La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, una prioridad para la salud sexual y reproductiva

 

 

Por: Gabriela Peralta @gaperalta07

foto de portada Municipio de Guayaquil en la «Semana de las Américas» (SVA), campaña de vacunación contra el VPH

 

Publicado 27 de mayo del 2024

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Natalia*, de 25 años, fue diagnosticada con el Virus del Papiloma Humano, VPH, tras notar una verruga en su zona genital. Su experiencia subraya la importancia de la prevención y la educación sexual y reproductiva en Ecuador. Según la Organización Mundial de la Salud, la vacunación contra el VPH y el diagnóstico temprano puede prevenir y eliminar el cáncer de cuello uterino a nivel global para 2030 en países de ingresos bajos y medianos bajos.

Ecuador inició una campaña nacional de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano en todos los centros de salud e instituciones educativas del país el 2 de mayo de 2024. La campaña, que por primera vez incluye a niños de nueve a 14 años, 11 meses y 29 días, busca ampliar la protección contra el VPH.

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Natalia tiene 25 años y es trabajadora social. Ella recuerda cómo un día, durante su rutina de higiene personal, notó algo inusual: una pequeña verruga en la zona externa de su vagina. Decidida a realizarse una evaluación profesional, acudió al Centro Médico de Orientación y Planificación Familiar, Cemoplaf, institución dedicada a ofrecer servicios y productos de salud, con énfasis en salud sexual y reproductiva. En Cemoplaf, luego de un examen detallado, fue diagnosticada con el Virus del Papiloma Humano, VPH.

Luego ella confirmó tener VPH con otro examen, una vulvoscopia, técnica que permite examinar la vulva. Posteriormente se realizó una colposcopia, un procedimiento que se usa para examinar el cuello del útero, la vagina y la vulva, y cambios en el tejido que pueden convertirse en cáncer. Así lo detalla el Instituto Nacional del Cáncer, NCI, en su sitio web. “Me dijeron que debía hacerme una colposcopia para descartar lesiones internas. Además, me explicaron que existen diversos tipos de VPH y que algunos pueden desencadenar en cáncer. Ahí me asusté mucho, pensé que tendría cáncer. Fue mi primer pensamiento”, recuerda Natalia.

Como parte de su tratamiento, inicialmente un médico removió una verruga mediante topicación, un procedimiento que elimina las verrugas mediante la aplicación de ácido tricloroacético para quemarlas y permitir que se caigan de forma natural. Natalia asegura que no le causó dolor. Sin embargo, con el tiempo, le aparecieron nuevas verrugas en la zona externa de su vagina y una lesión en el cuello uterino. “Si en el interior hay un tono rosado y no hay lesiones (verrugas), significa que el VPH no ha avanzado al grado de afectar internamente”, dice Natalia, pero ese no fue su caso.

El médico le indicó que, para saber si era algún tipo de VPH que causa cáncer, debía realizarse una genotipificación del VPH, valorada entre 150 y 300 dólares. Ese examen estaba fuera de su alcance económico, por lo que su médico le sugirió realizarse una biopsia y una electrocauterización. La electrocauterización es un procedimiento que usa el calor de una corriente eléctrica para destruir tejido anormal, como un tumor u otra lesión. Así lo define el Instituto Nacional del Cáncer, NCI.

El resultado de la biopsia reveló que no había cáncer, pero Natalia relata que someterse al proceso de electrocauterización fue incómodo. Tuvo que permanecer sentada con las piernas abiertas por mucho tiempo, lo que la hizo sentirse expuesta. Además, describe el proceso de cicatrización como doloroso. “Las últimas sesiones fueron aún más dolorosas porque las verrugas eran de mayor tamaño. Sentía que estaba lastimada, que pude ir acompañada, pero no quería. También sentí que acceder a eso fue un privilegio porque en ese momento tenía los recursos. Fueron muchos exámenes e intervenciones médicas en un tiempo corto. En una sola vez gasté alrededor de 300 dólares”.

Desde su diagnóstico ha transcurrido ya un año y medio. Ella describe que, a pesar de que el personal médico que la atendió en Cemoplaf fue muy amoroso y empático, fue un proceso triste y doloroso porque no encontró información precisa sobre el virus y que la palabra “cáncer” es la que más resuena en la Internet. Incluso resalta que su doctora le recomendó aplicarse vacunas, pero que otros médicos no lo recomiendan una vez que tienes el virus.

