8m: Mujeres piden derechos y reciben violencia policial

Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan1

Publicado 09 de marzo del 2022

 

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En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, organizaciones de mujeres y feministas realizaron multitudinarias marchas en exigencia de sus derechos. Desde la provincia de Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí, El Oro, Guayas, Azuay, Tungurahua, Cotopaxi y Pastaza las mujeres se movilizaron para conmemorar un año más el día internacional de la mujer trabajadora.

Durante las acciones hubo baile, canto, lecturas de manifiestos y multitudinarias marchas. A pesar de que estas fueron pacíficas, la Policía las reprimió. En Quito varias mujeres, feministas y periodistas fueron golpeadas y afectadas con gas pimienta, mientras que en Cuenca y Guayaquil fueron amedrentadas por la Policía.

 

 

Quito: represión y censura

El #8M en Quito congregó a mujeres, feministas, personas de las disidencias sexuales, sindicalistas, trabajadoras, indígenas, afro descendientes, jóvenes, estudiantes y una diversidad de personas en dos lugares de la ciudad: en la Caja del Seguro y en el Parque El Arbolito.  La convocatoria del Parque El Arbolito se denominó “Ahora que estamos juntas” y congregó a miles de personas.  En la marcha también estuvieron presentes niñas, niños y personas de la tercera edad.

 

La marcha, anunciaron las activistas, que la marcha buscaba recordarle al Estado la deuda que mantiene con las mujeres en educación, salud y empleo digno; así como para exigir al gobierno el reconocimiento de las tareas de cuidado como un trabajo, la real implementación de la Ley para la Erradicación de la Violencia y, al Presidente Guillermo Lasso, el no veto de la Ley de Interrupción Voluntaria en Casos de Violación que permita acceder a las mujeres sobrevivientes de violencia sexual al aborto legal y seguro sin restricciones ni discriminación.

Desde las 17:30 miles de personas se concentraron en el Parque el Arbolito, donde  realizaron cantos, carteles, bordados y un ritual de sanación. La marcha avanzó por la avenida 12 de Octubre, tomó la avenida Gran Colombia, travesó la Asamblea Nacional y pasó hasta la calle Guayaquil con dirección al centro histórico. Durante todo el trayecto, la movilización fue pacífica: las mujeres caminaban con carteles, cantos y bailes al ritmo de La Batucada Feminista y consignas que han acompañado la movilización feminista en toda la región: “Alterta, alerta que camina la lucha feminista por América Latina”.

La movilización, posteriormente, llegó hasta la calle Mejía y Venezuela, muy cerca de la Plaza Grande, donde se encuentra el Palacio de Gobierno. En ese momento, varias activistas buscaron ingresar a la Plaza Grande, pero la Policía antimotines respondió con gas pimienta, golpes con toletes, empujones, caballos y chorros de agua, apuntando al cuerpo y rostros de las mujeres.

Viviana Erazo, compañera periodista de Wambra, fue agredida por los policías, mientras cubría las acciones del primer bloque de la marcha. En los vídeos registrados en redes sociales, se ve cómo uno de los policías arremete contra Viviana, le rocía gas pimienta directo a su rostro, la acorrala contra una puerta de metal y la golpea por la espalda con su tolete. En medio de la aglomeración, otras mujeres y feministas de la marcha la socorren, pero los policías continúan amenazándolas con caballos y motocicletas. Viviana no fue la única, varias mujeres denunciaron similares agresiones por parte de la Policía durante el día de la mujer.

Paulina Recalde, directora de la encuestadora Perfiles de Opinión y su hija, Paula Cuesta, también estuvieron en la marcha y ambas fueron agredidas por parte de la Policía: “Fue una marcha enorme, evidenciando la lucha de las mujeres”. Ella relata que mientras avanzaban por la calle Mejía y Venezuela para acceder a la Plaza Grande, varios policías salieron con motos y rápidamente lanzaron gas pimienta, por eso “empezamos a reportar con nuestros celulares lo que estaba sucediendo”, posterior a eso, asegura que la Policía salió con perros y caballos para seguir con la represión.

