En la noche de este miércoles 9 de octubre, la policía nacional lanzó gas lacrimógeno al interior de las Universidades Politécnica Salesiana, y la Universidad Católica, de Quito. Ambas universidades han servido como casas de acogida y corredores humanitarios para los miles de manifestantes de comunidades indígenas y campesinas, entre mujeres y niños.

Estudiantes y personas que se mantienen al interior de las universidades denunciaron en redes sociales, el ataque con gas lacrimógeno que sufrieron. La Ministra de Gobierno, María Paula Romo, lamentó el ataque aunque mencionó que no lo justificaría. También agregó que la Policía hace su mejor esfuerzo para contrarrestar la magnitud de las manifestaciones. De su parte, las y los estudiantes rechazaron rotundamente el ataque y exigen al Estado Ecuatoriano precautelar la vida y los derechos de las personas que se mantienen al interior de estas universidades.

En estas casas de estudio también se instalaron por iniciativa estudiantil, centros de acopio, puntos de atención médica y albergues donde se están recibiendo alimentos, medicamentos y vituallas.