Una marcha sin pueblo o un desfile militar

Crónica de la movilización de Noboa

 

 

Por Verónica Calvopiña @kinoraxx

fotografía Jorge Cano Cañizares @jorcano_

 

Publicado 22 de agosto del 2025

 

Daniel Noboa, presidente de Ecuador, salió a marchar con sus ministros y sus asambleístas. Todos vestían camisetas negras. La elección del color negro en una marcha organizada desde el poder, no es casual y menos en Ecuador. En diversos momentos de nuestra historia, grupos de poder económico y político eligieron este color para manifestarse. El 8 de abril de 1999, por ejemplo, Fernando Aspiazu, dueño del quebrado Banco del Progreso, junto con las Cámaras de Comercio de la Costa y el ex mandatario León Febres Cordero organizaron la marcha conocida como los Crespones Negros.  Esta marcha le exigía al destituido gobierno de Jamil Mahuad que el Estado Ecuatoriano se haga cargo de la quiebra del banco, o sea, haga un salvataje bancario. Más recientemente, en 2022, el ex asambleísta Andrés Páez y el actual asambleísta por ADN, Andrés Castillo, organizaron la marcha de las Banderas Negras para rechazar las amnistías que la Asamblea Nacional entregó a más de 260 líderes sociales. Y a nivel internacional, como olvidar la Italia de 1922, cuando los grupos de apoyo a Benito Mussolini desarrollaron la Marcha de las Camisas Negras para tomar el control político de todo el país e instauraron un régimen fascista.

Ahora, Daniel Noboa y su régimen vuelven a elegir el color negro en sus camisas para marchar, esta vez en contra de la Corte Constitucional y sus autos de corte que suspendieron parcialmente las leyes de Solidaridad Nacional, Integridad Pública y de Inteligencia. Pero no fue solo Noboa, el 12 de agosto contra la Corte Constitucional marchó el poder militar, los poderes políticos locales y hasta los grupos antiderechos que desde hace rato se han opuesto a los dictámenes y sentencias del organismo.

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«Yo marcharé con la gente y marcharemos hacia la Corte para hacer sentir el verdadero poder del pueblo», dijo el presidente Daniel Noboa el 6 de agosto de 2025, durante una entrega de insumos agrícolas en el cantón Durán, de la costa ecuatoriana. Con esta marcha, el régimen de Daniel Noboa reaccionó a la decisión de la Corte de admitir a trámite las demandas de inconstitucional presentadas por organizaciones sociales y con ello, suspendió varios artículos de las leyes de Solidaridad Nacional, Integridad Pública y de Inteligencia, aprobadas por la Asamblea Nacional.

La marcha estaba prevista iniciar a las 11 de la mañana desde el Puente del Guambra, en el centro norte de Quito. Desde la madrugada, alrededor de 300 buses interprovinciales, parroquiales, de turismo y hasta escolares llegaron a la capital con personas provenientes de distintas provincias. Esta vez no hubo policía que los detenga en el camino para saber si tenían o no permiso para el transporte de personas de una provincia a otra, como sucede en los paros nacionales convocados por el Movimiento Indígena. Este permiso no importó para la gente que venía en esos buses a marchar con Daniel Noboa en contra de la Corte Constitucional.   

En las avenidas Patria y 6 de diciembre, se instalaron vallas publicitarias gigantes que mostraban las caras de los nueve jueces y juezas de la Corte Constitucional, con sus nombres en rojo y con la frase: “Estos son los jueces que nos están robando la paz. Firmaron contra leyes que nos protegen”. Una de estas vallas estaba fuera del Distrito Centro del Ministerio de Inclusión Económica y Social de la Av. 6 de diciembre.

A lo largo de la marcha también había afiches colgados donde se divisaban los colores de la bandera tricolor y la frase: “Firmes por Ecuador”. Más adelante estaba una pantalla electrónica móvil que mostraba un contador que marcaba el supuesto número de muertes violentas registradas desde el 4 de agosto, fecha en que la Corte decidió admitir las demandas de inconstitucionalidad. Esta pantalla era transportada por un camión con placas de la provincia del Guayas, cuya propiedad figura a nombre de la empresa Múltiples Servicios Publicitarios, MULTIPUB. En la Superintendencia de Compañías, la gerente de esta empresa es además, gerente de Radio Élite de Guayaquil. Una investigación de Diario El Expreso, vincula estas vallas con el Colectivo Ecuador Merece Paz, que emitió un boletín el 7 de agosto apoyando la marcha contra la Corte Constitucional.

