Una lucha que no para

La búsqueda de mujeres desaparecidas en Colombia

 

Por: Yesenia Palacio @yesepalacio

Medio: La Herejía @LaHerejiaco

 

Alexandrith Sarmiento es una joven negra, de cabello afro y mechones rojizos. En la ciudad de Cartagena, Colombia, hay volantes con su fotografía y nombre. Alexandrith  desapareció el 19 de marzo de 2021. Ni su familia ni la comunidad ni las jóvenes de su barrio han parado de buscarla. Como Alexandrith, más de 1.700 niñas y adolescentes desaparecieron en 2021 en Colombia, y más de 821 siguen sin ser encontradas, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. 

Colombia es un país que ha contabilizado por miles sus casos de desaparición. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidad gubernamental encargada de la asistencia de investigación científica para la administración de justicia, en su Registro Nacional de Desaparecidos  ha registrado 142.648 desapariciones desde 1938 hasta 2018, de las cuales 97.036 personas continúan desaparecidas. Estas cifras podrían ser mayores debido al subregistro de casos y el ocultamiento de información por parte de entidades gubernamentales.

Al separar las cifras por género se evidencia que la mayoría de desaparecidos son hombres con un 70,61% del total de la población y que el 29 % de los casos corresponden a mujeres. Al analizar los casos de menores de edad se invierte esta relación, ya que el 60 % de víctimas son niñas y el 40% niños. 

 

 

Buscarlas hasta encontrarlas 

Cuando alguien desaparece empieza a circular por las redes sociales imágenes con su nombre, fotografía y último lugar donde fue vista. Personas comparten el angustioso llamado de familiares en sus estados con la esperanza de que alguien dé información que sirva para encontrarlas. 

Estas publicaciones comparten un mismo hashtag #BuscarlasHastaEncontrarlas. Este es también el nombre de la estrategia liderada por el Movimiento Político de Mujeres Estamos Listas para visibilizar las desapariciones de niñas, adolescentes y mujeres.

“La estrategia nace por necesidad. Por la incapacidad del Estado para organizarse, para buscar y encontrar a las mujeres, sabiendo que tienen todos los recursos técnicos, humanos y económicos para buscarlas hasta encontrarlas”, explica Gihomara Aristizábal, voluntaria de esta estrategia desde diciembre de 2020. Ella es la persona encargada de comunicarse con las familias, en su mayoría madres cabeza de hogar, que buscan apoyo y que denuncian las barreras para realizar sus búsquedas.

La estrategia difunde en las redes sociales del movimiento una pieza gráfica con la información esencial para la búsqueda, la cual es compartida por las redes sociales de sus militantes. Además, explican a las familias como realizar la denuncia y les brindan acompañamiento psicológico si lo requieren.

Estamos Listas cuenta con un puesto en el Concejo de Medellín, la segunda ciudad más grande del país y la segunda en casos de desaparición a nivel nacional. Desde allí su concejala ha denunciado las ineficiencias de las búsquedas de menores de edad, por ello la actividad de la estrategia se concentra en esa ciudad y municipios aledaños, aunque también han acompañado casos de otras partes del país.

Aristizábal aclara que la estrategia tiene mayor foco en los casos de niñas y adolescentes debido al riesgo que corren y las implicaciones legales de sus desapariciones. Además, tratan de acompañar sobre todo los casos de barrios periféricos, los cuales tienen menos visibilidad pública. “No es lo mismo que desaparezca una niña de estrato bajos que de estratos altos. Hemos visto que hay unos casos que tienen más urgencia y prontitud. Es como si hubiera unas vidas que importan más que otras”, explica. Según cifras de Medicina Legal, en la primera mitad de 2020 el 99% de las desapariciones de la ciudad de Medellín se dieron en barrios empobrecidos.

En los análisis de Medicina Legal sobre desaparición de mujeres, se advierte que la mitad de los casos de desaparición de mujeres en Colombia son de niñas y adolescentes entre los 10 a 17 años. El 52% aparecieron vivas; el 46% continúan desaparecidas.

Según el análisis de Medicina Legal, las desapariciones de menores de edad pueden corresponder a ausencias voluntarias; pero no es tan simple. Casos de ausencias voluntarias corresponden a violencia de género: situaciones donde las menores son víctimas de violencia sexual, física o psicológica dentro de sus hogares que motivan la desaparición. Desde la estrategia de Buscarlas hasta encontrarlas han advertido también que detrás de los casos de desaparición de adolescentes se debe tener en cuenta la situación de violencia y la presencia de grupos armados en sus barrios, debido a que,en algunos casos, hombres en armas se llevan a las jóvenes de sus casas para explotarlas sexualmente.

