entrevista a Julio Lima, vicepresidente de CORPUKIS
por @kinoraxx
Luisa Lozano, mujer campesina, madre de familia y Amable Angamarca, comunicador popular de Saraguro fueron sentenciados a 4 años de prisión por el supuesto delito de paralizar una carretera durante el levantamiento nacional del 2015. Organizaciones sociales denuncian lo desproporcionado de su sentencia y proclaman su inocencia.
Estas dos personas son las primeras sentenciadas de un total de 12 que fueron llevadas a juicio el 30 de mayo; sin embargo, Saraguro espera otra audiencia más en contra de 10 compañeros más. Un total de 26 campesinos, estudiantes y mujeres fueron encarcelados el 17 de agosto en esta comunidad, fruto de una incursión militar y policial durante el levantamiento. Ellos y ellas permanecieron 16 días en la cárcel de Loja.
En total 41 personas han sido sentenciadas en Ecuador por su participación en el levantamiento, incluidos 4 menores de edad. Han recibido cárcel, grandes multas de dinero y trabajo comunitario.
– ¿Cuál es su opinión sobre la sentencia a los dos compañeros de Saraguro?
Julio: Es una grave injusticia contra los pueblos de Ecuador, contra el pueblo de Saraguro, contra todos los sectores sociales que venimos resistiendo, que venimos luchando por la defensa de los derechos del movimiento indígena, de los trabajadores, por los derechos en general del pueblo ecuatoriano.
El lunes 30 de mayo sentenciaron injustamente a un compañero y a una compañera, a un compañero que es comunicador social voluntario de la radio Buen Pastor y a la compañera Luisa Lozano, que es madre de 4 hijos y conserje de una escuelita comunitaria. Es una condena injusta de 4 años de prisión que realmente no merecen los compañeros.
Ellos no son culpables, no son delincuentes, no son violentos pero de esa manera vemos que el Estado, que la justicia está en manos del gobierno nacional y por lo tanto, ponen una sentencia arbitraria que no merecen los ecuatorianos.
Todos nuestros 29 compañeros que pagaron 16 días de cárcel fue injusto, tampoco son culpables los dos compañeros que tuvieron la condena, es una injusticia terrible que pasa en el país. La justicia está en manos de la burguesía, de los que hacen las leyes, de quienes manejan el sector financiero. En ese caso, el pueblo de Saraguro no merece la cárcel. Los compañeros estuvieron injustamente 16 días en la cárcel, perdieron sus trabajos, abandonaron sus hijos, de esa manera vemos que la justicia no está al servicio del pueblo ecuatoriano.
– ¿Cómo fue la solidaridad, el acompañamiento del pueblo Saraguro a las personas enjuiciadas?
Sisa: Hemos estado más de una semana de audiencia de los 10 compañeros, hemos acompañado como Juventud de ECUARUNARI, y también como miembro de la organización. La acogida de la gente fue increíble, durante una semana no nos hemos cansando, estuvimos cantando, bailando, gritando consignas con todas las energías.
– ¿Nos podrían comentar las circunstancias de su encarcelamiento y de su proceso judicial?
Julio: en mi caso, yo no fui detenido. El día 7 de septiembre me vincularon al proceso donde 26 compañeros fueron detenidos, junto con cuatro compañeros fuimos vinculados porque aparecemos en los vídeos y supuestamente somos culpables. Nuestro caso también fue un caso donde podemos decir que el Estado, los gobiernos siempre han sido represores contra el pueblo ecuatoriano, no solo el gobierno de ahora; la resistencia, la lucha han venido de un proceso de mucho tiempo.
Lo importante para que los otros compañeros quedemos fuera ha sido la presión social, la parte de movilizar y exigir que exista justicia, a pesar de eso condenaron injustamente a los dos compañeros, pero nosotros vamos a movilizarnos con más fuerza, vamos a solicitar que nuestros compañeros son inocentes, que no deben ir a la cárcel.