Hasta la fecha, el gobierno mediante su vocera, sigue negando que estas vallas fueran colocadas con dinero público: “La movilización de personas es una movilización que la gente lo hace porque quiere manifestarse. No hay erogación de fondos púbicos”, dijo Carolina Jaramillo, en su característica rueda de prensa del lunes 18 de agosto. Al ser cuestionada por un video donde se observa a un hombre entregando dinero a los marchantes, Jaramillo, algo nerviosa enfatizó: “No tenemos nada que decir” e increpó al periodista que seguía insistiendo:

¿Pero hubo ese pago?, preguntó el periodista

-“Eso dices tú. No lo estoy diciendo yo”, interrumpió la vocera de gobierno.

Pese a estas declaraciones, en la esquina de la Patria y 6 de diciembre, se vio a un par de jóvenes que repartían carteles preimpresos a la gente que venía a sumarse a la marcha. Sobre la hoja blanca, en letras negras se leía: “Cerré mi negocio por la delincuencia. Y mis hijos ya no tienen que comer. BASTA YA DE JUECES CORRUPTOS”. Otro grupo más allá, repartía banderas plásticas de Ecuador.

 

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Lo que decían las vallas y otros anuncios es parte de los argumentos que han buscado invalidar la decisión de la Corte desde hace semanas. Al organismo se lo ha acusado de estar supuestamente a favor de la delincuencia o de ser una Corte correísta. En cadena nacional, el 4 de agosto, la misma Ministra de Gobierno, Zaida Rovira, y el Presidente de la Asamblea Nacional, Niels Olsen, aseguraron que con su decisión la Corte Constitucional dejaba sin respaldo a las fuerzas del orden. Estas palabras fueron repetidas por los asistentes a la marcha:

“Nosotros venimos a reclamarle a la Corte Constitucional para que trabaje por el bien del país y no se pegue a las bandas delictivas, a la corrupción y al narcotráfico, que es lo que está sucediendo hoy” dijo Jhon Lara de Acción Humanista de Santo Domingo. Este colectivo con presencia nacional, apoyó la campaña electoral de Daniel Noboa; suele estar fuera de la Asamblea Nacional entregando hojas volantes con frases en contra del aborto, de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, entre otros discursos que algunos consideran negacionistas. Sobre el dictamen de la Corte Constitucional referido al matrimonio igualitario, Jhon digo: “Yo no sé en dónde viven estos señores, si no han leído un poquito la Biblia”. En esta ocasión, el colectivo de Acción Humanista de Santo Domingo, estaba representado por un grupo de hombres que llevaban una pancarta con el nombre del colectivo en rojo, con las fotos de Daniel Noboa; su madre y asambleísta nacional, Anabella Azin; y de Yadira Bayas, asambleísta de ADN por Santo Domingo. La cara de Daniel Noboa también estaba impresa en las camisetas que estos hombres vestían. Uno de ellos además, tenía una gorra negra con un parche bordado en hilo dorado donde asomaban las palabras “Caucakistan, tierra de respeto” en referencia a la ciudad colombiana del Cauca, junto con el dibujo de un fusil.

Acción Humanista no fueron los únicos que resaltaron el nombre de un asambleísta de ADN durante la marcha. Un grupo de jóvenes cargaba una larga bandera morada con la foto de la asambleísta Rosa Torres de la provincia de Los Ríos y presidenta de la Comisión de Justicia. Junto a la foto de la asambleista, se leía la frase: “Team Rosa Torres”. La misma asambleísta   publicaría  la noche del 12 de agosto, en su cuenta de instagram, un video reel donde se la ve agitando una bandera de Ecuador frente a la pancarta con su nombre y foto.

Torres destacó hace semanas, porque su comisión eliminó del Código de la Democracia, la participación alternada de hombres y mujeres en los binomios electorales. En declaraciones a la prensa, Torres decía que el Ejecutivo es quien debía decidir si la alternabilidad de los binomios era necesaria: “Estamos expectantes a que el Ejecutivo se pronuncie y si cree conveniente y ve necesario puede establecer y escribirlo”.  

En esta ocasión, Rosa Torres también respaldaba la decisión del Presidente Noboa de marchar en contra de la Corte Constitucional. La asambleísta marchó vestida con unos jeans y un top negro. Iba en primera línea junto con el presidente del legislativo, Niels Olsen y sus compañeras de bancada Camila León, Valentina Centeno, Lucía Jaramillo, Diana Jácome, Sade Fritschi, Juan José Reyes. En primera fila también estaban los ex asambleístas por la Revolución Ciudadana, Mónica Salazar y Ferdinand Álvarez.

