“Se tambaleaba apestaba a alcohol y tenía toda una droguería…” (Presidente del Ecuador, Enlace Ciudadano 31 de Agosto 2013)
Cuando un predicador de sábado, el Presidente, miente, el domingo de recogimiento debe convertirse en rebeldía.
La guitarra matafascistas, señor Presidente del Ecuador, efectivamente está ebria, pero no de alcohol como su aliento de poder lo afirma. Guevara en sus cincuenta y ocho años de vida está embriagado sí, de rebeldía y de lucha por las causas nobles…
Donde está Guevara, sépalo bien, siempre habrá causa justa porque luchar… A Usted señor presidente nunca le vimos cantando por lo desaparecidos, por los hermanos Restrepo. No le vimos, ni en la caída de Abdalá, ni en la rebelión de los forajidos… Tal vez hizo tarima en otro lado, seguramente, pero cuando las cuerdas y la voz del Chamo se enfrentaban a las dictaduras de los setenta, denunciando la masacre de Aztra, animando las huelgas nacionales y la lucha campesina, recibiendo golpes de la policía que le significaron una dolencia permanente, ¿Usted donde estaba?… porque Guevara desde ese entonces ya estaba borracho de rebeldía y para su pesar sigue ebrio, desnudando con su rasgar de cuerdas y voz altiva a los adictos del poder supremo.
Su aliento mandatario de guardaespaldas y caravanas, eunuco de alcohol pero sí beodo de poder, le ha llevado a levantar ante la opinión pública un falso testimonio, una calumnia. Guevara nunca ha sido discípulo de ningún altar, de ningún vino o bebida y de ninguna iglesia. Por ello, en ese encuentro entre la guitarra rebelde y el defensor de la majestuosidad del poder, el único ebrio es aquel que levanta y sostiene la mentira. Toda “la droguería” que tenía y tiene Guevara son las pastillas que le permiten controlar su epilepsia…
«el sujeto emanaba un fuerte olor a alcohol y denotaba claramente su elevado estado etílico». Reitera el parte policial emanado desde el aliento del poder… En este punto, me pregunto hacia mis adentros, ¿Qué dirá de esta falacia el Director de Alianza País, antiguo músico rebelde, pueblo nuevo irreverente y contestario, amigo de Jaime y de muchos, y quien conoce de cerca y desde antaño el “alcohol y la droguería de Guevara”…?
“Habla y seré tu amigo; canta y seré tu hermano…” escribió Jaime Guevara a los amigos de Pueblo Nuevo, para en ese mismo escrito concluir: “Naturalmente somos distintos; pero yo los siento aún camaradas con los que se puede cantar… ¡Y contar! que es algo mucho más importante.” (Seremos el Pueblo Nuevo 1975-2012. Miguel Mora Wittt. Imprenta Noción 2012). ¿Tienes algo que decir, querido Galo?
El ebrio más peligroso siempre será el poder que circula desbordado por la copa de la prepotencia, la arrogancia, el adulo y la intolerancia. Siempre será el que, correa en mano, busca satisfacer, en la tarima y la caravana, su complejo de majestad en un país que nunca ha sido, ni será reino.
Quito 1 de Septiembre del 2013