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Esmeraldas: entre el abandono estatal y estados de excepción fallidos
Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2
Publicado el 13 de marzo de 2023
El presidente Guillermo Lasso declaró estado de excepción por sesenta días en la provincia de Esmeraldas, por grave conmoción interna. Según el primer mandatario, el objetivo de esa declaratoria es mantener reforzada la presencia del Estado en el territorio para lograr fortalecer el orden público y reducir los hechos violentos.
Sin embargo, entre el sábado 11 y domingo 12 de marzo de 2023, se registraron siete homicidios en los cantones de Esmeraldas y Atacames, sin tener ninguna respuesta por parte del gobernador de Esmeraldas, Frickson Erazo y del presidente Guillermo Lasso.
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En la provincia de Esmeraldas, al cierre del 2022, se contabilizaron 511 homicidios como resultado de la violencia criminal, mismo que pone en zozobra a la población esmeraldeña que exige la presencia y atención del Estado ecuatoriano. La población denuncia el alto grado de violencia, el cierre de negocios, desplazamientos forzosos, muertes violentas, amenazas, explosiones de bombas, entre otras cosas.
Por ello, el presidente Guillermo Lasso, buscando calmar la conmoción, ha declarado varios estados de excepción en la provincia de Esmeraldas. La medida también ha sido aplicada en otras provincias como Manabí, Guayas y Santo Domingo. El 29 de abril de 2022, el primer mandatario decretó un estado de excepción en Esmeraldas, por 60 días. Hubo el desplazamiento de policías, Fuerzas Armadas para el control y los operativos.
Sin embargo, la violencia disminuyó y el Ejecutivo volvió a decretar estado de excepción el 01 de noviembre de 2022, por 45 días más, debido a explosiones de coche bomba, la retención de guías penitenciarios y la muerte de integrantes de la Policía Nacional. La medida incluida toque de queda desde las 21:00 pm hasta las 05:00 am; además de operativos por parte de la fuerza pública.
Pero nuevamente, el presidente Guillermo Lasso decretó estado de excepción en la provincia de Esmeraldas por 60 días debido a que “las actividades de grupos de delincuencia organizada, cuyas acciones, amenazas y prácticas delictivas se han venido recrudeciendo con mayor evidencia, durante los últimos meses , sucesos cuyo escalamiento pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos y de las fuerzas del orden, su integridad y su vida”.
La medida del presidente abarca el desplazamiento de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, junto con la suspensión del derecho a la libertad de asociación y reunión; el derecho a la inviolabilidad de domicilio; la restricción de tránsito desde las 21:00 hasta las 05:00 a excepción de servidores de salud, seguridad, fuerza pública, servidores públicos, personal del sector exportador, personas que deban trasladarse hacia aeropuertos, abogados, medios de comunicación y personal de otros sectores estratégicos.
A pesar de la medida, entre el sábado 11 y el domingo 12 de marzo en los cantones Esmeraldas y Atacames se reportaron siete homicidios en pleno estado de excepción. El periodista de La Calle Habla de Esmeraldas, Dario Robinson, a través de su cuenta de twitter , expuso que el sábado 11 de marzo, la Policía Nacional halló restos de un hombre en una funda plástica al sur de Esmeraldas. El mismo día, horas más tarde, un hombre fue víctima de la delincuencia en el sector “El Potosí” y por la noche, hubo una balacera en el Malecón del cantón Atacames, donde se consagró la muerte de dos personas y otras personas heridas.
Para la madrugada del domingo, se conoció de un cruce de balas entre dos grupos que aún no se han logrado identificar, lo que dejó como resultado a una persona herida. Los sucesos continuaron y al medio día del domingo, se demostró otra balacera al norte de Esmeraldas, en la cual, Menegildo Palacios, de 68 años de edad, comerciante de pescado del Mercado Municipal fue alcanzado por un proyecto y murió.
“Don Mene”, como era conocido en Esmeraldas, fue activista de DDHH, reconocido como una de las pocas voces históricas de la ciudad. Abordaba temas sobre la inseguridad y la impotencia de orientar a los niños y jóvenes.
Horas después de eso, se conoció del fallecimiento de un ciudadano, quién habría sido asesinado por evitar que le roben sus pertenencias.
“Nos ha quitado todo”
Ismael Bernal, sociólogo y joven esmeraldeño, relata que la crisis de inseguridad por la que atraviesa la provincia de Esmeraldas se remonta hasta finales del 2017, cuando en el Pacífico colombiano, que es zona fronteriza con el norte de Esmeraldas, se dio el proceso de desmovilización de las Farc, que afectó a la zona de Mataje y San Lorenzo.
El 27 de enero de 2018, el Comando de Policía de San Lorenzo fue destruido por la explosión de un coche bomba y para marzo del mismo año, tres periodistas: Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra del Diario El Comercio fueron secuestrados y posteriormente, Asesinados en Mataje, frontera norte con Colombia. Posterior a eso, una pareja de santodomingueños que visitó Esmeraldas fue secuestrada.
