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Jaime Guevara, el eterno compañero de luchas
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Por: Gabriela Peralta @gaperalta07
Foto de portada: Jaime Guevara durante un concierto del Bloque Proletario
Publicado 12 de mayo del 2023
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Una guitarra, una pañoleta de palestina, una chompa de cuero, un jean azul apretado, una boina negra y unas botas de cuero con cordones, acompañan a Jaime Guevara, un ícono de la música para los sectores populares en Ecuador. Jaime le apostó su vida a la música, a la defensa de los derechos humanos y a la lucha contra los poderes de turno. Por décadas, él ha hecho de sus letras y canciones una forma de denuncia, de reclamo rebelde y de protesta social.
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El “Chamo Guevara”, como se lo conoce de cariño, es hijo de Teresa García, quiteña, y Ernesto Guevara, ambateño, y es el tercero de entre siete hermanos. Jaime nació el martes 21 de diciembre de 1954 en San Marcos, en el Centro Histórico de Quito. Creció en una casa colonial, típica de la época, donde habitaba un sinnúmero de personas. Luego se trasladó con su familia hacia el Barrio El Dorado.
Jaime creció en un ambiente solidario: “gozamos de unos padres muy amorosos, dedicados a sus hijos. Yo creo que, desde el hogar, él fue enriqueciéndose de buenos sentimientos y acciones”, expresa Consuelo, su hermana menor, quien, describe a Jaime como un hermano cariñoso y solidario con “quien se asome”, así sea extraño. “Por ejemplo, en época de Navidad, él siempre daba un obsequio a cada miembro de la familia, pero también al maestro zapatero del barrio, al carpintero que vivía en casa de nuestros padres y a otras personas”.
Foto: Archivo
Jaime estudió la primaria en la Escuela Luis Felipe Borja que quedaba en el Centro Histórico y cursó la secundaria en el Colegio Juan Pío Montúfar hasta el tercer año. Se retiró de esa institución porque un profesor no le permitía aprobar el curso si no se cortaba el cabello. Para entonces, a decir de su hermana, Jaime ya tenía sus propias ideas y le dijo al profesor que no cambiaría su cabello por el pase de año. Luego estudió en el Conservatorio Nacional de Música, no hizo educación de tercer nivel, pero se dedicó a auto educarse leyendo una infinidad de libros. Fue maestro de música en escuelas y poco a poco fue dedicándose a la música y a la composición.
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Si le preguntan a cualquier persona, cercana o lejana a Jaime, ‘El Chamo Guevara’, sobre cómo es él, responderán que es un tipo solidario, un “man” de ideales elevados, de lucha coherente, un defensor de todas las causas y un vegetariano estricto.
María Fernanda Restrepo, hermana de Santiago y Andrés, desaparecidos en 1988, en Quito, durante el gobierno de León Febres Cordero, narra que de Jaime Guevara se pueden escribir tratados enteros de amor, de agradecimiento y de reconocimiento: “a Jaime lo conocí, en el fragor de la lucha, a mis 11 años, cuando mis padres, Pedro Restrepo y Luz Elena Arismendi, decidieron, un año después de la desaparición de mis hermanos, emprender el camino del reclamo, de la protesta y la lucha en la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet”.
La Familia Restrepo empezó la lucha en búsqueda de Santiago y Andrés con dos carteles. María Fernanda cuenta que la Policía había inventado historias alrededor de su familia y que la gente estaba desinformada sobre lo sucedido con sus hermanos. A esa lucha se unieron personas como la Hermana Elsie Monge, misionera quiteña y directora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), y Jaime Guevara.
María Fernanda relata que Jaime, todo largo como un quijote, un quijote de los derechos humanos, asistió, cantó y acompañó la lucha de su familia, de miércoles a miércoles, sin pedir nada a cambio: “Jaime es un hombre eternamente solidario ante las injusticias, jamás dejó de ir a la Plaza. Fueron 20 años que siempre apareció con su guitarra, varias veces llenó de música la Plaza y eso ayudó a que la gente acuda y se entere de lo que sucedía”.
Jaime, como cantautor, creó varias canciones con su guitarra contestataria, para denunciar la desaparición de los hermanos Restrepo. Entre esas, una canción de cuna para Santiago y Andrés Restrepo, cuando falleció su madre, Luz Elena Arismendi:
“No hay oscuridad Carlos Santiago, no hay ningún temor Pedrito Andrés, pues la plaza aún sigue de pie con voz común y es su padre quien levanta, como enorme antorcha blanca, una luz” (Extracto de Canción de cuna para Carlos Santiago y Pedro Andrés – Jaime Guevara)
Cerco de miércoles es otra canción emblemática compuesta por Jaime. Durante el gobierno de Sixto Durán Ballén se decidió cercar con policías la Plaza Grande para que Pedro Restrepo, Luz Arismendi y otros familiares de desaparecidos no protesten frente al palacio de gobierno: “a Sixto le gustaba la música clásica y le molestaba el ruido, el ruido que ensordece al poder y a la derecha”, dice María Fernanda.
