DERECHOS
Mujeres Amazónicas exigen justicia para María Taant
Mujer defensora de su selva, territorio, ambiente y cultura
Por Gabriela Peralta @gaperalta07
Publicado 12 de abril de 2022
María Taant Pirish fue una lideresa amazónica, defensora de la Tierra Shuar e integrante de la Red de Mujeres Amazónicas. María dedicó su vida a defender a la selva de las mineras, las petroleras y las madereras. El 26 de marzo de 2021, cuando retornaba a su hogar, luego de un evento de reconocimiento a su lucha, María fue atropellada por un automóvil desconocido. Ha transcurrido un año desde su muerte y, hasta el momento, no se ha iniciado ninguna investigación. La Red de Mujeres Amazónicas exige justicia por la lideresa shuar.
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María Taant nació en el año de 1970 en el Cantón Taisha –provincia de Morona Santiago– en Ecuador. María luchó en contra del extractivismo de las petroleras, las mineras y las madereras dentro del territorio ancestral de la Nacionalidad Shuar. El pueblo shuar ha resistido y sigue resistiendo por otras formas de existir, de entender el mundo y de habitar los territorios.
“Soy una mujer luchadora de mi selva, mi territorio, mi ambiente y mi cultura”, dijo María Taant, un lunes de marzo de 2018, en una marcha, que inició en Puyo y que llegó a Quito, para exigirle al gobierno del diálogo, presidido por Lenin Moreno, que termine con el extractivismo, las persecuciones, las amenazas y el hostigamiento hacia las lideresas y líderes amazónicos.
Aquella protesta de las Mujeres Amazónicas, en la Plaza Grande, duró cinco días. Durante ese tiempo, las mujeres enfrentaron a los policías que las obligaban a desalojar los exteriores del Palacio de Gobierno, y solicitaron, con carteles en manos, que los organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, exijan a Lenin Moreno que reciba el mandato de las Mujeres Amazónicas en contra del modelo económico extractivo. Pero el entonces presidente no las recibió en persona. Al quinto día, las recibió el secretario de Moreno, Sebastián Roldán.
María y sus compañeras de lucha resistieron en la capital por más de una ocasión. Al son del Nampet y el Anent –cantos de la cultura shuar– enfrentaban al gobierno y a la Policía:
“Estoy sentada moviendo las manos, a mis hijas reunidas voy llevando. Soy invencible, reunidas voy llevando. Vengo preparada. Soy invencible. Estaré acostada moviendo las manos, ¿quién me podrá vencer? Estaré espumando como la boa. A los policías les dejé atrás. Empalidecidos les vencí; les hice retroceder…” (extracto del canto de la boa-traducido al español).
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María Taant, Sandra Tukup, Nelly Wampash y otras mujeres lideresas, en el marco del evento “Mujeres Amazónicas resilientes y empoderadas” realizado por la Defensoría del Pueblo, el viernes 26 de marzo de 2021 en Puyo, fueron reconocidas por su trabajo con los pueblos, sus familias y la naturaleza. Ese día, al retornar a su hogar, María fue asesinada –atropellada– por un carro fantasma. A partir de ese momento, la lucha de sus compañeras y hermanas amazónicas, en búsqueda de justicia, comenzó.
Sandra Tukup, mujer shuar y lideresa, originaria de Morona Santiago, recuerda a María Taant:
—Para mí, María Taant era una compañera, una mujer luchadora que defendió el medioambiente y el territorio. Ella estuvo en contra del extractivismo y la minería en los territorios indígenas de la Región Amazónica. Para mí, María Taant era una mujer muy valiosa e importante, porque tenía una conexión muy grande con la madre Tierra. Para mí, era como una madre, me impulsó siempre a seguir adelante y a luchar.
Sandra reconoce el dolor que siente tras la pérdida de María Taant. Ella cuenta que conoció a María en 2012, aproximadamente, pero que para ella significa conocerla “de toda la vida”. Ambas estuvieron en el evento de reconocimiento en Puyo. Después de eso, se despidieron y retornaron a sus respectivos hogares, sin saber que sería la última vez que se verían. Así relata Sandra, el accidente en que perdió la vida María:
—El 26 de marzo de 2021, más o menos, a las siete de la noche, en la entrada vía Taisha Macuma, fue el atropello de mi compañera María Taant. Ella estaba bajando de la unidad de transporte San Francisco, vino un carro y la atropelló. Desde ahí no han dado el respectivo seguimiento al proceso, por la razón de que no saben quién fue. Ella venía con otras tres compañeras más. Todo queda en la impunidad hasta el día de hoy.
