Diversos colectivos, organizaciones y personas de todas las provincias del Ecuador, reunidas y articuladas entorno a la defensa del Yasuní, los derechos humanos y la vida, hacemos la siguiente declaración:
Consideramos que el extractivismo, como práctica del sistema capitalista, genera desigualdad, pobreza y destrucción en la sociedad, así como la devastación del medio natural, especialmente lugares megadiversos del mundo, donde se pretende llevar a cabo la explotación de recursos no renovables.
Creemos en el Sumak Kawsay como paradigma de una vida digna, armónica y equitativa; el verdadero “Buen Vivir” no puede contemplar la depredación de la naturaleza ni la vida de los seres humanos.
Consideramos que las nuevas formas de acumulación del capital mantienen un sistema económico de desigualdad social, en el que las élites (locales e internacionales), pretenden beneficiarse de los llamados recursos naturales existentes en lugares que no habían sido explotados; razón por la cual este tipo de acumulación es residual y terminal. Debido a esto nuestra lucha se proyecta como una alternativa al modelo burgués extractivista.
Entendemos y rechazamos que la explotación del Yasuní es el resultado de una política extractivista más amplia del gobierno, que se materializa en medidas como: la XI ronda petrolera, la expansión de la minería a gran escala, la introducción de transgénicos, la profundización de un modelo agro-industrial de monocultivos, etc.
Por eso, creemos en la iniciativa de mantener el crudo bajo el suelo en el Yasuní – ITT como un emblema nacional e internacional que supone un primer paso para avanzar hacia modelos post-extractivistas, hacia otras formas de vida socialmente justas y ecológicamente sostenibles.
Insistimos en que el agotamiento de los recursos fósiles tanto en el Ecuador como a nivel mundial es una realidad inminente, por lo que una transición hacia el post-extractivismo no es sólo una opción deseable, sino una vía inevitable.
Estamos conscientes de que no existe una explotación petrolera “responsable” que no genere gran impacto ambiental, más aún cuando hemos sido testigos de cuarenta años de contaminación y depredación en nuestra Amazonía.
Nos oponemos a toda actividad que atente contra los derechos humanos y los derechos de la naturaleza, garantizados en los Artículos: 10, 11, 57, 71, Y 74 de la constitución ecuatoriana. Es decir, que ponga en riesgo la vida de la flora, fauna y comunidades existentes en la zona, más aún si se trata de pueblos en aislamiento voluntario.
Defendemos la identidad plurinacional, la cosmovisión de los pueblos ancestrales, así como el patrimonio natural, cultural y genético. Rechazamos el modelo de desarrollo post-neoliberal, basado en la idea del progreso capitalista y patriarcal. Asimismo, apostamos por recuperar una relación equilibrada y armónica entre la naturaleza y el ser humano, y también entre lo urbano y lo rural.
Las mujeres nos declaramos en resistencia al modelo extractivista que afecta directamente a nuestros cuerpos y vidas, pues somos nosotras las que históricamente nos hemos hecho cargo de las consecuencias de la actividad extractiva con la violencia, excusión y despojo que esta genera.
No estamos de acuerdo con la falsa creencia de que el extractivismo resolverá el problema de la pobreza, dado que esta no es un asunto de falta de recursos, sino de distribución de los mismos. Existen alternativas económicas sostenibles y viables a la explotación petrolera que ameritan ser discutidas más ampliamente en el espacio público.
Como movimiento independiente, democrático, de carácter inclusivo y diverso buscamos llevar nuestro mensaje a todos los sectores de la población de manera pacífica. Rechazamos todo tipo de violencia y de criminalización de la protesta social, así como la violación de nuestros derechos constitucionales como la educación, la organización y la resistencia.
Con todos estos antecedentes, amparados en el artículo 104 de la Constitución del Ecuador, y considerando que la explotación del Yasuní ITT es de interés nacional, apostamos por la realización de una consulta popular YA!
Quito, 7 y 8 de septiembre de 2013
Yasunidos y Yasunidas por la vida.