De mi andar por la WambraRadio – Quito, Ecuador
Por Julio César Gonzales Oviedo @Clandestinobomb
El Maizal – Colectivo audiovisual
En mi paso por Ecuador, entre esas montañas que saben abrazar y regalar la magia del sentir común, me encontré con sueños y voces que resonaban desde la WambraRadio. Una joven radio comunitaria online que sale al aire desde las faldas del taita Pichincha, y que me cobijó y reafirmó en este camino, en este andar por seguir el tejido de la comunicación comunitaria, que se multiplica como se amplifican las voces de los y las que soñamos despiertos.
Así pude conocer de cerca esta experiencia que me invita a escribir y corazonar este andar. Que como cientos de diversas experiencias desde los territorios de nuestra Abya Yala suenan y viajan con palabras e imágenes cargadas de sentido colectivo, movilizan corazones para seguir el tejido por otra comunicación, por otras formas de hacer, crear y compartir nuestras memorias a voz propia.
Otras voces posibles
Ahí en espacios de debate, reflexión y acción brotan experiencias que reinventan formas y modos de producir contenidos para una comunicación que crece en el hacer y aprender diario, donde la palabra se mezcla en paisajes visuales – sonoros y tejen relatos que reivindican nuestra historia y caminar en el tiempo, de cara a caminos de liberación.
Procesos organizativos entre compañeros y compañeras que comparten su mirar y sentir crítico al proyecto neoliberal que criminaliza el ejercicio pleno de nuestros derechos y de la naturaleza. Un modelo que expone sus ideas desde la hegemonía de sus medios de comunicación, para defender sus intereses privados y seguir acumulando riqueza desde el despojo. Un proyecto político y cultural que se muestra en su fase extractiva, colonial y patriarcal que no respeta otras formas de entender y sentir la vida. Contra ello, organización, reflexión y acción !
Frente al avance neoliberal y sus políticas de despojo y violación de derechos, medios comunitarios alzamos la voz y con propuestas vivas y activas insistimos en recuperar esa dimensión y capacidad comunitaria de la comunicación. Peleando en la adversidad de un mercado liberal que coopta los recursos, mercantiliza el ejercicio colectivo y lo vuelve empresa. Medios comunitarios que insistimos en pensar la sostenibilidad no en la acumulación de riqueza, capital y sobre ganancia, sino promoviendo prácticas y valores que responden al trabajo comunitario, autogestivo, a esa reciprocidad que moviliza el campo y la ciudad frente a las urgencias: Solidaridad!
Una lucha diaria contra la desinformación, contra el olvido, contra la avaricia de ese poder que distorsiona nuestras historias, que se apropia de nuestras imágenes y construye estereotipos e imaginarios negativos. Por ello en cara a los prejuicios y ese mal poder que busca erradicar toda forma colectiva y orgánica seguimos e insistimos en que estamos acá construyendo esas otras posibilidades de vida, seguimos el sueño de quienes también soñaron otros mundos posibles.
Así gestamos herramientas, recursos para comunicar y educar desde el hazlo tu mismo, la autoeducación y autogestión como un reto de vida . Para levantar ideales que toman cuerpo con el caminar del tiempo, y continúan circulando contra las limitaciones y restricciones de quienes controlan los medios y su hegemonía, se abren sendero contracorriente para seguir firmes construyendo y promoviendo propuestas de transformación.
Nos encontramos en una minga, en ese hacer comunal que nos inspira a seguir el trabajo desde la colaboración sincera y transparente, para entender y sentir el apoyo mutuo y amplificar nuestras voces, para expandir nuestras visiones de vida, y recuperar nuestros relatos.
La producción de contenidos desde un proceso organizativo, nace como respuesta a la falta de espacios donde enunciar demandas, problemáticas y propuestas de cambio. Nace para recrear y generar pretextos para el encuentro de utopías, de esas que incomodan al sistema y sus estrategias de control, pues las interpelan, las cuestionan y develan sus fallas para abrir camino a procesos de transformación.
Los y las que creemos en estos procesos no entramosen el debate y pelea por políticas públicas para robarle mercado, ni ganancia a esos otros que se sienten en peligro de sus privilegios económicos. No entramos en la reflexión académica para justificar demandas y recibir beneficios de un mercado que entendemos alimenta ese sistema que cuestionamos. No entramos en estos procesos burocráticos y agotantes por protagonismo y fines políticos partidarios. Entramos en debate por la defensa de un derecho de todos y todas, por la reivindicación de nuestras memorias, por la recuperación de nuestras voces y miradas, porque nos reconocemos en esa larga trayectoria de resistencia contra la dominación, el control y exclusión de nuestras culturas, pueblos, comunidades. Entramos en debate y lucha por el reconocimiento de la diversidad de voces y sentires que deben darse a conocer, para que no sea ese mal poder el que siga hablando por nosotros y nosotras. Entramos en debate para recuperar nuestra autodeterminación y derecho a la comunicación.
Así se crean y nutren nuestras experiencias, en el encuentro diverso por una comunicación que abrace múltiples de voces, que cobije la capacidad de escucha, que reciba a bien la crítica y tenga capacidad de autocrítica. Un camino de aprendizajes y desaprendizajes, pues se entiende no hay fórmulas ni recetas únicas, sino diversas y plurales.