Paulina cuenta que junto a su hija intentaron alejarse del lugar; sin embargo, asegura “fue muy difícil bajar sin que haya agresión”, además narra que vio cómo “el gas fue lanzado directo a mi hija de 23 años, por lo que la cubrí y quedé de espaldas a los policías. Todo el gas cayó en mi cabello y en un instante sentí el golpe en el lado izquierdo de mi espalda”.

Sobre su situación actual, Paulina comenta que está muy adolorida, y que ella y su hija aún tienen comezón en el cuerpo, producto del gas que recibieron. Pese a lo sucedido asegura: “seguiremos poniendo voz, porque cuando reclamamos que no queremos violencia, nos referimos justamente a lo que pasó en la marcha del 8 de marzo de 2022”.

Otra de las mujeres que sufrió una agresión policial en la capital fue Rocío Gómez, Comunicadora Social y parte la Asociación de Creadoras del Cine y Audiovisual de Pueblos y Nacionalidades de Ecuador, ACAPANA. Ella cuenta que, durante la marcha, empezó a transmitir en su medio el momento en que vio la agresión de los policías en contra de las mujeres. “Solo recuerdo un grupo de policías corriendo en dirección a la marcha”, cuenta ella, después de eso se arrimó a la pared para evitar una caída y las agresiones, y en un instante “sentí cuando un Policía me agarró del brazo muy fuerte, me golpeó el labio y me empujaba con su escudo para que retroceda”. Tiempo después llegó su hermana, Licia Gómez, para alejarla del policía que la estaba agrediendo. “Los golpes fueron muy fuertes” dice Rocío. Después de las agresiones ella continuó la marcha hasta llegar a la Plaza Santo Domingo, pero “no dejaba de sentirme indignada, no les estábamos haciendo nada”, recuerda.

Posterior de la marcha, desde la cuenta de Twitter de Wambra difundimos la denuncia de la agresión a nuestra compañera periodista y nuestra cuenta twitter fue bloqueada alrededor de las 11 de la noche. Twitter envió un mensaje informándonos que el acceso a la cuenta fue bloqueado por un supuesto incumplimiento de las reglas de la red social, y pedían eliminar el tuit donde denunciamos la agresión a nuestra compañera. Esto ocurre cuando el tuit es denunciado por varios usuarios. Ante esto, como medio de comunicación emitimos un Editorial donde rechazamos la agresión a mujeres durante el 8 de marzo y la censura a nuestros contenidos informativos. El miércoles 9 de marzo, decidimos eliminar el tuit para retomar nuestra información por la red social.

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Cuenca: antimotines en el Puente Vivas Nos Queremos

25 mujeres hicieron un primer plantón desde las 9 de la mañana en el Puente Vivas nos Queremos, en Cuenca. El Puente Vivas Nos Queremos fue llamado así, para reivindicar la lucha en contra de las mujeres que sufren violencia y que son víctimas de femicidios.

María Isabel Cordero, directora ejecutiva de la Fundación Sendas, mencionó que en febrero pasado se reunieron en la Mesa de Género de la Gobernación del Azuay, liderada por la teniente política, Jenny Ochoa, donde acordaron que la Policía daría resguardo a las actividades por el Día de la Mujer. En esta reunión participaron por parte de las organizaciones Fundación Sendas, Casa María Amor, Mujeres con Éxito; y desde el Estado, la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Salud. Sin embargo, según María Isabel, el acuerdo fue que la Policía “daría respaldo policial en los eventos públicos durante marzo”, pero que ellas no pidieron que haya represión.

Según María Isabel, los policías llegaron al plantón con una unidad antimotines, policías motorizados algo desproporcionado en comparación con la cantidad de mujeres presentes en la acción feminista. Asegura que ningún efectivo policial se acercó a explicar el porqué de su presencia. “Yo personalmente me acerqué a preguntar”, pero le respondieron que “la Gobernación los envió para resguardar la seguridad”.