Estas asambleístas, tal vez las reconocidas de la bancada oficialista, caminaron rodeados de una larga fila de asesores, fotográfos y equipo de seguridad. A momentos se detenían para sus equipos de comunicación les tomen fotos y les hagan videos; mientras sus guardias permitían a cuenta gotas que algún simpatizante entre a pedirles una selfie. A más de tomarse fotos, la asambleísta Rosa Torres levantaba el brazo para arengar a su “team” que gritaba: “Los Ríos presente”.

Este grupo de asambleístas avanzaba por la Avenida Patria, cuando se detuvo a escasos pasos de una de las vallas que mostraba la cara de los jueces de la Corte Constitucional. De repente, se comenzó a escuchar la canción a la Bandera Ecuatoriana. Las asambleístas tarareaban la letra, tal vez recordando algún minuto cívico o evento militar. Otros como Olsen y Reyes se animaban a cantar las partes más conocidas de la canción: “Levantemos con fe la bandera” y sin dudarlo, toda la fila gritó en la parte que dice: “Ecuador, Ecuador”. Las banderas de plástico flameaban en el fondo.

Otros asambleístas como Esteban Torres no estuvieron en primera fila, pero igual que el resto de sus colegas, llegó acompañado de un pequeño grupo de sus simpatizantes que cargaban banderas, mientras él se tomaba fotos y selfies con la gente que lo identificaba en la calle. Asambleístas como Annabella Azin no estaban presentes en la marcha, pero sus fotos estaban impresas en las banderas que llevaron sus simpatizantes como la del Frente Annabella Azin Arce de la provincia de Imbabura.

La marcha llegó hasta la Corte Constitucional. La calle José Tamayo estaba abarrotada de gente que caminaba desorientada por todo lados. En medio de ese mar de gente, la fila de asambleístas de ADN desapareció, no se quedaron para hablar con sus simpatizantes, menos aún para dar por algún discurso. Con la misma rapidez y en medio de guardaespaldas, salió de la marcha la prefecta de Esmeraldas, Roberta Zambrano.Ella había caminado desde la Av. 10 de agosto, atrás del presidente Daniel Noboa. La prefecta no vistió de negro, prefirió llevar la camiseta de la Selección nacional de fútbol, como símbolo de patriotismo.

Al igual que los asambleístas de gobierno, Zambrano publicó en sus redes sociales, un reel de su participación en la marcha donde en nombre de la unidad, separó la libertad de la paz: “Estoy de acuerdo que los poderes del Estado deben de tener independencia, pero cuando tenemos un país que requiere de la unidad, debe de darse o nuestra libertad o nuestra paz”. Manuel Caizabanda, gobernador de Tungurahua, fue otra de las autoridades locales presentes, que en medio de la marcha daría declaraciones, aunque cortas, bastante decidoras:  “El Señor Presidente de la República quiere conducir por mejores días, y lamentablemente hay instituciones que no se alinean”.

 

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Policías, grupos antimotines, militares  estuvieron a lo largo de toda la marcha, pero sobre todo se desplegaron con más fuerza en los alrededores de la Corte Constitucional. Algunos iban con el rostro tapado, con escudos, portando fusiles y bombas lacrimógenas. También hubo vallas metálicas, tanques antimotines y camiones militares dispuestos en las calles aledañas. Un fotógrafo captó a un grupo de francotiradores en uno de los edificios cercanos de la Corte. Dentro de la marcha llamaron la atención policías vestidos de civil y agentes de seguridad privada, que acompañaban a algunos de los marchantes durante el recorrido. Se los podría identificar fácilmente por las insignias en su vestimenta.

 

 

Los policías y militares también estaban representados entre la gente que marchaba. Un grupo de personas de mayor edad, exhibían una lona que los identificaba como la Asociación de Policías en servicio pasivo “Rumiñahui”. Mientras las vallas colocadas exhibían mensajes que no solo cuestionaban a la Corte Constitucional por suspender las leyes sino que ponían a los magistrados “en el bando de los malos”, de la delincuencia y por tanto, en contra “los buenos”, en contra de la fuerza pública.

Entre “los manifestantes buenos” también estaba el colectivo Chao Pabel, que recoge firmas para la revocatoria del mandato del Alcalde de Quito, Pabel Muñoz. Una señora de este colectivo cargaba uno de los pocos carteles hechos a mano, donde reclamaba a la Corte por seguridad y aseguraba que el organismo “tiene que defender a la ciudadanía” y no al líder de un partido político que está Bélgica, haciendo alusión a Rafael Correa, ex presidente que dejó el poder hace 10 años. 

