Feminismos afrorunas populares

 

Publicado 04 marzo 2020

Por: Sinchi Gabriela Gómez Toaza @gagomezt

 

Los feminismos son diversos, como diversas somos las mujeres y tiene un significado diferente para cada una. A muchas el feminismo nos salvó la vida o por lo menos nos la cambió. Para otras el feminismo nos permitió compartir con otras, aprender, crear, ser libres.  Sea cual sea el feminismo que abrazamos, todas tenemos algo en común: el feminismo es una forma de vivir y de relacionarnos con las otras personas.

Además de ser una teoría social que se ha ido construyendo desde la memoria de los cuerpos de las mujeres y sus resistencias cotidianas, existe una ética política detrás de cada uno de los significados de los feminismos, es decir, que cada acción individual o colectiva se proyecta hacia una transformación de la sociedad, abarca a cada uno de los aspectos de la vida: la economía, la educación, las familias, la salud, los conocimientos, la cultura, el arte, los afectos. Pero, ¿por qué es necesario ser feminista o pensar la vida desde los feminismos?

La historia contada por quienes dominaron en la historia, se encargó del ocultamiento de las mujeres como un acto consciente para  marginar a un grupo social en específico. Basta mirar los libros con los que nos educaron, cuyo relato es masculino, no solo porque las figuras masculinas llenan  las hojas de los libros, sino también por el sentido y los afectos que estos construyen: la violencia de las guerras, las disputas masculinas, las mujeres como amantes, chismosas, traicioneras, y eso si acaso tuvieron la suerte de nacer en condiciones de privilegio como la de clase, para aparecer en la historia.

Si las reinas de las monarquías, las aristócratas de la colonia, las pensadoras y científicas europeas fueron invisibilizadas, más aún las mujeres de las clases oprimidas como las indígenas, las afro, las populares. Colocarlas en las páginas de la historia ha sido un trabajo de los feminismos. Recuperar la memoria de las ancestras, tomar su ejemplo y recoger su legado para continuar una lucha de largo plazo. Así, el feminismo se convierte también en un compromiso colectivo con la historia y con la memoria de recuperarla y de hacerla.

Entonces, el feminismo es acción, es práctica y teoría.  Y aunque es un término con el que la sociedad está aprendiendo a relacionarse y a comprender, puedo decir que, como resultado de los diálogos que he podido mantener con otras mujeres, lo que llamamos feminismo o feminismos son  las prácticas cotidianas históricas y permanentes de las mujeres por una vida digna, sin violencia; es la reacción frente a un algo que nos vulnera el cuerpo, que nos incomoda, que sabemos que no está bien y, que hoy podemos nombrar y llamar como patriarcado.

El feminismo es parte de la vida misma de las mujeres, en nuestras revoluciones personales, en nuestras luchas cotidianas y ha estado en nuestras vidas desde siempre en cualquier contexto.

Por eso no es novedoso, ni mucho menos algo reciente que las mujeres runas (indígenas) afrodescendientes, populares pongamos sobre la mesa las cartas feministas desde nuestra perspectiva, nuestra propia cosmogonía y contradicciones.

Me interesa discutir sobre la comunicación y cómo los feminismos pueden atravesarla. Los medios de comunicación tradicionales no solo que producen contenidos sexistas, que banalizan a las mujeres y las personas de las diversidades sexo genéricas, sino también han colocado discursos racistas y conservadores que van en contra de los derechos. La comunicación también es un espacio que disputan los feminismos. Cuestionando, pero también haciendo contenidos propios.

Es así que el Laboratorio de Cine y Audiovisual Comunitario Ojo Semilla, se convierte en una posibilidad de hacer esa otra comunicación. En este especial que se llevó acabo en agosto de 2019, fue una experiencia de sororidad y aprendizajes técnicos y humanos muy potentes.  Desde hace tres años el equipo de Fundación el Churo y Ojo Semilla han desarrollado una metodología específica para el trabajo con mujeres. En esta edición que se denominó “Capitulo Multimedia Feminista”, nos reunimos cerca de 30 mujeres de comunidades indígenas, afroecuatorianas, barrios populares, colectivas, que se reivindican como feministas y trabajan para la erradicación de la violencia de género, el cine feminista, la lucha ambiental, estudiantil. La metodología de este proceso nos ha permitido explorar y crear desde nuestros propios intereses y capacidades. Es así que realizamos podcast, videos, sesiones fotográficas y textos narrativos en los que se concretaron temas como: la interseccionalidad, el derecho a decidir, la criminalización a mujeres por abortos, el placer, y la sororidad que, en este proceso, lo renombramos como “ñañaridad”, del término “ñaña” que significa hermana en kichwa, en Ecuador.

Hacer este especial en minga, con la voz y afectos de tantas mujeres diversas, expresando sus propios relatos, permiten acercarse a los feminismos desde una perspectiva más humana y real. Esperamos que cada uno de los relatos logren comunicar desde la empatía para comprender ¿qué mismo son los feminismos? Y por qué no tenerle miedo.