Sisa: Yo si fue encarcelada el 17 de agosto. Pasamos 16 días en la cárcel injustamente, la cárcel no fue nada bonito, dicen que es un centro de rehabilitación pero definitivamente es una cárcel donde hay calabozos, donde tienen encerradas por días a mujeres que cuestiones nada graves, por peleas sin sentido. Por todo esto, por esa injusticia uno se sintió con más coraje para seguir en esta lucha. A pesar de todo como mujer y joven hemos estado allí pendientes, en pie de lucha y aunque volvieran a encerrarnos seguiríamos con más fuerza.
– Hay otros compañeros del grupo de los 29 que también están llamados a juicio ¿cuál es su situación?
La zona de Saraguro ha sido una de las zonas donde hemos resistido, donde hemos reclamado desde hace mucho tiempo, desde nuestros abuelos y ha sido también una zona desde el Estado, donde se trata de criminalizar a la gente con la finalidad de hacerles atemorizar para que no volvamos a salir en las protestas, pero de ninguna manera han podido. Tenemos tres procesos en contra del pueblo Saraguro, el primero era para 29 compañeras y compañeros por un supuesto delito de paralización de servicios públicos, de los cuales ya tenemos 14 compañeros que están afrontando este proceso. 12 compañeros más que todavía no tienen sentencia y dos compañeros ya fueron sentenciados.
Además tenemos 9 compañeros están atravesando un proceso que está en investigación, en indagación previa en la Fiscalía por el supuesto delito de secuestro a la Jefa Política de Saraguro y también a dos policías. Vamos a demostrar su inocencia, que en ningún momento hubo un secuestro ¿cómo va a haber un secuestro a plena luz de día y dónde está mucha gente? Los compañeros de las comunidades trataron de invitar a dialogar a la jefa política; eso no es un secuestro.
Además de eso, tenemos más de 10 compañeros, entre ellos autoridades de elección popular como es el caso de Abel Sarango, Alcalde de Saraguro, los señores concejales y de algunos presidentes de las comunidades que están siendo investigados por supuesto delito de fraude procesal. Cuando los compañeros estuvieron dentro de la cárcel necesitaron certificados de honorabilidad para sustituir la prisión preventiva por otras medidas; por lo que los compañeros autoridades entregaron las certificaciones, pero es cierto, en las comunidades indígenas siempre uno vive en una comunidad, pero también se tiene otra casita en otra comunidad, siempre se ha vivido así en las dos comunidades y en el momento cuando presentaron esos certificado, los jueces dicen estas autoridades me están queriendo engañar y por esa razón voy a investigar, o solicitar al fiscal que lo haga.
Nosotros vamos a demostrar que los jueces no entienden la dinámica que se vive dentro de las comunidades indígenas. Ha habido una serie de violaciones, no han respetado los derechos que tenemos como pueblos y nacionalidades, a pesar de eso nosotros continuamos con fuerza, a pesar de todas estas formas, maneras de perseguir, de criminalizar, de quitar la voz al pueblo de Saraguro y a todos los procesados, no nos callarán, seguiremos en la resistencia. Venimos más de 520 años de resistencia de los pueblos y esa resistencia de todos los sectores continuará hasta construir una sociedad diferente.
– Muchas de las compañeras criminalizadas son mujeres ¿cómo ellas han sentido todos estos procesos?
El hecho de ser mujer, de ser madre, de no estar con sus hijos les ha llevado más coraje. Una compañera que estuvo en España, regresó durante el levantamiento; el 17 de agosto estaba en la carretera y fue a ver si había paso y le cogieron. Tiene un hijo de 10 años y otro hijo de 2 años, ella no sabía en la cárcel ni que es Alianza País pero ahora que ha salido dice: “Yo voy a seguir en la lucha, al principio no me interesaban estas cosas pero ahora por ser mujer y porque me violaron mis derechos, los de mis hijos, yo voy a empezar este camino”, ha dicho esto con tanto orgullo, con tanta fuerza pero a pesar de todo no ha puesto medio en las mujeres, en la juventud.