Cerco de miércoles
cerco de miércoles
yo sé por qué no me permites circular.
Cerco de miércoles
cerco de miércoles
por puro miedo a
nuestro pueblo y su verdad.
(Extracto de Cerco de miércoles – Jaime Guevara)
Foto: Asfadec
Para María Fernanda Restrepo, Jaime ha sido otro padre, porque siempre estuvo al pie de la lucha de su familia, sin retroceder un milímetro, con una valentía impresionante, a pesar de que era arrastrado por policías. “A veces llegaba en condiciones de una enfermedad que siempre lo ha acompañado: la epilepsia. Nosotros ya conocíamos esta condición y había momentos en que Jaime, en plena tocada, se caía. Sin embargo, pese a sus problemas de salud, nunca dijo no, no puedo o no quiero acompañar. Él era el que organizaba los conciertos en conmemoración de mis hermanos. Él diseñaba, convocaba a los artistas y se aseguraba de obtener los permisos para realizar los conciertos”.
Elsie Monge, directora de CEDHU, narra que su relación con Jaime se estrechó a partir del caso Restrepo: “Todos los miércoles, a mediodía, él acompañaba con su guitarra. La gente se acercaba a ver de qué se trataba, veían las fotos de los desaparecidos, de los ejecutados extrajudicialmente y se quedaban”.
Elsie recuerda que, en una de las represiones por parte de la Policía durante el plantón de cada miércoles, la Policía intentó retirar del lugar a Luz Elena Arismendi y que, pese a las bombas lacrimógenas, Jaime se quedó con ella. Todos los demás salieron corriendo. Elsie enfatiza, además, que la presencia y el compromiso de Jaime en los plantones ayudó a que el mensaje de graves violaciones a derechos humanos ocurridos en los años ochenta sea transmitido a la gente.
Marcelo Negrete, baterista de Coraje, director de Cultura FM y de la radio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, también recuerda a Jaime como uno de los más cercanos al Caso Restrepo y al rock. Marcelo cuenta que sus canciones, desde un inicio, le llamaron la atención porque encontraba en ellas cuestionamientos a los gobiernos de turno: “desde las acciones colectivas hemos apuntado a organizar al movimiento rockero y siempre había una lectura crítica por parte de él. Hacíamos conciertos y le invitábamos, él siempre estaba presto para ese tipo de acciones”.
Marcelo se unió a Jaime y a sus canciones, sobre todo, cuando sintió su apoyo y acompañamiento, en 2015, al vivir persecución y hostigamiento, como dirigente estudiantil de la Universidad Central del Ecuador, durante el gobierno de Rafael Correa. Jaime estuvo muy cercano al caso, acompañando con sus canciones: “eso fue muy importante porque sabíamos que había gente que, desde el arte, nos abrazaba. Hoy, como músico, me saco el sombrero por la gente que hace arte por nuestro pueblo, que hace arte por la reivindicación de las acciones sociales, por la defensa de derechos y que está de pie”.
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Todo por el Chamo
El “Chamo Guevara” tiene epilepsia desde los 25 años, aproximadamente, y cuenta con seguridad social. Sin embargo, desde hace cinco años, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS, no entrega la medicina que necesita.
Jaime, actualmente, atraviesa un quebranto en su salud y requiere intervenciones quirúrgicas. Por ello, la Coordinadora de Artistas Populares, organizaciones de derechos humanos y agrupaciones musicales promueven el concierto ‘Todo por el Chamo’ para recaudar fondos y cubrir los gastos médicos.
Una de las bandas de rock que se presentará es Sal y Mileto. Igor Icaza, baterista de la banda, considera que Jaime es un referente para la música de la agrupación y para otros artistas que tienen una postura en contra de las desigualdades sociales: “Jaime ha dado un ejemplo tanto en los escenarios como en las calles. Es un gran amigo. Nuestra relación, desde el inicio, ha sido de conciertos, de mantenernos unidos, de protestas sociales. Él nos ha enseñado durante toda su vida a estar siempre apoyando buenas causas, a la gente que tiene familiares desaparecidos, etc.”.
Igor manifiesta, además, que los artistas y trabajadores de la Cultura viven tiempos complejos, que cada vez es más difícil tener aforo lleno, tener la capacidad de que el arte sea autosustentable y mueva conciencias: “Todo por el Chamo necesita de la respuesta total del público de Quito. Estamos uniéndonos los artistas y productores, cómo no vamos a ser solidarios con alguien que nos ha dado clases de solidaridad durante décadas”.
María Fernanda, Elsie, Consuelo, Marcelo, Igor y varias personas más coinciden en que Jaime es un ser que emana solidaridad y bondad. También lo ven como un referente de la defensa de derechos humanos y de la música ecuatoriana. Por ello, apelan e invitan a la sociedad en general a que asista al concierto.
El concierto, que servirá para recaudar fondos y cubrir los gastos médicos de Jaime, se realizará el sábado 13 de mayo de 2023, a las 16h00, en el Teatro de la Sede Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Las entradas generales tienen un costo de diez dólares y están a la venta en https://www.buenplan.com.ec/event/todo-por-chamo
