MEDIO AMBIENTE

 

¿Cuánto ganamos al proteger el Yasuní?

 

Por: Gabriela Peralta @gaperalta07

Foto: Yasunidos

 

Publicado 22 de junio 2023

 

La Corte Constitucional de Ecuador dio luz verde a la solicitud de consulta popular para mantener, indefinidamente, el crudo del bloque 43 (ITT) bajo tierra. A raíz de la decisión de la Corte se han levantado visiones e ideas a favor y en contra de la explotación en el Yasuní. El Colectivo Yasunidos propone que se prohíba la extracción de petróleo en el ITT y a cambio de ello, apostar a la conservación, cuidado y protección. 

 

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“Son 10 años de caminar en las calles, de un proceso largo en las Cortes, de organización y de intentar sostener lo que fue un sueño para toda una generación”, dijo Esperanza Martínez, defensora de Derechos Humanos, durante una rueda de prensa desarrollada el 10 de mayo de 2023, en Quito. Ella hizo alusión a la lucha inquebrantable de Yasunidos, un colectivo de ecologistas, que promueve la protección del Yasuní ITT –Ishpingo, Tambococha y Tiputini–, desde hace una década. 

La Corte Constitucional, un día antes, el 9 de mayo, emitió un dictamen de constitucionalidad de la pregunta del Colectivo de Yasunidos para mantener el crudo del bloque 43 bajo el subsuelo. La solicitud fue remitida a la Corte el 28 de septiembre de 2022.

La propuesta de Yasunidos se presentó inicialmente a la Corte en 2013 y esta institución le solicitó al colectivo recoger firmas para realizar una consulta popular. Yasunidos recolectó alrededor de 480.000 firmas. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral, CNE, de esa época, anuló el 60% de firmas recolectadas por cuestiones de forma. Tras “una auditoría y lucha en varias instancias legales se reconoció que el Colectivo Yasunidos cumplía con el requisito de legitimidad democrática para convocar a una consulta popular”, relató Pedro Bermeo, en la rueda de prensa del 10 de mayo. 

Pedro, también aseguró que en 2019 hubo fraude al Colectivo, que eso no permitió llegar a la consulta y que la Corte Constitucional, a través de una acción extraordinaria de protección, reconoció que nuevamente se vulneraron sus derechos.

 

La farsa petrolera

Ecuador se convirtió en un país exportador de petróleo, a gran escala, en 1972, y la sociedad vio en la exportación de petróleo un importante recurso de desarrollo, como se expone en Petróleo y Desarrollo Sostenible en Ecuador, publicado en 2006. Sin embargo, con la explotación petrolera han desaparecido pueblos indígenas y la contaminación petrolera del aire, tierra y agua ha traído consigo enfermedades como el cáncer, mutaciones genéticas, abortos espontáneos, entre otras, según lo señala Yasunidos. Este colectivo también asegura que la explotación petrolera viene acompañada de corrupción, debilitamiento y fracturas en el tejido social de las comunidades que se ven divididas por los ingresos económicos temporales que representa el petróleo. 

A decir de Carlos Larrea, economista y docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, luego de más de 50 años de extracción petrolera, todavía un tercio de la población vive en pobreza, la mitad de los ecuatorianos se encuentra en subempleo y desempleo. Larrea, también afirma que aunque el petróleo ha transformado la sociedad ecuatoriana, desde 1972 la economía ha mantenido un desempeño inestable, dependiente de los precios internacionales del crudo, “con un crecimiento del ingreso por habitante débil e incluso inferior al que tuvo el país antes de convertirse en exportador de petróleo”, según lo expone en su amicus curiae presentado a la Corte Constitucional en abril de este año.

Fuente: Amicus Curiae de Carlos Larrea

 

¿Ecuador perdería 1.200 millones si no explota el Yasuní?

