FEMINISMOS
¿Por qué el Estado es responsable por el femicidio de María Belén Bernal?
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Por: Mishell Mantuano @MishellMantuan2
Foto de portada: Andrés León
Publicado 27 de septiembre del 2022
María Belén Bernal desapareció el 11 de septiembre de 2022, cuando ingresó a la Escuela Superior de Policía para visitar a su esposo Germán Cáceres, quien ahora está prófugo de la justicia. La tarde del 21 de septiembre la Policía informó que encontró el cuerpo de María Belén, con lo que se confirmó su femicidio. Mientras su madre pedía celeridad en la búsqueda de su hija y respuestas de lo sucedido, el entonces ministro del interior Patricio Carrillo, en una entrevista para un medio televisivo nacional dijo: “este es un delito pasional, que no se planificó y al no planificar debió dejar muchos indicios y estos permiten hacer trazabilidad para encontrar rápidamente culpable”. Las declaraciones del ministro despertaron un debate que parecía saldado hace años, gracias al avance de la lucha por los derechos de las mujeres para nombrar y tipificar el femicidio. ¿Por qué no es un “crimen pasional” cuando un hombre asesina a una mujer? ¿Cuál es la responsabilidad del Estado y la institución policial en el femicidio de María Belén Bernal? Soledad Angus, abogada constitucionalista, lo explica.
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Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, buscó a su hija desde el día uno de su desaparición y demandó respuestas a las autoridades competentes como la Policía Nacional, la Fiscalía General del Estado y el ministro del interior, Patricio Carrillo, quien días anteriores a la confirmación del femicidio, la tarde del 21 de septiembre, en un medio de comunicación televisivo dijo que lo sucedido con la abogada era un “un delito pasional”. Esto desató las críticas de mujeres, feministas y académicas quienes repudiaron las declaraciones del ministro.
Soledad Angus, abogada constitucionalista, en una entrevista para Wambra realizó una análisis del caso de María Belén Bernal y la responsabilidad del Estado. Para la abogada la la categoría de “crimen pasional”, es algo que debe ser totalmente erradicado del vocabulario y de la conciencia social, pues es algo desterrado hace décadas, “hablar de un crimen pasional pretende disminuir, reducir, atenuar la responsabilidad de quien ejecuta este tipo de delitos apuntando a que estaba turbado en su entendimiento, conciencia, y no es así. Los delitos relacionados a violencia de género y en particular delitos tan atroces como el femicidio son delitos que se cometen con plena conciencia, deliberadamente y con relaciones bien definidas de poder”. Además, si alguna autoridad, como en este caso el ministro del interior, Patricio Carrillo, habla de “crimen pasional” demuestra que hay un sesgo y nula preparación y capacitación en nociones mínimas relacionadas a violencia de género, explicó Angus.
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Femicidio- feminicidio
En 1995 Ecuador firmó el convenio de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belém Do Para”, de hecho el artículo 7, literal c, establece que los Estados firmantes condenan todas las formas de violencia contra la mujer. Asimismo, tienen el deber de incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar medidas administrativas apropiadas.
Es así que, el Ecuador, en 2014, aprobó el Código Orgánico Integral Penal y en su artículo 141 tipifica el asesinato de mujeres como femicidio y lo define así “la persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquiera tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho se serlo o por su condición de género” Este delito es sancionado con pena privativa de libertad de veintidós a veinstiséis años.
La tesis de María Belén Luna, “El Femicidio. Dogmática y aplicación judicial” dice que el femicidio definido desde Diana Russell, escritoria y activista feminista, constituye un “asesinato de una mujer por razones de género, es decir, aquella muerte que violenta, provoca, que trae consigo motivaciones que radican en el control, odio, desprecio o el simple placer de cosificar a la mujer como propiedad de otro”. Mientras que el feminicidio conceptualizado por Marcela Lagarde, mujer política, académica e investigadora mexicana, sirve para describir las violaciones de los derechos humanos de las mujeres consistentes en la muerte violenta provocada por parte del Estado, que genera impunidad debido a la ausencia de políticas públicas y legislación. A partir de estas diferenciaciones se deduce que el femicidio es responsabilidad de una persona natural, mientras que el feminicidio es responsabilidad del Estado, generalmente por omisión.
