Feminicidios: una crisis estructural que se ubica en casas y calles
Publicado 09 de noviembre 2021
¿Cuáles son los sectores y barrios que resultan más peligrosos para las mujeres ecuatorianas?
La Fundación ALDEA, en el marco del Convenio de Vinculación con la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), presentó el 21 de octubre de 2021, un mapeo sobre el número de feminicidios ocurridos en las parroquias urbanas de Quito, Guayaquil y Cuenca entre el 2014 y el 2019”.
El mapeo reveló dónde están los barrios con la mayor concentración en la ocurrencia de feminicidios por km2 en las tres ciudades principales del Ecuador.
El mapa de Guayaquil indica que el foco de feminicidios se encuentra en el noreste, específicamente, en las parroquias de Paraíso de la Flor, El Fortín, Flor de Bastión y en el centro de la ciudad, en las parroquias, Sucre, Olmedo y Rocafuerte.
Por otro lado, en Cuenca, el foco de feminicidios se encuentra en los barrios de San Blas, El Sagrario, Bellavista, El Vecino, Totoracocha, entre otros lugares del centro de la ciudad.
Por otro lado, en entrevista para Wambra, Nicoletta Marinelli, responsable del área de comunicación de la Fundación ALDEA, señaló que, Quitumbe, Chillogallo, Solanda y La Ecuatoriana son las parroquias, del sur de Quito, en donde más se han registrado feminicidios. “El cantón Quito tiene más alta cantidad absoluta de feminicidios de todo el país”, dijo.
Manifestó, además, que el feminicidio es una crisis estructural que se vive todos los días. Por ello, también instó al Estado ecuatoriano poner el presupuesto necesario que solvente la protección, la prevención de feminicidios y la reparación integral.
En Quito, según el mapeo de la fundación, de 2014 a 2019, se han registrado 107 feminicidios en el cantón Quito; 65 feminicidios en Guayaquil (11 en la ciudad de Durán y 1 en Samborondón) y 31 feminicidios en Cuenca.
“En Ecuador, las mujeres vivimos en una crisis de seguridad permanente, seguimos siendo asesinadas brutalmente cada tres días por el hecho de ser mujeres”, señalaron vía Twitter. Por ello, la Fundación ALDEA exige políticas públicas inmediatas, reales y diferenciadas para erradicar el feminicidio en cada territorio.
Por su parte, Geraldine Guerra, presidenta de la ALDEA, asintió que el mapeo debería ser un eje para la política pública. Además, señaló que, en los lugares donde suceden feminicidios, deberían dirigirse campañas de prevención, campañas de atención, campañas de reparación integral para las familias.
“Los mapas permiten tener otra mirada del territorio y ubicarnos en que cuando hablamos de femicidios, no estamos hablando de algo que ocurre en la nebulosa o en la teoría, sino que ocurren en lugares concretos”, expresó. De igual forma, para Nicoletta Marinelli, “los feminicidios no son una idea teórica, no son cosas que están en un papel; se ubican en casas, en calles”.
Para la organización, la erradicación de la violencia de género y del feminicidio en cada territorio debe ser prioridad para el gobierno ecuatoriano.