Sandra recuerda las plegarias que María recitaba. Además, rememora que Taant siempre acompañaba a los líderes y lideresas en los levantamientos y en las marchas. También realizaba ceremonias para las autoridades electas de los GADS –alcaldes, prefectos y todas las autoridades–.
Para Sandra, María Taant defendió el derecho no solo de unos cuantos, sino el de todos. Por ello, hoy por hoy, ella encabeza el juicio en defensa de su compañera y hermana de lucha, defensora del medioambiente, de los recursos naturales y de las mujeres amazónicas:
—Es un año que no se ha hecho justicia por ella, como mujer shuar. Para las nacionalidades no hay justicia. Cuando encuentran a los culpables también los sobornan, los pagan y salen libres. He pedido justicia a diferentes autoridades de la provincia, pero no se ha logrado nada. Necesitamos y pido justicia para María Taant. No queremos que se quede en la impunidad.
Según Tukup, el caso está parado. Ella, junto a otras mujeres y autoridades fueron a realizar el reconocimiento de los hechos en el lugar, pero, “todos dicen que no saben, que no se puede identificar, que no dan con el paradero del atropellamiento”, asegura. La Red de Mujeres Amazónicas junto a Change.org recolectaron más de 28 mil firmas por María Taant y las entregaron el 16 de marzo de 2022, en la judicatura de Morona Santiago, para que se realice el respectivo procedimiento de investigación. Las mujeres exigen que se investigue el caso.
Noemi Gualinga, lideresa e integrante de la Red de Mujeres Amazónicas, ese mismo día declaró:
—María Taant fue invitada a Puyo a un reconocimiento por las diferentes actividades que se habían hecho en las comunidades. Ella participó en Puyo, estaba de regreso a su tierra natal y fue atropellada por un carro cuando iba para Taisha. El carro que la atropelló, fugó y nunca dio la cara. Hemos pedido justicia desde ese día. Queremos que haya justicia por una mujer luchadora, una mujer que nos daba ánimo, que nos daba fuerza, una mujer que cantaba, una mujer que luchaba para su familia, para su pueblo, para su organización, para el Ecuador; por el medio ambiente, por todo el mundo. Entonces, solo pedimos justicia por María Taant.
Al respecto, el Dr. Tarquino Cajamarca, abogado que lleva el caso, aseguró que han solicitado los videos de las cámaras de la compañía San Francisco, pero la compañía les dijo que el transporte no tenía cámara. “No hemos tenido éxito en determinar la responsabilidad de una persona en particular”, indicó.
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Alejandra Yépez Jácome, trabajadora del área de comunicación en Amazon Watch, organización sin fines de lucro que protege la selva tropical y promueve los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica, relata que el día que se realizó el evento de reconocimiento en Puyo, ella conoció a María Taant:
—María Taant demostró ese día que era una mujer tan, pero tan fuerte que no solamente podía cantar, sino que también podía llevar luchas internas muy grandes. Luchas internas sobre su cuerpo, sobre su territorio. Ese mismo día, ella cantó una canción que presentó a las Mujeres Boa, mujeres cantoras. Ese día, ella sonreía muchísimo.
Alejandra se refiere al canto de la Boa:
“Soy la mujer boa Kinkia, porque soy la boa Kinkia, tronando estoy. Estaré sentada moviendo las manos. Estoy enrollada. Estoy resplandeciente. A mi tierra misma solo defendiendo, nadie me vencerá. Estaré acostada moviendo las manos. Estaré espumando. Mis palabras apaciguan. Estaré espumando. Estaré espumando como la boa. A mi hijo, también a mi hija diciendo eso estoy feliz. Mis hijos que cojan las lanzas; nadie les vencerá. Mostrando eso vengo…” (extracto del canto de la boa-traducido al español).
Ese canto le permite a Alejandra recordar a María Taant como una Mujer Boa, una mujer cantora. Ese mismo canto resonó en la furgoneta que llevaba de vuelta a ella y a otras mujeres amazónicas a sus hogares. Alejandra, a partir de ese día, guardó el rostro de María en su memoria.
