Los desafíos y encuentros de ser dirigenta

en el movimiento indígena

Entrevista a Katy Betancourt

 

Por: Equipo Wambra *

 

Publicado 23 junio de 2021

Katy Betancourt, es una mujer kichwa de la provincia amazónica de Pastaza, ex dirigenta de la mujer de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, militante y activista que participa de los procesos de construcción, de fortalecimiento de los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas y de las mujeres en la Amazonía de Euador. Esta entrevista fue realizada en el programa Voces y Propuestas.

 

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Usted fue dirigenta de la mujer en una época bastante compleja de la presidencia del ex presidente Rafael Correa, en donde existieron varias movilizaciones fuertes, donde existió persecución a varios líderes y lideresas, defensores y defensoras de derechos humanos, algo ratificado en varios informes. ¿Qué tan complejo fue ser dirigenta de la mujer en una de las organizaciones de representación social más importantes del continente, como lo es la CONAIE?

Bueno, efectivamente como lo acabas de contextualizar, ya el hecho de ser dirigente, hombre o mujer, es complicado para la CONAIE, porque estás como en el ojo del huracán  del contexto político; sobre todo, cuando uno está criticando y haciendo  propuestas que no son acogidas por el Estado. Más aún si somos mujeres.

En mi caso, siendo mujer, con una mayoría del Consejo de Gobierno hombres y además con una lógica organizativa bastante masculinizada. Entonces hay un montón de desafíos, sin embargo, también, hay puntos de encuentro. Es decir, como indígenas y como personas que hemos sufrido las afectaciones de políticas, sobre todo desde el 2015 que fue una movilización bastante grande, ya vimos una orientación política neoliberal por parte del gobierno.

Entonces hombres y mujeres nos afectaban de igual manera estas políticas, pero siendo mujeres eso tiene una particularidad, tanto en el ejercicio de hacer política para hacer defender nuestros derechos, como ya en poder soportar esas políticas por parte del Estado. Entonces, sí hay desafíos que son particulares, por eso aquí estamos yo y muchas otras mujeres que no nos hemos dejado abatir por esas condiciones de desventaja, de desigualdad, sino que seguimos aquí, adelante.

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Justamente, sobre la presencia de las mujeres en el Movimiento Indígena y concretamente en la CONAIE, en este tiempo hemos visto diversas propuestas que tiene que ver con el desarrollo de las mujeres indígenas, pero también una disputa por puestos de dirigencia; ahí quería preguntarte:  ¿Cómo ves tú las propuestas que se están levantando desde las mujeres indígenas?, pero además ¿qué podría pasar con una mujer al frente de la presidencia o de la de la dirigencia de CONAIE?

Bueno, me parece muy bueno que este tema se siga discutiendo, aunque ha perdido su peso. Ya concretamente en el escenario nuestro de la CONAIE había una potencial candidata que era la compañera Rocío Cachimuel, dirigente de su pueblo Otavalo, que en la democracia que nosotros tenemos comunitaria, asamblearia, perdió sus elecciones. Ahora en su lugar está el compañero Marco Guatemal.

Entonces sí, a partir de eso un poco ha ido perdiendo peso, sin restarle tampoco importancia. Este momento la CONAIE tiene cinco candidatas y candidatos a la presidencia de la CONAIE y eso me parece a mí, personalmente, genial. Eso tiene que ver con que la organización está viva  y que se incluyan mujeres eso también es importante. Pero también hay una discusión particular respecto a las mujeres, aunque en este momento mismo hay una sola mujer que finalmente quedó como candidata a la presidencia de la CONAIE que está en el pueblo Saraguro, se trata de María Andrade. Ella es la única, el resto son hombres. Entonces, me parece que eso es importante como un ejercicio de democracia.

Con respecto al discurso de una mujer a la candidatura o la dirección política de la CONAIE, lo que yo ubico en este contexto es que perdió peso porque más bien se trataba de una instrumentalización de las mujeres que venía de la mano con un desprestigio a una figura específica. No solo a nivel interno, sino también por la derecha de este país, por medios digitales tradicionales y por medios masivos, que tienen una clara orientación política. Estoy hablando de Leonidas Iza, que es la figura que en este momento mismo, pese a toda esta oleada de desprestigios, no ha perdido peso.

Entonces, en la lectura que hacemos –y me incluyo– muchos y muchas estamos en este sentido: pensando en qué es y de qué manera podemos sostener y enfrentar este nuevo contexto político que tenemos que enfrentar, sobre todo asumiendo la responsabilidad organizativa con nuestros pueblos y nacionalidades; pero también con el país, también con el pueblo ecuatoriano.

Del 2019 a acá, el rol que juega la CONAIE en la política nacional ha cambiado y su posicionamiento es diferente. Creo que eso no podemos negarlo. Por eso, el tema de la dirección política de la CONAIE está relacionada no solo con las interpretaciones que podemos hacer al interno sino, sobre todo, con las influencias externas.  Yo, lo que claramente veo es más allá de un discurso de la mujer, hay una dirección a un desprestigio a un candidato que tomó fuerza en el Paro de 2019 en el Ecuador.

