Por: Redacción @wambraradio

Chile aprobó tres causales para que las mujeres puedan acceder a un aborto legal: cuando esté en  peligro de vida de la mujer, por  inviabilidad fetal,  y en caso de violación. Esto después de 28 años de lucha de las organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos contra la penalización total al aborto, incluso del aborto terapéutico, decretado en 1989 en plena dictadura militar de Augusto Pinochet.

Un poco de historia

Chile era uno de los países más progresista y avanzado en tema de derecho al aborto. En 1931, el aborto terapéutico ya era legal, incluso antes del derecho de las mujeres a votar, alcanzado recién en 1949. En 1973 la dictadura militar de Augusto Pinochet instaló un régimen de terror y de profundas violaciones a los Derechos Humanos: ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, exiliados políticos.  Entre estas graves violaciones, el control del cuerpo de las mujeres fue una de ellas. Es así que siguiendo la cuota conservadora de las dictaduras de la época, en 1989 el dictador Pinochet prohibió el aborto terapéutico, aquel que permite salvar la vida de las mujeres cuando está en riesgo. De esta forma los Derechos Sexuales y Reproductivos dieron varios pasos atrás.

La dictadura de Pinochet terminó en 1990 y varias luchas empezaron: por la democracia, por la memoria, y una, no muy visible pero muy importante, la recuperación de los Derechos Sexuales y Reproductivos y los Derechos de las Mujeres.

En 2015 este tema toma auge después de que la presidenta Michelle Bachelet,  envía el Proyecto de Ley al Congreso Nacional Chileno para despenalizar el aborto por tres causales: peligro de la vida de la mujer, inviabilidad fetal  y en caso de violación.

Después de más de dos años de debate, el 19 de julio de 2017, el Senado chileno dio paso a la Ley con 19 votos a favor y 14 en contra, lo que se consideró un victoria para las mujeres. Esta ley tuvo la disidencia de la Iglesia y el conservadurismo de derecha, que de forma casi inmediata presentó la solicitud de revisión del proyecto al Tribunal Constitucional.  Todo esto a pesar que más del 70% de  la población chilena apoya la Ley.

Finalmente el Tribunal Constitucional (TC) de Chile ratificó este lunes 21 de agosto, la ley aprobada en el Congreso chileno que despenaliza el aborto en las tres causales, con lo que, negó dos demandas de ilegalidad que presentaron parlamentarios de la línea conservadora.

De esta forma Chile sale de la lista de los países del mundo  que penalizan totalmente la interrupción del embarazo, incluso cuando pone en riesgo la vida y la salud de la mujer. Esta lista la encabeza el Vaticano y en su mayoría son países de América Latina.

Las cifras que dimensionan la grave repercusión que ha tenido la ilegalidad del aborto para la sociedad chilena son alarmantes. Según datos de la Fiscalía de Chile,  recogidos en el capitulo V del “Informe de la Situación de los Derechos Sexuales y Reproductivos en Chile”  realizado por la organización “Miles”, hay 271 personas  procesadas por esta causa, de ellas 182 son mujeres solo en el período entre 2010 y 2014. Estos casos son los que llegaron a la Defensoría Pública, lo que implica que los casos manejados por particulares pueden aumentar la cifra.  Las causales aprobadas son necesarias por los datos que arroja.

Chile
9.991 mujeres requerían una interrupción del embarazo para prevenir el riesgo de su salud

543 casos por inviabilidad fetal

30.000 egresos hospitalarios por embarazos terminados en aborto.

 

Fuente: Ministerio de Salud Pública de Chile, 2012

Si bien estas cifras nos ubican en el contexto de las mujeres chilenas, las del resto del mundo impactan igual. Según la OMS cada año se realizan unos 22 millones de abortos peligrosos en todo el mundo, casi todos ellos en países en desarrollo.

Con la despenalización de las tres causales para un aborto legal, Chile da un paso  para el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos; pero  aún quedan países que tienen leyes restrictivas sobre los cuerpos de las mujeres y su derecho a decidir. En Ecuador, por ejemplo, se contemplan tres causales para un aborto: cuando este se realizó para evitar un peligro para la vida de la mujer, o para evitar un peligro en la salud de la mujer, o cuando el embarazo es consecuencia de una violación a una mujer con discapacidad mental.  Está vigente el debate para ampliar las causales en las que una mujer puede interrumpir su embarazo, una de ellas la causal violación, considerando que el 65% de la población ecuatoriana, según una encuesta de CEDATOS realizada en 2012, está de acuerdo en despenalizar el aborto en caso de violación.