—Fue tan fuerte que, en realidad, su rostro se quedó grabado en mi memoria durante mucho tiempo, porque era un rostro que te invitaba a conocerlo. Era un rostro que te llamaba a que la conozcas. María Taant, además, en las reuniones con las mujeres amazónicas, siempre invitaba a que conozcan su canto y a que conozcan sus formas de lucha que no solamente iban con el canto, sino también con la lucha que era permanente.
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Nelly Janeth Wampash, mujer shuar, originaria de Morona Santiago –Cordillera Bosque Protector Kutukú Shaimi–, recuerda que conoció a María Taant en las marchas en defensa de sus territorios:
—Ella era una mujer sabia. Sabía el Anent para poder defender a nuestro territorio. Era sabia en medicina ancestral para hacer las curaciones. Compartimos muchas vivencias en las marchas a las que salimos, en la lucha por la ley del agua y también luchamos en adquirir, solicitar, pedir y exigir las amnistías por el caso de Nankintsa.
Nelly rememora que María siempre la acompañó en las marchas. Además, ella tiene presente que María les aconsejaba y les enseñaba el Anent para poder defenderse del enemigo y la canción de la boa para poder ahuyentar a los enemigos. Wampash recuerda a Taant como una mujer artista.
—María Taant era una mujer artista que sabía cantar, participaba a nivel de nuestra provincia y ganó muchos concursos en nuestra provincia con el Anent de nuestra cultura. Ella nos enseñaba a cantar, nos enseñaba a mantener nuestra cultura, a defender todo lo que es nuestro, a defendernos de la violencia a la mujer que existe en nuestra cultura. Ella era una mujer que sabía preparar medicina ancestral para curar los diferentes males.
Taant, además de ser cantora, cosechaba ají. Se dedicaba a la siembra de las semillas, a la recuperación de semillas ancestrales; enseñaba e intercambiaba conocimientos y semillas con sus compañeras.
—Aparte de ser una compañera de lucha, María Taant era familiar por parte de mi mamá. Recién empezamos a compartir lazos más unidos como familia y, lamentablemente, ella se nos fue demasiado pronto. Un carro fantasma le quitó la vida. El último día que nosotros compartimos con ella fue en Puyo. La noticia de su muerte nos impactó muchísimo.
Nelly siente y recuerda la muerte de María Taant como si hubiese sido ayer, por eso reclama la falta de justicia para los pueblos y nacionalidades en general:
—No se ha hecho justicia y yo no sé si es por ser de nacionalidad Shuar. En nuestro país existe mucho racismo. Entonces nos pronunciamos para que se haga justicia por nuestra madre, abuela, tía, mujer de lucha y sabia que tenía mucho por dar. Ella decía: “Yo soy una Mujer Boa, a mi nadie me puede ganar. A mi nadie me hace tener miedo y nunca nos vamos a dejar por las mineras ni por las trasnacionales”.
Nelly Wampash relata con tristeza que tenían pensado verse con María más adelante:
—Planificábamos visitarnos, porque ella vive en un cantón muy distante al mío. Ella vivía en Taisha y yo vivo en el sur –frontera con Perú–. Planificábamos hacer intercambio de semillas, conocimientos, saberes, porque ella era como nuestra mamá.
Sin embargo, Wampash se despide con sed de justicia:
—Pido a las autoridades que hagan justicia y que encuentren al responsable de este accidente y muerte. Pido que el Estado ecuatoriano haga justicia limpia, porque muchos casos quedan impunes, unos serán por racismo, otros porque no quieren que se sepa. María tuvo 4 hijos, una mujer y dos varones, ellos han quedado desamparados. Entonces es un dolor muy grande, muy profundo. Desde ese entonces estamos luchando.
Tanto para Sandra, como para Alejandra, Nelly y otras mujeres, María Taant fue una mujer luchadora que transformaba con su plegaria; un ícono de defensa a favor de la naturaleza y de las futuras generaciones. Ellas, como hermanas, como amigas de lucha, como personas que coincidieron en el camino, reconocen el legado que dejó María Taant, como un impulso más para seguir luchando. Continuarán luchando en defensa de los derechos de la naturaleza, en contra del extractivismo, a favor de la vida, en defensa de los derechos humanos y de la biodiversidad. Por ello y más, exigen justicia para María Taant.