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¿Cómo dividir entre la disputa de representación política, la disputa electoral y el tema legítimo de proceso de exigencia de participación, dirigencia, organización y exigencia de los derechos de las mujeres?. ¿Cómo distinguir esto que dices que parecería para influir en el tema de la decisión de quién llegue a la presidencia en el Consejo de Gobierno de la CONAIE?

Bueno, esa es una pregunta compleja, pero quisiera sintetizar un poco. Las mujeres hemos venido en un proceso para ir tomando posición por voz propia, por voz nuestra, de larga data. Es como tú dices, una reivindicación histórica, pero justo por ello, en este contexto político no podemos hacer juego a tendencias, que intentan desprestigiar a otros. Va a ser la Asamblea de la CONAIE quien decida eso, pero aquí, a diferencia de Guatemala, de Bolivia, de Perú no ha calado, por ejemplo, el tema del feminismo comunitario, porque tenemos otra lógica.

Me parece que a veces también hay mucha visión, mucha riqueza de posiciones más feministas, pero se da a entender que estamos en un proceso del movimiento indígena, que eso no existe en nuestra organización. No podemos hablar de una tendencia feminista o comunitaria, que ojalá que por lo menos exista. Yo sí la intento y le estoy trabajando, pero desde mi trabajo te puedo decir y como mujer amazónica y como ex dirigenta de la CONAIE eso no existe.

Entonces, en este momento real de la CONAIE, al no tener fuerza en una tendencia así, en donde todavía estamos en proceso, nuestra visión está todavía en mirar a hombres y mujeres por igual y con las capacidades que tengan para la conducción política. Eso es injusto, por supuesto, porque al nosotras no poder tener espacios para ejercer lo político, vamos a quedar en desventaja. Pero en nuestra lógica igualitaria, de ver a hombres y mujeres por igual, pues es lo que vamos a ver, el desenlace final será el Congreso de la CONAIE. Hay una fuerte tendencia de apoyo a Leónidas Iza. No es por deslegitimar a la mujer o por no valorarla, sino porque en nuestro proceso nos hace falta todavía posesionar cosas nuestras y mirar un poco la importancia sobre la conducción política femenina en una organización tan importante como la CONAIE.

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Tú mencionaste, hace un momento, de la instrumentalización de las mujeres indígenas, ¿cómo has sentido esto en los últimos meses, después de octubre de 2019, por ejemplo, que justamente el movimiento indígena tuvo una presencia más trascendental y más crítica?. También en el momento electoral ecuatoriano, ¿cómo mirar esta instrumentalización?

Más bien con la instrumentalización me refería a una cuestión muy interna de la CONAIE, en donde sale el discurso de la importancia de que vaya una dirigenta a la conducción de la CONAIE, cuando hay un candidato tan fuerte cuyas características molestan al poder, cuyas características son de crítica y que tomó bastante auge a partir de 2019. Inclusive, hubo una disputa bastante fuerte con Pachakutik en cuanto a la candidatura de poder, la posibilidad de ser presidente inclusive de la república.

Entonces hay tensiones que siempre han existido, pero particularmente las tensiones que se generaron entre CONAIE y Pachakutik, que son bien conocidas, después repercutieron a nivel interno. Toda esta historia, después el candidato Yaku Pérez que finalmente no pudo llegar a la presidencia.

Este contexto electoral y en este contexto de la movilización han hecho un camino para un candidato y en medio de eso, se plantea el tema de la urgencia de la mujer, cuando siempre ha sido urgente. No es una urgencia de este momento, es una urgencia de siempre. Pero querer resolverla ahora, cuando ya hay un camino trazado, resulta tal vez, medio oportunista. ¿Por qué tenemos esta urgencia ahora?, cuando ya hay un camino trazado, que lo hemos trazado colectivamente y que se acumulado en una figura que es Leónidas Iza.

Nadie quiso, ni  él tampoco quiso tener el peso que tiene ahora, pero miremos, por ejemplo, en la última movilización que se hizo en Cotopaxi, a mí me sorprendió: 3.000 comentarios, 1’700.000 visitas, 1’300.000 comentarios y 3.000 réplicas.

Ese es un camino que está trazado. Entonces las mujeres vamos a seguir en esto, siempre hemos estado en esto, pero colectivamente ya se acumuló una fuerza organizativa en una figura. Entonces es una visión política, que muchas de pronto no compartirán, porque ya en términos feministas, si me preguntas, yo en mi posición feminista diría: Y si no es hoy, ¿cuándo, o sea, nunca?. Entonces, siempre van a ver cosas más importantes y momentos que justifiquen para no estar las mujeres. Sí, ahí hay una complejidad; sin embargo, no veo un potencial como seres humanos, como runa que en este mismo momento pueden equipararse a lo que tenemos colectivamente acumulado en la figura del compañero Leónidas Iza, entonces resulta como en una pugna inútil, en una pugna entre hermanos. Entonces ahí estamos y como digo, el Congreso va a poder decidirlo.