El Ministro de Energía y Minas, Fernando Santos, dijo que cada año el Estado dejará de percibir 1.200 millones de dólares si gana el sí en la consulta. Asimismo, en entrevista con FM Mundo, expresó que el resultado de dejar el petróleo bajo tierra sería catastrófico para la economía, “es el 12% de la exportación del país, que es una producción exportable. Sería un golpe gravísimo a las finanzas del Estado, pondría en riesgo el esquema monetario”. Sin embargo, el economista Carlos Larrea, en entrevista con Wambra, explicó que los 1.200 millones de dólares es resultado de una multiplicación entre los 55.000 barriles de petróleo que el bloque 43 produce por día, los 60 dólares por barril en el ITT y los 365 días del año, pero que esos 1.200 millones son de exportaciones, no de ingresos para el Estado. 

En el caso del ITT, relató Larrea, el costo de extracción mínimo que puede estimarse es de 35 dólares por barril que es lo que el Estado, según el economista, le estaba pagando hasta hace poco tiempo a la petrolera Repsol por la extracción en el Bloque 16 que está cercano al Yasuní. “El precio de 60 dólares es irreal. Desde 2016 cuando se comenzó a extraer petróleo en el ITT, el precio promedio del crudo Napo, que es pesado y que exporta Ecuador, ha sido de 51 dólares por barril, no de 60”.

Carlos Larrea, además, subrayó que el petróleo en el Yasuní está declinando rápidamente debido a que los pozos se están agotando por un problema de corte de agua. Es decir, que se están extrayendo más de 11 barriles diarios de agua por cada barril de petróleo. Esto significa, en palabras del economista, que ha habido que cerrar varios pozos porque ya extraen únicamente agua. El mismo Ministro Fernando Santos, en una entrevista con Democracia Tv, mencionó que la explotación de petróleo en el Yasuní resultó una desilusión, pues no es petróleo comercial: “brotó una brea, no un crudo, una brea pesadísima, una verdadera melcocha, eso no puede moverse al oleoducto. Hay tanta cantidad de agua que el agua encuentra una salida a la superficie y ahoga el pozo”.

 

¿Cuál es la alternativa frente a la extracción?

Carlos Larrea dijo que, desde su perspectiva económica, Ecuador ha dependido fuertemente del petróleo, convirtiéndose este recurso en una especie de columna vertebral de la economía ecuatoriana; sin embargo, advirtió que las reservas de petróleo se están agotando rápidamente y que están llegando a su fin, es decir, el país dejará de ser exportador: “las importaciones van a superar las exportaciones. Es fundamental que todos los ecuatorianos pensemos en qué Ecuador vamos a dejar a nuestros hijos y nietos”.

A decir de Larrea, Ecuador tiene que basar su economía en algo que le distinga del resto del mundo y lo más significativo, aseguró, es la biodiversidad que resguarda el Yasuní. El ve en el turismo de naturaleza y de conservación una alternativa para la economía. También aseguró que sin destruir la naturaleza se pueden mejorar las condiciones de vida y la riqueza cultural de los pueblos: “¿Es sensato, por obtener dos o tres años de exportaciones de petróleo, destruir el parque más biodiverso del planeta? Es una especie de suicidio económico continuar destruyendo el Parque Nacional Yasuní, para extraer un petróleo que no es rentable y que tiene muy mala calidad”. 

Según expuso el economista en su amicus curiae, desde 2015, las exportaciones de petróleo han caído en aproximadamente un tercio; mientras que las importaciones han aumentado en un 28%. Es decir, desde ese año, el país ha iniciado un progresivo agotamiento de sus reservas petroleras y, como resultado, “los ingresos petroleros del Estado han caído fuertemente y se destinan para subsidios a los combustibles y pago de la deuda externa, reduciendo su inversión en desarrollo social y económico”.