André Santos, director del Movimiento Firmes, estaba a las afueras de la Corte Constitucional ese 12 de agosto. Firmes es una de las agrupaciones que ha fortalecido el discurso en contra del organismo y sus decisiones. En un post reciente en X dice: “la Corte Constitucional no representa a nadie. Sus miembros no fueron elegidos por el pueblo ni responden ante él”. Durante la marcha cuestionó que la Corte haya suspendido provisionalmente el artículo 6 de la Ley de Solidaridad Nacional.  “Este artículo permitía procesar a los terroristas por el delito de pertenencia a organizaciones criminales. Ahora, todos estos terroristas que estaban siendo procesados, automáticamente recuperarán la libertad”, dijo Santos ante algunos medios. Por esta razón, el activista pedía “la abolición completa de este organismo”

Sin embargo, al revisar la ley aprobada tenemos que este artículo explica que el Presidente de la República es quien reconocerá un Conflicto Armado Interno y quien dispondrá de “las medidas económicas, financieras y operativas necesarias”. También añade que serán las Fuerzas Armadas quienes identifiquen los grupos que participan en este conflicto, con base en sus actos de violencia. Para las organizaciones sociales que demandaron esta ley por inconstitucional, este artículo es peligroso ya que la determinación de un conflicto armado interno pasaría por una “declaración del presidente y su reglamento”, creando un régimen especial que pone en peligro derechos. Tomando en cuenta este argumento, la Corte decidió suspender provisionalmente el artículo para analizarlo en una próxima audiencia.

 

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Un carro blindado dejó a Daniel Noboa en medio de la multitud que horas antes se había concentrado en la Av. 10 de Agosto. Noboa vestía de negro con un chaleco antibalas y luciendo gafas como siempre. Días atrás dijo que marcharía con la gente y en efecto, marchó con su gente. A su lado, iba su compadre y también ministro de Estado, Michele Sensi- Contugi, quien está a cargo del Centro de Inteligencia Estratégica, CIES. A lado derecho de Noboa, estaba John Reimberg, Ministro del Interior y a lado izquierdo, Jean Carlo Loffredo, Ministro de Defensa. Alejada por unos cuantos pasos, se ve a la vicepresidenta, María José Pinto. En otro lado, iban el resto de sus ministros también uniformados de negro.

Noboa, su vicepresidenta y ministros llegaron a la puerta de la Corte Constitucional. En la esquina de las calles Tamayo y García los esperaba estacionada una camioneta con grandes parlantes. El Presidente su subió a la camioneta donde le dieron un megáfono que no logró amplificar su voz.

 

  • “No vamos a permitir que el cambio se queda estancado por nueve personas que ni siquiera dan la cara”.

Fueron parte de las pocas palabras que dijo Noboa en menos de cinco minutos a la gente que llegó hasta la Corte Constitucional. La mayoría de sus simpatizantes se quedaron con las ganas de verlo y escucharlo. El resto del mensaje presidencial llegó horas después redes sociales. Daniel Noboa colocó un par de fotos ya no en contra de la Corte sino de las movilizaciones convocadas por organizaciones y colectivos sociales.

  • “Las imágenes hablan por sí solas. Primero, la marcha por el país y la seguridad. Segundo, la marcha a favor de la delincuencia y la corrupción”.

Con estas palabras, Noboa insiste en colocarse en “el bando de los buenos” “del lado correcto de la historia”, mientras que los sectores sociales que interpusieron las demandas y la misma Corte Constitucional serían parte de la delincuencia y la corrupción.

Noboa buscó con esta marcha “hacer sentir el verdadero poder del pueblo”; de “un pueblo” que llegó de mano de asambleístas y autoridades locales; de “un pueblo” que marchó entre una inmensa cantidad de policías y militares. Un pueblo al que apenas le habló por menos de cinco minutos.

“El verdadero poder del pueblo de Noboa” se hizo sentir hace un par días, cuando el Ministerio de Energía preparó una orden dirigida a la Corte para que desaloje el edificio donde se encuentra. Aunque el gobierno se echó para atrás con esta decisión, esto fue apenas el inicio, Noboa querrá nuevamente hacer sentir “el poder del pueblo” en las audiencias que se vienen con  la Corte Constitucional. Mientras la Contraloría inició un examen especial hacia el organismo.