Si bien su enfermedad está bajo control en la actualidad, siente incertidumbre ya que “no es algo que se cura, es algo con lo que vas a vivir toda tu existencia”, afirma. Por esta razón, asegura que sigue una dieta saludable, cuida su sistema inmunológico, asiste regularmente a controles médicos y utiliza preservativos en sus relaciones sexuales. También destaca la importancia de la educación sexual y reproductiva, sin tabúes, a temprana edad. Por ello, insiste en que, si se presenta la oportunidad de asistir a una campaña o participar en algún espacio que brinde información sobre el VPH, es fundamental aprovecharla y acudir.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, el virus del papiloma humano es una infección de transmisión sexual común. “Casi todas las personas sexualmente activas la contraerán en algún momento de su vida, por lo general sin presentar síntomas”. Según el organismo de salud, la infección por el VPH puede afectar a la piel, la región genital y la garganta. También señala que los preservativos pueden prevenir las infecciones por el VPH, pero que no ofrecen una protección completa.

La OMS afirma que algunas infecciones por el VPH pueden desaparecer por sí solas, sin necesidad de tratamiento, mientras que otras pueden manifestarse como verrugas genitales o pueden provocar la aparición de células anormales, las cuales tienen el potencial de evolucionar hacia un cáncer. Por ello, aunque la vacuna contra el VPH no se utiliza para tratar infecciones o enfermedades causadas por el VPH, puede prevenir la aparición de cánceres.

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Una vacuna contra el VPH

El Ministerio de Salud de Ecuador incorporó la vacuna contra el VPH a su esquema nacional de vacunación en 2014. En la actualidad, en el marco de la Semana de Vacunación de las Américas (SVA), una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, inició una campaña de vacunación el 2 de mayo de 2024. La campaña va dirigida a niñas y, por primera vez, a niños de 9 a 14 años, 11 meses y 29 días.

Según Karen Torres, responsable del Programa Nacional de inmunizaciones del Centro de Salud de Conocoto, los hombres son los portadores del VPH, mientras que las mujeres son el reservorio. Por ello, destaca la importancia de vacunar también a los niños.

Karen enfatiza que hay ciertos tipos de VPH, serotipos 16 y 18, que si no son tratados a tiempo pueden causar cáncer cervicouterino, también conocido como cáncer de cérvix. En Ecuador, según detalla el Ministerio de Salud, el cáncer cervicouterino ocupa el quinto lugar de los cánceres más frecuentes, con una prevalencia de 6.9 casos en 100 mil personas. Además, es el cuarto cáncer más común a nivel mundial, 570.000 mujeres son diagnosticadas cada año. Así se afirma en el artículo de investigación de Revista Metro Ciencia, Carga de enfermedad por cáncer de cuello uterino.

Según afirma Karen, a nivel nacional se tiene previsto vacunar a 595 mil niñas y niños contra el VPH de forma gratuita. En el Centro de Salud de Conocoto, Distrito 17D06, empezó la vacunación el 7 de mayo. En la primera semana este centro inmunizó a 954 niñas. Es decir, han vacunado al 16% del 100%. Esperan vacunar a 5671 niñas en total. De acuerdo con Karen, la vacuna que se está usando en la actualidad es la Tetravalente, Gardasil. Esta busca prevenir el cáncer de cuello uterino. La vacuna contiene cuatro cepas, del tipo 6, 11, 16 y 18; y viene para dos dosis. La primera a los nueve años y dentro de seis meses la segunda. “Ahí quedan inmunizados los niños”, afirma.

La vacuna puede causar dolor en el brazo, hinchazón o enrojecimiento en la zona de la inyección. También puede provocar vómitos, náuseas y dolor estomacal, aunque estos efectos no siempre ocurren, por lo que es una vacuna segura.

El Centro de Salud de Conocoto atiende desde las 7h30 de la mañana hasta las 18h00 y los sábados de 7h30 a 14h00. Los niños y niñas que por alguna razón no pudieron ser vacunados en las instituciones educativas fiscales, fiscomisionales y privadas pueden acudir a los centros de salud. A partir de junio de 2024, también vacunarán casa por casa para que, por ejemplo, aquellas niñas no escolarizadas o que no tenían la edad requerida reciban la inmunización. La campaña de vacunación estará disponible en todo Ecuador hasta el 30 de junio de 2024.

En 2020, la Organización Mundial de la Salud, OMS, presentó la estrategia “90-70-90” con el objetivo de eliminar el cáncer de cuello uterino a nivel global para 2030 en países de ingresos bajos y medianos bajos. Esta estrategia consiste en que el 90% de las niñas estén totalmente vacunadas contra el VPH antes de cumplir los 15 años; que el 70% de las mujeres sean examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 años y una vez más antes de los 45 años y que el 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino reciban un tratamiento. Si los países cumplen con esta estrategia, la OMS afirma que “la tasa mediana de incidencia del cáncer del cuello uterino disminuirá en un 42% para 2045 y en un 97% para 2120, con lo que se evitarán más de 74 millones de nuevos casos de cáncer del cuello uterino”.

Natalia* es nombre ficticio que protege la identidad