Para Carlos Larrea, Ecuador necesita diversificar la economía, superar la trampa que significa exportar materias primas que tienen poca demanda en el mundo, que causan impactos ambientales y que tienen un futuro muy difícil, “Ecuador tiene que dar un gran salto hacia adelante y nosotros pensamos que ese gran salto está basado en la biodiversidad, por ejemplo, el turismo de naturaleza”. 

Frente a este panorama y a lo que implicaría dejar de percibir recursos por la no explotación petrolera en el bloque 43, el Colectivo Yasunidos propone cuatro alternativas para compensar económicamente la no extracción de petróleo en el Yasuní:

 

Reducción de las exoneraciones tributarias

Cada año el Ecuador deja de percibir alrededor de 6 mil millones de dólares por exoneraciones de impuestos a los grupos económicos más ricos del país como la banca. Esto representa un 20% del Presupuesto General del Estado, mientras que las ganancias del Yasuní-ITT, a valor presente, según Petroecuador, representan menos del 0.5% del Presupuesto General del Estado. Con tan solo una pequeña reducción de estas exoneraciones puede cubrirse el “hueco” fiscal de mantener el crudo del Yasuní-ITT en el subsuelo.

Renegociación de tarifas a las grandes industrias telefónicas

Varios expertos calculan que se podría obtener alrededor de 10 mil millones de dólares de la renegociación de los contratos y tarifas de las telefónicas. Esto representa una cifra 60 veces mayor que lo que se obtendría anualmente del Yasuní-ITT.

Cobro de deudas millonarias a los primeros 500 deudores del SRI

Con esto se podría cubrir por más de 13 años lo que, aseguran, se obtiene de la explotación del Yasuní-ITT.

Turismo

El turismo es uno de los sectores de la economía mundial con crecimiento más dinámico, en particular el turismo de naturaleza. En Ecuador, sin ningún tipo de incentivo estatal, las exportaciones del turismo suman 2200 millones dólares anuales, siendo el cuarto rubro de exportación más importante del país. Según datos oficiales del INEC, el turismo en el Ecuador, genera 25 plazas de trabajo por cada empleo que genera el petróleo.

Fuente: Yasunidos

La consulta por el Yasuní 

Alicia Cahuiya, dirigenta de la mujer de la Conaie, nacida en Yasuní, en la rueda de prensa del 10 de mayo, dijo que la consulta que se dará el próximo agosto es a favor del pueblo Waorani. También expresó que la vida de los pueblos está en riesgo porque la mayor parte de los ríos de la Amazonía están contaminados: “¿Qué agua y qué selva vamos a dejar a nuestros futuros que vienen? Nosotros tenemos una farmacia en Yasuní, un mercado, una tienda. ¡Que este territorio sea respetado! Ya no queremos que nos maten a cambio de petroleras, a cambio de madera o minería”, dijo. 

Pedro Bermeo, vocero de Yasunidos, en entrevista con Wambra, expresó que de ganar el sí en la consulta, ganará la conservación y la protección del lugar más biodiverso del planeta. “Ganamos al demostrar que es posible, a través de mecanismos de democracia directa, dotar de contenido al derecho de participación, revertir licencias ambientales que se dieron ilegalmente y detener la explotación en el ITT”. 

A decir del vocero, la consulta popular es importante porque es un mensaje no solo para el Ecuador y los políticos, sino también para el mundo, por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y los efectos de la crisis climática. 

La consulta popular por el Yasuní ITT se llevará a cabo el 20 de agosto de 2023. En esa consulta confluye una lucha histórica de activistas, pueblos y nacionalidades indígenas, sociedad civil, académicos e intelectuales. De ganar el sí en la consulta, a mediados de 2025, aproximadamente, se suspenderían las actividades extractivas en el bloque 43, ya que la Corte, en su dictamen, puntualiza que la eventual suspensión de la explotación de crudo no podría ser automática ni abrupta, sino ordenada y progresiva por las implicaciones que puede acarrear en distintos ámbitos: jurídico, económico, social y ambiental.