tomado de Servindi

por Jonathan Hurtado

Servindi, 12 de mayo, 2016.- El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés) tendrá que sortear múltiples frentes de oposición antes de ser una realidad en los doce países expectantes de su ratificación. Así de claro se mostraron expertos y representantes de movimientos sociales y ciudadanos de Chile, Estados Unidos, México y Perú, en una cita el miércoles 11 de mayo en Lima.

En la reunión estuvo el representante de Médicos Sin Fronteras Latinoamérica, Carlos Trotta, quien urgió al Perú «no capitular frente a la presión de las corporaciones farmacéuticas».

Se trata de un acuerdo negociado en secreto y que amenaza derechos humanos, uno de ellos, como explicó Trotta, es el acceso a medicamentos debido a que lo que busca «es reducir la competencia de medicamentos genéricos y permitir a la industria farmacéutica imponer precios más altos por más tiempo».

Con la firma del TPP se incrementa hasta ocho años las patentes de los datos de prueba para productos biotecnológicos que son las nuevas terapias para curar enfermedades como cáncer y diabetes, por lo que estos productos estarán sometidos a monopolio, explicó Javier Llamoza, de la organización Acción Internacional para la Salud (AIS), con sede en Lima.

«Van ingresar (al Perú) nuevos productos biotecnológicos (…) y lo que está haciendo este acuerdo comercial es sembrándoles el marco para que sigan existiendo en forma de monopolio», afirmó.

En ese sentido, Llamoza citó el artículo 15 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptado por las Naciones Unidas, que «dice que los seres humanos tenemos derecho a las nuevas tecnologías (médicas)».

“No podemos aceptar que un ciudadano, un ser humano, muera existiendo la solución en el mercado y que esta sea inaccesible por el alto precio”, sentenció.


Javier Llamoza de Acción Internacional para la Salud (AIS)

Peter Maybarduk, de Public Citizen, organización con sede en Washington, se manifestó en ese mismo sentido al señalar que el modelo de negocio de las grandes farmacéuticas «está costando muchas vidas a nivel mundial».

«(Las farmacéuticas) dicen que (los altos precios) son para recuperar la inversión en sus medicamentos pero la realidad es que son las entidades públicas las que invierten más dinero en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos a nivel mundial», explicó Maybarduk, quien dijo además que en Estados Unidos son los institutos de salud nacional los que hacen dichas tareas.

No obstante, si las implicancias médicas representan una grave amenaza a los países, también lo son los temas de agricultura, propiedad intelectual, trabajo, entre otros más.

Gladis Vila, ex presidenta de la organización nacional de mujeres indígenas Onamiap, de Perú, manifestó su temor por el control de las semillas indígenas y los conocimientos tradicionales. Si bien el TPP señala que protegerá los derechos de propiedad intelectual, esto será siempre que estén en un sistema de registro genético y de propiedad intelectual.

Al respecto, Vila indicó que dichos conocimientos no están inscritos o patentados, realidad que ha llevado a que sean más bien actores privados o corporaciones los que se adueñen de estos conocimientos.

En el caso de las semillas, explicó que al perder derecho sobre ellas ya no tendrían forma de intercambiar con otras comunidades como ancestralmente lo vienen haciendo.


Gladis Vila en el uso de la palabra. Cita tuvo lugar en un hotel de la capital peruana.

Realidad muy similar es la que se viviría en Chile. Paulina Acevedo, del Observatorio Ciudadano, sostuvo que con el TPP se obliga a Chile a ratificar el Convenio UPOV 91, el cual persigue la privatización del uso de las semillas en favor de empresas multinacionales. «Este nuevo tratado trae a (la trasnacional) Monsanto a la mesa», advirtió.

Agregó además que la forma secreta en que se negoció el TPP afecta los derechos humanos y su vínculo con la democracia, «la cual tiene dos principios básicos que son la transparencia y la participación, las cuales a su vez se fundamentan en dos derechos humanos que son el acceso a la información pública y el derecho a la participación política».

La mejor defensa: las alianzas internacionales


Alberto Arroyo, de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)

Aunque el panorama se presente negativo, no lo es tanto así, explicaron los expositores, quienes plantearon sus argumentos en representación de cientos de organizaciones ciudadanas.

Alberto Arroyo, de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC), destacó que el TPP «va ser derrotado en la medida que logremos alianzas internacionales».

Para que el TPP entre en vigencia se necesita que lo aprueben seis países y que estos representen al menos el 85 por ciento de la economía de los doce, explicó. Agregó que Estados Unidos representa el 62 por ciento del total, pero que ni con el apoyo de Canadá (16 por ciento) o Japón (18 por ciento) bastaría para lograr su aprobación.

«Si lo aprueban Estados Unidos y Japón tampoco se aprueba, o sea que los demás (países) estamos en la posibilidad de bloquearlo», destacó. No obstante, pidió no reducir el tema y la organización de la resistencia a un asunto de países.

Arroyo se mostró optimista y señaló incluso que con el Acuerdo Transpacífico puede pasar lo mismo que con el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) —al igual que con el TPP, también impulsado por EE.UU.—, el cual se logró paralizar con la activa participación de los movimientos sociales y de varios gobiernos.

Instó de otro lado a no subestimar la institucionalidad internacional de derechos humanos «que nunca como en los últimos años ha empezado a poner el dedo en estos tratados que son violadores del derecho internacional.»

Citó la posición adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sostuvo a fines del año pasado que el TPP podría limitar la disponibilidad de medicamentos.


Enrique Pérez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC, México)

Igual de optimista se manifestó Enrique Pérez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC, México), quien criticó los tratados de inversión como el TPP que suscribió su país y que no han significado mejoras en sectores como la agroexportación .

«Si bien el gobierno siempre presume que la agroexportación creció alrededor del 16 por ciento anual, la importación de alimentos ha crecido también y hoy en día se exporta el 40 por ciento de los alimentos», aseguró.

Saludó además que se celebren reuniones a fin de hacer unidad para hacerle frente al TPP. “Estamos aquí para hacer un convergencia más amplia a nivel continental”, enfatizó Pérez.


Peter Maybarduk, de Public Citizen

Maybarduk, de Public Citizen, manifestó por su parte que los estadounidenses se oponen al TPP y que no hay votos suficientes en el Congreso hasta ahora para aprobar el acuerdo. «No vamos a ver un voto hasta las elecciones en noviembre. Y nadie sabe cuándo este clima va a cambiar», resaltó.

«Tenemos un texto (el del TPP) y lo que nos queda aún es la opinión pública», sentenció.

Paulina Acevedo, de Chile, manifestó a su turno, que se espera en los próximos días un pronunciamiento conjunto de los Relatores de la ONU sobre el impacto de los acuerdos de inversión como el TPP a los derechos humanos.


Paulina Acevedo, del Observatorio Ciudadano de Chile

De otro lado, a petición de organizaciones de Chile, Perú y México está previsto para junio una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para exponer sobre «el impacto de los tratados en nuestros países en afectación a derechos humanos y la ausencia de consulta a indígenas».

Esto a fin de pedir medidas cautelares hasta que se presenten «estudios que resguarden nuestros derechos y no se venga implementando el TPP». Alberto Arroyo, de México adelantó que ya se han dado comunicaciones con organizaciones de los países asiáticos, firmantes del TPP, para reunirse a mitad de año.