 

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Haremos bulla hasta encontrarte

Cuando Alexandrith Sarmiento desapareció el 19 de marzo de 2021, en las calles de su barrio hubo una revolución. Sus vecinas salieron por las calles con megáfono en mano a pegar volantes en las paredes de Cartagena, su ciudad. “La idea era correr ola; que todo el mundo supiera que había una niña del barrio desaparecida”,  cuenta Mareidis Palomino, integrante del Movimiento de Mujeres Negras, Barriales y Periféricas de Cartagena. Este colectivo nació para exponer las experiencias que estas jóvenes compartían como mujeres negras. Desde entonces se reúnen para denunciar las problemáticas de sus barrios. La mayoría de sus integrantes son del mismo barrio donde vivía Alexandrith, la conocían de pequeña o fueron sus compañeras de clase. Desde que supieron que ella desapareció, no han parado de exigir su búsqueda.

La joven desapareció luego de que un tío político se ofreciera a enseñarle a montar moto. Según la versión de él, la perdió de vista cuando se paró en una playa y la dejó sola. El hombre dice que al volver sólo encontró sus sandalias y especula que la joven se habría ahogado en el mar.

Sin embargo, la actitud del hombre, su reacción frente a la desaparición y las versiones de pescadores del sector que niegan haberla visto ingresar al mar  llevaron  a la Fiscalía y a la familia de la menor a sospechar de él. Hoy está capturado mientras se le investiga por el delito de desaparición forzada. Sin embargo, de Alexandrith aún no se sabe nada.

Desde el primer día, las niñas y jóvenes de su barrio se reunieron para exigir su búsqueda. Han realizado marchas, velatones, plantones frente a la Alcaldía. El 6 de abril de 2021, cuando la joven llevaba 18 días desaparecida, su familia y la comunidad se reunieron frente a la Fiscalía, llevaron globos, un parlante en el que sonaban vallenatos de fondo, un pastel con su fotografía y carteles que decían “Feliz Cumpleaños. Aquí te esperamos”. Era su cumpleaños 16.

 

Han salido a pegar volantes por toda la ciudad, sobre todo en el centro histórico de Cartagena, uno de los lugares turísticos más importante de Colombia. Y es que Cartagena es una de las ciudades donde más se evidencia la desigualdad. Mientras su centro es uno de los barrios más costosos y lujosos del país, atractivo para turistas internacionales, en la periferia el 47,8% de la población vive en condición de pobreza monetaria según el informe de calidad de vida Cartagena cómo Vamos.

Desde 2016 se había advertido de la presencia de grupos armados en la zona en la que Alexandrith fue vista por última vez. Un informe de la Defensoría del Pueblo advertía de la vulneración de derechos humanos en ese sector ante la presencia de estos grupos. Añadía que el riesgo era mayor para niñas y mujeres, quienes podrían ser víctimas de violencia y explotación sexual.

Sin embargo, eso no ha sido obstáculo para que en las calles la gente desestime su búsqueda. Que ella se fue por cuenta propia, que se debe estar prostituyendo, que las niñas de barrio son así, que es una pérdida de recursos son algunos de los comentarios que se escucha en la calle. Aun así, su familia no descansa. La presión de la comunidad, colectivos y sobre todo de la familia logró que la Alcaldía ofreciera una recompensa de 30 millones de pesos colombianos, aproximadamente 7440 dólares al cambio, a quien de información que contribuya a la ubicación de la menor.

 

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Aún la esperamos

“Sin olvido en la memoria”, esa es una de las frases del mural en homenaje a Alexandrith Sarmiento. El 19 de marzo de 2022, a un año de la desaparición de la joven, colectivos, organizaciones, sus vecinos y familiares se reunieron para exigir la búsqueda de la menor, justicia y que su caso no quede en la impunidad.

Ese día la comunidad, y sobre todo mujeres, se reunieron para acompañar a la madre y abuela paterna de Alexandrith. Pintaron el mural afuera de la institución educativa de su barrio. Junto a su fotografía reza la frase “viva se la llevaron, viva la queremos”. La Colectiva Las Callejeras fotografió la acción.

Alexandrith lleva más de un año desaparecida, los medios y las institucionalidad dejaron de buscarla, pero su familia, con pocos recursos y un abogado de oficio, exigen que su tío político diga la verdad de lo que pasó. Ellos temen que por vencimiento de términos él quedé en libertad. “Yo quiero que ese tipo que se la llevó hable y diga la verdad, que diga dónde está mi hija”, reclama Alexander Sarmiento, padre de Alexandrith.

En Cartagena también hay jóvenes que no se olvidan de Alexandrith, desde sus espacios continúan buscándola. Mareidis Palomino menciona que todas aún la recuerdan: “Sabíamos que a nosotras, las niñas y jóvenes negras de barrios, nos olvidan fácil, que no nos iban a ayudar, que no nos iban a prestar atención. Sabíamos que nosotras mismas teníamos que hacer algo. No queremos que el caso de Alexandrith quede en el olvido. Es una lucha dura, pero esto no para”, concluye.