Para Soledad Angus, de las autoridades de manera deliberada quieren inducir al error a la ciudadanía con la finalidad de conducir la opinión pública hacia salvar las responsabilidades institucionales. “Yo creo que hay que dejar muy claro que la responsabilidad personal que pueda tener el agente en particular que ejecutó la desaparición y femicidio de María Belén Bernal no significa que no puede haber una responsabilidad institucional y del Estado frente a estos actos”, es decir, la responsabilidad individual y del Estado no son excluyentes, coexisten por las circunstancias de los hechos y todos los privilegios de los que estuvo rodeado Cáceres que fueron los que “facilitaron el cometimiento y la ejecución de este crimen contra María Belén”. Entre los privilegios que tuvo Cáceres, hoy prófugo de la justicia, fue su calidad de autoridad pública, de agente del orden y también su rango de teniente de la Policía.
“¿Por qué una mujer gritando 20 minutos, según los relatos que podemos conocer, pidiendo auxilio y quienes escucharon no se metieron?. porque era un teniente de rango superior y cuando según los relatos que conocemos informan esto a un teniente de rango superior y a quien llamaron por su antigüedad para que pueda intervenir, este dijo: ‘que no se podían meter’, entonces este pudo lograr su cometido, cometer este crimen embestido de su autoridad. Eso por lo tanto, torna a ese hecho de una relevancia y responsabilidad que atañe al Estado”, agregó Angus. Es decir que, aunque se haya producido una acción individual por el esposo de María Belén Bernal quien ejecutó el femicidio, esto no borra la responsabilidad que el Estado pudiera tener en la acción u omisión de otros agentes estatales que estuvieron en el lugar de los hechos.
En la misma línea, Juan Pablo Albán, docente de la Universidad de San Francisco de Quito, miembro y Relator del Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas, a través de su cuenta de twitter, explicó que la violencia de género en Ecuador es una violación a los derechos humanos, es un fenómeno sistémico y por ello no solo debe ser abordada desde el derecho penal, sino también de las acciones estatales para su prevención, erradicación y sanción, po lo que “allí también hay responsabilidad del Estado en el caso” Además “ un delito puede ser simultaneamente una violación de derechos humanos; un acto de violencia contra la mujer puede ser simultáneamente un acto de abuso del poder público”.
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La impunidad es una violación a los derechos
Angus, además, explicó que que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte-IDH, establece que aún cuando son crímenes o delitos entre particulares, la falta de investigaciones, de sanciones y la impunidad es una violación de derechos humanos que acarrea repsonsabilidad estatal. Por lo tanto, el Estado está obligado a agotar de manera transparente todos los medios para investigar a cada uno de los responsables, penales, administrativos y políticos en este caso, pues de lo contrario se generará un delito de impunidad que también “acarreará responsabilidades internacionales para el Estado”. Por eso, para la abogada lo que corresponde “es que se transparente la investigación y se evite de cualquier forma de impunidad contra todos y toda la línea de mando que pudiera estar involucrada en este caso”.
Por su parte, Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, durante sus declaraciones en el Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador, durante el velorio, dijo que su hija apareció circunstancialmente detrás de la Escuela Superior de Policía y reiteró que su hija dentro de la Escuela, por lo tanto, “es un crimen de Estado”. Y pidió que lo sucedido con su hija no quede en la impunidad y no sea solo parte de las estadísticas de mujeres asesinadas por razones de género. “Espero que no me dejen sola, este es el inicio de una lucha”, dijo Elizabeth Otavalo a todas las personas que la acompañaron en la ceremonia.