Violencia sexual digital con Inteligencia Artificial en un colegio de Quito

Por: Elena Pinos @ElenaPinosC

Publicado 16 de octubre del 2023

 

La denuncia pública sobre un caso de violencia sexual digital en un colegio de Quito alertó a la comunidad educativa y a organizaciones defensoras de derechos de la niñez y adolescencia que acompañaron a familiares de las estudiantes afectadas y lograron que el caso sea investigado por Fiscalía como posible delito de pornografía infantil con el uso de inteligencia artificial, IA.

 

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La denuncia pública de un caso de violencia sexual digital ocurrido en una unidad educativa de Quito se hizo visible en medios de comunicación y redes sociales por la alerta que levantó Sybel Martínez, directora de la Fundación Grupo Rescate Escolar. En un tuit, la activista denunció la circulación de 700 videos hiperrealistas y fotografías con contenido sexual y erótico que dos estudiantes habrían producido con Inteligencia Artificial, IA, utilizando fotografías reales del rostro de 24 estudiantes mujeres de primero a tercero de bachillerato de su colegio.

Martínez, que también es activista por los derechos de la niñez y adolescencia, explicó que algunos padres y madres de familia de las estudiantes afectadas solicitaron apoyo legal a la Fundación Grupo Rescate Escolar en vista de la negativa recibida por la directora del plantel que, ante la denuncia, minimizó el caso asegurando que los posibles perpetradores habían salido de la institución y que las fotos y videos habían sido borrados de los celulares, por lo que ya no era posible “hacer más”.

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¿Qué es la violencia sexual digital?

El Programa Navegando Libre por la Red, del Taller Comunicación Mujer, una organización que trabaja por la defensa de los derechos digitales de niñas, niños, adolescentes, mujeres y población LGBTIQ+ y la prevención de la violencia de género digital, define a la violencia sexual digital como toda forma de hostigamiento, amenaza, difamación, o extorción de carácter sexual o con fines sexuales que afecta al libre ejercicio de la sexualidad. Esta violencia, a través de Internet, ejerce control sobre el cuerpo y genera amedrentamiento.

La violencia sexual digital incluye acciones como la pornografía no consentida que es la elaboración, almacenamiento o difusión de videos íntimos sin autorización; el acoso sexual, que consiste en recibir llamadas, mensajes o imágenes sexuales o eróticas explícitas sin acuerdo o agresiones verbales sexuales; la extorción sexual, que consiste en solicitar imágenes o videos de naturaleza sexual de forma coercitiva, por amenaza o intimidación; la difamación, que implica la difusión de información falsa sobre una o varias personas con carácter sexual; y la explotación sexual, que utiliza la tecnología para la difusión de imágenes o videos de agresiones sexuales.

 

Para Susana Godoy, activista feminista del Taller Comunicación Mujer, “las herramientas tecnológicas y aplicaciones pueden aumentar formas de violencia que ya existen y que en el ámbito digital se vuelven más rigurosas por sus afectaciones, una de ellas, la violencia sexual digital”.

Sobre este caso de violencia sexual digital, Martínez comentó que, por lo visto, las autoridades de la institución educativa no cumplieron, de inmediato, con el protocolo para el abordaje de este caso de violencia, pese a que existe el “Protocolo de actuación frente a situaciones de violencia digital detectadas en el Sistema Nacional de Educación”, presentado por el Ministerio de Educación-MINEDUC en septiembre de 2023.

“El desconocimiento de la ley no exime de culpas y las acciones se tomaron recién una semana después de la denuncia de los padres y madres de familia. También se supo que el MINEDUC, en respuesta a un periodista, indicó que no es posible considerar medidas más contundentes porque se trata de una institución educativa particular”, dijo Martínez.

Ante estos hechos, la Fundación Grupo Rescate Escolar, que es parte del sistema de protección de niñas, niños y adolescentes de Quito, presentó una denuncia en la Junta de Protección de la Niñez y Adolescencia de Quitumbe y ésta dio pasó a una investigación que levantará Fiscalía sobre un presunto delito de pornografía infantil.

Adicionalmente, hará seguimiento para que los adolescentes que pueden ser responsables de acciones violentas como la ejecución del posible delito de pornografía infantil con el uso de tecnologías, accedan a las medidas socio educativas que contempla la justicia restaurativa que se aplica en el caso de adolescentes infractores.

Por otro lado, para Susana Godoy, el caso de violencia sexual en un colegio de Quito también generó controversia por los mitos de la violencia digital que se reproducen y ponen el foco en las conductas de adolescentes y mujeres jóvenes que son criticadas y culpabilizadas por sobre exponerse en medios digitales, por compartir imágenes íntimas y “no hacerse respetar”. Estos argumentos se enfocan en las víctimas y “desconocen el ejercicio de las violencias dentro y fuera del ámbito digital y perpetúan estereotipos sobre ellas”.

Godoy explica que es necesario implementar estrategias y protocolos para prevenir y erradicar la violencia de género en todas las unidades educativas del país y la Educación Integral en Sexualidad que sigue siendo un pendiente, porque los casos de violencia digital no son aislados.

 

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Claves para la prevención

Las activistas Sybel Martínez y Susana Godoy coinciden en que es necesario trabajar en la prevención de la violencia digital contra mujeres, niñas y personas de la diversidad y recomiendan lo siguiente:

– Hacer un monitoreo frecuente para saber cómo funcionan herramientas sofisticadas y novedosas como la inteligencia artificial, pero también investigar sus límites, regulaciones y riesgos.

– Practicar los cuidados digitales analizando las decisiones individuales y colectivas que se toman sobre el contenido que se quiere ver, producir y compartir, a fin de que no generen daño o incomodidad.

– Practicar el consentimiento es clave, preguntando a alguien más si está o no de acuerdo con la difusión de fotos, videos o contenido en el que aparece y respetar su decisión.

– Fomentar prácticas de seguridad digital y el ejercicio de decisiones informadas sobre el uso de las tecnologías.

– Impulsar el uso creativo de las tecnologías para erradicar la violencia de género digital.

– Conocer iniciativas o redes de apoyo a las que puedes acudir en caso de violencia de género digital como el Programa Navegando Libres Por La Red del Taller de Comunicación Mujer, creado para visibilizar, acompañar y mitigar la violencia de género que se da en el ámbito digital y promover los derechos digitales de las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+; o la herramienta gratuita  stopncii.org diseñada para ayudar a las personas que han sido víctimas de la difusión de sus imágenes íntimas sin su consentimiento.