Código Orgánico de Salud: una ganancia a medias para las mujeres

 

Publicado 28 agosto 2020

 

El Código Orgánico de Salud fue aprobado por la Asamblea Nacional el 25 de agosto de 2020, con 79 votos después de 8 años de debate . Varios puntos favorables para la vida de las mujeres se incluyen en el texto, como la obligatoriedad de la atención a las mujeres que llegan con emergencias obstétricas, sin embargo, existen temas como la maternidad subrogada, que preocupa a las organizaciones de mujeres. ¿Cómo entender las implicaciones del nuevo Código de la Salud? 

Varias organizaciones de mujeres y feministas, insisten en que este Código tiene falencias y vacíos sobre los cuales se puede discutir y modificar, pero alertan la grave intromisión, de los grupos a los que llaman “anti derechos”, en la disputa y la demora de la construcción de esta norma que, a pesar de ello, logra ganancias para dignificar la atención y salvaguardar la vida principalmente de las mujeres. El veto presidencial es ahora un tema pendiente sobre el cual varios sectores sociales permanecen en alerta. Apelan a un veto parcial en aquellos artículos que pueden mejorar. 

Sin la plena garantía de estos, las mujeres y personas con capacidad de gestar quedan en la vulnerabilidad. Dadas las graves consecuencias de la falta de acceso, por ejemplo, a métodos anticonceptivos, atención oportuna prenatal o posparto es necesaria la actualización y la progresión de derechos. Considerando que ya existe una normativa sobre la salud y es la Ley Orgánica de Salud pero que no ha sido suficiente y debe estar en sintonía con la Constitución, de ahí la importancia de este Código. 

Virginia Gómez de la Torre, médica feminista y directora de Fundación Desafío, que ha participado del debate durante los ocho años, comenta que respecto a los temas que más rechazo causa a los grupos anti derechos están los que tienen que ver con la autonomía del cuerpo de las mujeres y han dado un tratamiento moralista a estos temas. Para Virginia Gómez la gestación subrogada ha servido para que estos grupos distorsionen el discurso público y aclara: “Ninguno de los colectivos ni feministas, ni los colectivos LGBTI nos atrevemos a imaginarnos siquiera colocar lo de la maternidad subrogada, pero sí trabajamos para que mejore el acceso a la información, anticonceptivos, se respete el secreto profesional,  la confidencialidad, que haya acceso a la educación sexual integral y acceso a los procedimientos que tienen que ver con la maternidad, el embarazo, el parto y eso estuvo siempre en disputa con los grupos anti derechos y de la iglesia que quiso poner obstáculos a los artículos que avanzaban en ese campo”. 

Uno de los artículos que más disputa tuvo fue el de la atención de las emergencias obstétricas, que coloca la obligatoriedad y la garantía de que toda mujer sea atendida de manera celera y efectiva si llega a un centro de Salud con una emergencia relacionada a la gestación, parto, posparto o abortos en curso y al cual estos grupos que menciona intentaban incluir la excepción de la atención apelando al derecho a la vida. La doctora Gómez lo explica de esta manera: “El articulo de las emergencias obstétricas dice que se serán consideradas emergencias los abortos de cualquier tipo y por cualquier causa aparente, lo que indignó a los grupos antiderechos y de a la élite católica. Si esto pasaba, y una mujer llegaba a pedir atención con un aborto en curso y le atendía un médico antiderechos u obstetriz antiderechos, no la atendían. Y el problema es ¿cómo podía saber si la paciente lo hizo voluntaria o involuntariamente?”.  Esta es la razón por la cual las organizaciones feministas demandaron reconocer el aborto como una emergencia obstétrica, la cual no puede ser negada atención. 

El Código Orgánico de salud es un extenso instrumento legal de 8 cuerpos normativos por lo que Pócima Crítica analiza en una serie de programas los avances en el debate de este sobre todo por que aún queda pendiente el veto total o parcial del presidente de la República, que tiene 30 días para emitir su respuesta como manda la ley. 

 

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