Para Bernal, desde que ocurrieron estos hechos, la presencia del Estado fue nula y precaria por lo que en el territorio se insertó en nuevas lógicas de “crimen” como: explosión de coches bombas, extorsión y los conocidos “vacunadores”, que según el sociólogo , no sólo viene de las bandas narco delictivas, sino desde el poder.
A esto se suman las condiciones de pobreza y extrema pobreza, la deserción escolar, la falta de empleo y la alimentación no adecuada por la que atraviesan las familias esmeraldeñas. Hay familias que se están alimentando una vez al día, en el mejor de los casos. Algunos tienen que elegir entre comprar agua o comer, debido al desabastecimiento de agua potable en la provincia. “Eso hace más factible encontrarse con un casquillo de bala, con la muerte y no con un derecho fundamental para la vida humana”, como lo es el agua, dice Bernal.
Según el sociólogo, la problemática corresponde a que el Estado tiene una cobertura parcial del territorio ecuatoriano. “Esmeraldas solo existe para el mapa político cuando se trata de flota petrolera, refinería y turismo”, pero cuando se trata de desarrollo del conocimiento, ciencia, arte, disciplinas deportivas, dice, el Estado es inexistente. Eso facilita el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de las bandas de crimen organizado.
“La violencia es el reflejo del abandono del Estado”
Esmeraldas tiene una tasa de 74 muertes violentas por cada 100.000 habitantes y las cifras siguen aumentando, expresa Ismael Bernal. Pero eso no es lo único, los forenses están cobrando a las familias para que puedan retirar los cuerpos de sus familiares asesinados, sumado a que los vehículos de medicina legal no se dan abasto y los cuerpos son recogidos en baldes de camionetas. “Si no hay dignidad sobre la vida y tampoco un poquito de consuelo en la muerte, realmente no hay una presencia del Estado”.
Bernal cuestionó la invisibilización de lo que sucede en Esmeraldas y la falta de presencia del presidente Guillermo Lasso. Para las familias esmeraldeñas eso es preocupante porque todos los días, las personas son asesinadas o desplazadas por la violencia o asesinadas por levantar su voz para denunciar lo que sucede. Ante esto, la migración crece y cada vez más familias arriesgan sus vidas para cruzar el tapón del Darién buscando mejores días.
Estados de excepción ¿una medida para combatir la inseguridad?
“Para fortalecer la seguridad, no se precisa de un estado de excepción”, asegura Ismael Bernal.
Según el sociólogo, las medidas de excepción están afectando a los negocios que todavía se sostienen, sobre todo, aquellos que abren en horario nocturno. Por ello, los dueños de negocios se reunieron con el gobernador de Esmeraldas, Frickson Erazo, para que se levante el estado de excepción porque la gente necesita trabajar.
El 09 de marzo, comerciantes del cantón Atacames realizó un plantón para exigir al gobierno el cese del estado de excepción. Aseguraron que si el gobernador Frickson Erazo no los escuchaba, se trasladarían hasta Quito para presentar sus reclamos. En videos difundidos en redes sociales, una comerciante del cantón dijo: “necesitamos un instituto, una universidad para que nuestros jóvenes se preparen, para que las madres tengan otra oportunidad. Pero el hambre es más fuerte cuando no hay oportunidad y por eso existe la delincuencia. Esto es un problema social que hay que atacarlo, pero no con estado de excepción, porque sino todos nos vamos a convertir en delincuentes, porque no hay ingresos. A la delincuencia hay que erradicarla con programas sociales”.
Por su parte, otro comerciante advertirá que buscarían nuevas medidas porque están matando el turismo con esta política. A pesar de que la delincuencia acecha a la provincia, «debemos ser escuchados porque requerimos trabajar, el sector hotelero y el comerciante común dan más trabajo que el propio gobierno”, dijo.
Frente a las exigencias de la ciudadanía, el gobernador de Esmeraldas, Frickson Erazo dijo que tiene un compromiso con los comerciantes del cantón Atacames y de la provincia, por ello, aseguró que hablaría con el presidente Guillermo Lasso para que se dé de baja el estado de excepción en los cantones: Atacames, Esmeraldas, Muisne, Quinindé y se focalice en San Lorenzo, Eloy Alfaro y Río Verde. Según Erazo, no nació desde la gobernación el pedido de la medida de estado de excepción.
Sin embargo, los comerciantes no han recibido respuesta. Según Bernal, no están escuchando a la provincia y a su gente, quienes aseguran que los estados de excepción “no sirven”. Sumado a que los controles policiales han sido nulos aún estando en estado de excepción, pues se continúa asesinando a las personas y con ello, se mata la economía, el turismo y la dignidad de las personas.
“Lentamente la ciudad está muriendo. Está en un punto sin retorno y se queda rezagada de la preocupación del Estado. Quiero pensar que no se debe a una cuestión etnocéntrica. En Esmeraldas, la mayoría es población afrodescendiente. Si fueran personas blancas o mestizas, el presidente ya se hubiera manifestado”, dice Bernal.