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Trascender quizá el tema de la coyuntura y hablar de la importancia de la visión política que tengan las personas que estén en el Consejo de Gobierno de la CONAIE, como organización que aglutina varias comunidades, pueblos en el país. Recuerdo gratamente su participación como dirigenta de la mujer, en un periodo bastante complejo.  ¿Cuáles serían los temas de los derechos de las mujeres, sin eludir los derechos colectivos, los derechos de la comunidad; pero más específicamente, los derechos de las mujeres de los pueblos y nacionalidades indígenas que quién llegue al Consejo del gobierno debe mantenerlos y mantener también esta disputa para que no se retroceda ante la política implementada por el gobierno ecuatoriano?

Bueno, yo creo que todo este debate marca un antes y un ahora. Si ahora de alguna manera se podría eludir la no dirección o la posibilidad de que nuevamente esté un hombre en la dirección política, ya esto va a cambiar, porque habemos muchas mujeres y hombres también que sienten esta necesidad. Entonces aquí se marca. Y pienso que, primero a lo interno, va a ser una exigencia muy fuerte para cualificar y para posicionar cuadros de mujeres. Hay muchas, hay muchísimas mujeres, solo que siempre hay barreras económicas, sociales, políticas, para podernos hacer visibles en nuestro espacio, el espacio organizativo y después ya como política nacional. Digamos ahí hay dos partes.

Ser mujer, para mí, como yo entiendo en mi ser y con otras compañeras, es el de dar y el preocuparse por los otros. Entonces, en ese sentido estaría el tema de la alimentación escolar, de la educación, de la salud propia y de la familia y de los niños. Ahora, por ejemplo, yo he visto a madres llorar,  porque no tienen una computadora, porque no tienen internet y porque es ese sentimiento de madre, que una quiere lo mejor para los hijos y eso no es posible porque no hay condiciones materiales.

Entonces por un lado, esas reivindicaciones, que son las reivindicaciones, diría yo, populares, que están sostenidas por mujeres. Por el otro lado, ya las específicas como mujeres mismas, pensando en nosotras, que tiene que ver con el bajar los índices de violencia, primero por parte del Estado y después en general, la violencia social, el tema de los femicidios. Eso es algo que tiene que estar en una agenda central organizativa como mujeres y después también el tema de la educación sexual. Imagínense que, además, de no tener computadora, de no tener todos estos medios, se deja de lado la educación sexual, que básicamente tiene que ver con el proyecto de vida de las mujeres y en dónde todavía pesa mucho el hecho de tener hijos apenas estás en una edad fértil.

Entonces, en ese punto de la educación sexual, no solo es competencia del Ministerio de Educación, sino de Salud. En este momento hay ausencia en este tema y vemos en proyección que va a haber más empobrecimiento, más exclusión de los pueblos indígenas y de las propias mujeres.

Otro tema es también la agricultura concretamente, nuestras organizaciones si bien estamos organizados como pueblos y nacionalidades, muchas mujeres por los contextos que ya sabemos de violencia, de abandono de los esposos, de asumir el tema de los hijos, han hecho emprendimientos concretos en relación a la tierra y estos tienen que ser fortalecidos. Tiene que haber una política pública que fortalezca los proyectos en donde las mujeres son cabezas de familia y están sosteniendo a sus hogares. Yo marcaría esos tres puntos como principales.

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¿Qué esperar de este próximo congreso de CONAIE en cuanto a avanzar en estos temas de equidad de género?

Contesto tu pregunta en el deseo de la esperanza. Hoy por hoy hemos visto que aquí en el Ecuador hace falta mayor organización social, es decir, la CONAIE no puede ser el único actor social que le de contrapeso al Estado y yo quisiera hacer también un llamado en ese sentido: debemos organizarnos.

Bueno, después de la CONAIE, me parece que el movimiento de las mujeres es un movimiento fuerte y potente. También necesitamos juntarnos por las políticas más amplias, no solo reivindicativas de las mujeres, hay que organizarnos mejor los trabajadores formales e informales, estudiantes, campesinos, porque hay un conjunto de políticas que como vemos, nos va a afectar a todos. El mismo hecho de la subida del precio de la gasolina y la CONAIE no puede ser la única vocería en el Ecuador; sin embargo, en este momento mismo, eso es.

Siendo así, lo que yo espero con todo el corazón y a todas las organizaciones base es que podamos tomar la mejor decisión sin tener posiciones de rencor o de revanchismo o de instrumentalización, qué es lo que yo mencionaba. Si no es eso, que sea bienvenido, porque lo que necesitamos aquí es salir fortalecidos en unidad y el país necesita una CONAIE fuerte y unida. Lo que esperaría es que este congreso de la CONAIE, elija quien elija, podamos todos y todas poner el hombro para sacar adelante aquel mandato por la vida que fue construido después de las jornadas con el nuevo gobierno de Moreno, que hizo caso omiso, y las demandas que hoy tenemos después del 2019. Entonces eso es lo que yo esperaría.

* Entrevista realizada en el programa Voces y Propuestas de Wambra

Entrevistadora y entrevistador: Verónica Calvopiña y Jorge Cano

Escritura de la entrevista: Emilia Palacios  y Gabriela Peralta.

Edición: Ana Acosta