad, mantenimiento y distribución”.

Pues la falta de espacios culturales afecta la economía de las y los artistas guayaquileños porque no hay demanda cultural, pero también afecta a la identidad cultural de la ciudad; a esto se suma, la falta de conocimiento de las personas sobre las actividades culturales que se realizan en la ciudad, por lo que es necesario que los organismos competentes se articulen y empiecen a trabajar para generar ese conocimiento.