María Isabel cuenta que las manifestantes y las organizaciones estaban un poco incómodas con la presencia de los policías, por lo que una funcionaria de la Secretaría de Derechos Humanos les pidió que se retiren “Se fueron. Su presencia es imponente, pero no hubo represión”.  Más tarde, entre las 17H00 hasta las 9 de la noche, también se registró otro plantón con baile y música, donde llegaron policías mujeres.

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Guayaquil: cuando la policía no cuida, sino intimida

En la ciudad de Guayaquil, las mujeres que salieron a la marcha también fueron reprimidas. Thalíe Ponce, periodista del Medio Digital Indómita, explicó en su cuenta de Twitter  las agresiones que sufrieron.  

Thalíe relata que la movilización empezó desde la Avenida 9 de octubre, en el centro de Guayaquil, donde los policías cercaron a las mujeres a manera de intimidación. “Este Gobierno habla de encuentro, pero no es capaz de garantizar nuestros derechos más mínimos”. De la misma forma, Valeska Chiriboga Escobar, activista del movimiento feminista de Guayaquil, explicó que “Los policías desde el principio estuvieron muy agresivos, algo que no pasa nunca con la marcha de mujeres”.

La marcha de mujeres y feministas llegó hasta la Gobernación del Guayas, donde nuevamente los policías la cercaron para impedir el paso; luego continuó hasta el Malecón para pasar por la calle Loja y llegar hasta la Plaza Colón. En este lugar, los policías empezaron a lanzar gas lacrimógeno en contra de las mujeres. Según Valeska, alrededor de 40 activistas resultaron afectadas.

Valeska Chiriboga Escobar, explica que, para realizar la marcha, el 3 de marzo pasado, pidieron los permisos correspondientes a la Policía Nacional, la Intendencia, la Gobernación y al Municipio. Sin embargo, menciona que el Capitán de Policía Jackson Antonio Maldonado Vélez “lanzó insultos y amenazas”, diciendo que no las dejarían pasar porque “ya fue mucho de tanta pendejada”. Todo esto sucedió en la calle Loja. De allí que asegura que la actitud policial hace pensar a las manifestantes que, “lo sucedido fue premeditado y no fue algo al azar”.

Después de la represión y agresión en contra de las mujeres, la marcha logró avanzar hasta la Plaza Colón, donde hicieron un acto de cierre a las 9 de la noche. Para esa hora “ya no había policías” menciona Valeska.

El Centro de Promoción y Ayuda a la Mujer, CEPAM Guayaquil y el Comité permanente de Derechos Humanos Guayaquil presentarán una demanda en contra de los policías agresores para que expliquen por qué decidieron agredir aun cuando en la marcha había niños. La denuncia también la formularán en contra del Capitán Jackson Antonio Maldonado Vélez, quien habría estado a cargo del operativo.

 

La Policía Nacional emitió un comunicado donde dicen que “en la noche un grupo de personas que participaban en las movilizaciones intentaron ingresar a zonas cuyo acceso estaba restringido”  y que ante esto la Policía “actuó con la finalidad de precautelar el orden público y el bienestar general”.  También, Bernarda Ordoñez, Secretaria de Derechos Humanos, emitió un comunicado desde su cuenta personal de twitter donde se solidariza con las mujeres y dice que solicitará a la Policía Nacional “las explicaciones del caso, las investigaciones que den lugar y la sanción a los posibles responsables”. Y firma el comunicado como “ciudadana y defensora de derechos humanos”, no como autoridad pública.

Hasta la noche del 9 de marzo, ningún funcionario más del gobierno se pronunció sobre lo ocurrido con la represión a las mujeres. Ya para el jueves 10 de marzo, en una entrevista en el noticiero de Wambra, Juan Manuel Fuertes, Subsecretario de Seguridad, dijo que se están realizando los debidos procesos para tomar acciones “frente al desbordamiento de las Fuerzas del Orden”.