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Más nombres se suman a los de los cuatro niños

Denuncias de desapariciones y ejecuciones en manos de militares

 

 

Por: Ana Acosta @yakuana

Publicado 09 de enero del 2024

 

A raíz de la historia de los cuatro niños de las Malvinas desaparecidos por militares y posteriormente encontrados sus restos calcinados, otros familiares nombran a más hijos, sobrinos, madres, hermanos desaparecidos o ejecutados por militares, desde el decreto de “conflicto armado interno” de Daniel Noboa, que inició el 9 de enero de 2024.

Aquí registramos 10 nombres recogidos por organizaciones de derechos humanos: tres adolescentes de 16, 17, 18 años y siete jóvenes de entre 19 y 35 años, varios son afrodescendientes. Ninguno tenía antecedentes penales ni estaba cometiendo delito alguno. Solo estos casos, aproximadamente, representan la existencia de una desaparición o ejecución por mes en la que están involucrados miembros de la Fuerza Pública, desde enero. A pesar de esto, varias de estas desapariciones se investigan como “desaparición involuntaria” y no como “desaparición forzada”. Por su parte, la Fiscalía registra 9 denuncias por desapariciones forzadas y 15 denuncias por ejecuciones extrajudiciales.

Muchas de estas historias tienen rasgos similares con el crimen de Estado de los cuatro niños, que puso en evidencia el papel de la Fuerza Pública en violaciones de derechos humanos durante el llamado “conflicto armado”.

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Dave Loor Roca, 20 años y su amigo Juan Daniel Santillán, Ventanas, Los Ríos.

Los dos jóvenes fueron detenidos y luego desaparecidos por las Fuerzas Armadas en el cantón Ventanas, en Los Ríos, el 26 agosto de 2024, a las 16:30, durante un estado de excepción. 

Dave y Juan Daniel salieron en la moto a comprar a una tienda, ninguno tiene antecedentes penales. En un video de cámara de vigilancia quedó registrado el momento en que los dos jóvenes están en una motocicleta, cuando militares, con vestimenta, armas, cascos, máscaras, botas, les piden bajarse y les requisan; ellos levantan los brazos sin mostrar resistencia; los militares les solicitan documentos, los suben a la camioneta y se los llevan acostados en el balde. Una imagen muy similar a la del video de los niños de las Malvinas.

En un video testimonio recolectado por el CDH, Lorena Roca, madre de Dave, cuenta que recibió una llamada en la que le avisaban que los militares habían detenido a su hijo. Ella fue al lugar y vio que los militares estaban haciendo un allanamiento, se acercó y les preguntó ¿por qué se lo llevan?. Ella con desesperación narra lo ocurrido :

 “Entonces el militar con el fusil me hace para un lado, me empuja, me dice que me abra,  que me abra, y que si no me abría me iba también a llevar a mí. Entonces yo con el temor, avancé a ver a mi hijo, porque él alza su cabeza, yo quería seguir preguntando, pero como habían muchos militares, alrededor de catorce; eran dos camionetas en una camioneta estaba un chico, y en otra estaba Dave y Juan Manuel”

Ella y su esposo siguieron a los militares hacia una zona llamada “la Polvareda”, en un camino largo de palmas africanas, ella vio al chico que tenían en la primera camioneta: 

“lo vi sin ropa, corriendo, entonces yo dije: ¡Dios, les han pegado y los dejaron!. Cuando el chico, con vergüenza, se tapa con sus manos. Mi esposo se acerca y le pregunta: ¿dónde están los otros?. Él responde: nos pegaron y a los otros también se los llevaron”.

Jazmín Bermeo, abogada de la familia de Dave Loor, en una entrevista con Ingobernables, cuenta que el chico al que lograron ver desnudo les dijo que los militares los tenían más arriba y los estaban torturando al fondo del monte “al fondo están y ya les rompieron los dedos”

Vieron las camionetas parqueadas y dos chicos sumamente golpeados, pero ninguno era su hijo y su amigo. Esa misma noche, los militares allanaron su casa, se llevaron varias cosas y rompieron las cámaras. Desde esa noche, no ha vuelto a ver a su hijo, Dave, y a su amigo, Juan Daniel.

En un reportaje para el medio local Voces, del 29 de agosto de 2024, tres días después de la desaparición, el Capitán de las Fuerzas Armadas, Cristian Chuga, negó la participación de militares y dijo:

“Yo afirmo que la patrulla a mi mando que está aquí, en Ventanas, no ha cometido esa actividad. Sin embargo, ese personal que sale en el video, no puedo yo dar un juicio de valor y determinar si es un personal de otras unidades o civiles vestidos de militares”.

La familia de Dave presentó una demanda de Hábeas Corpus, pero esta se suspendió varias veces, retrasando la búsqueda. Según el abogado de la familia, Kevin Villagrán, a pesar de que existe el video y pruebas de que los militares detuvieron a los chicos, la Fiscalía empezó a investigar el caso como “desaparición involuntaria” y no como “desaparición forzada”. Lo que generó que las instituciones estatales no brinden información y tampoco sean investigadas por la desaparición. Según la CDH, el caso ahora ya se está investigando como “desaparición forzada”.

En un comunicado el CDH y la Alianza de Organizaciones de Derechos Humanos, expresaron que “Los dos jóvenes de Los Ríos llevan doce días desaparecidos. Fueron aprehendidos por varias personas uniformadas y armadas que se trasladaban en dos camionetas, a plena luz del día, durante la vigencia de un estado de excepción y movilización de las fuerzas armadas en su provincia. La respuesta del Estado no puede nunca ser el silencio”

La familia del otro chico, Juan Daniel Santillán, no ha presentado una denuncia por miedo a represalias. Según el Comité Permanente de Derechos Humanos de Guayaquil, CDH.

  Al igual que los dos jóvenes, en esta provincia hay tres casos más de desaparición. Uno de ellos es de un menor de edad. En total, en los Ríos hay cinco casos de desaparición donde participan miembros de las Fuerzas Pública.

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Neivi Mina Quiñónez, de 18 años y Ariel Cheme, de 19 años, Esmeraldas

Los dos jóvenes fueron detenidos por militares en Esmeraldas el 17 de julio de 2024. Su tío denunció que los militares los torturaron y luego los ejecutaron. En un video del medio local Saeta Tv el familiar pide la respuesta de las autoridades y les pide que reconozcan “sí, es verdad se les pasó la mano, el cuerpo de los chicos que fueron muertos no aguantaron la tortura y por eso murieron y eso se llama crimen de Estado”  Días después de que fueron detenidos por los militares,  los jóvenes aparecieron muertos y calcinados en Rioverde en el recinto Cabuyal, aproximadamente a 37 kilómetros de la ciudad de Esmeraldas.

Esto coincide con la forma en la que los 4 niños de las Malvinas fueron encontrados calcinados.

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Carlos Javier Vega, 19 años, Guayas

Miembros de la Armada dispararon a Javier y a su primo argumentando que eran “terroristas” durante un operativo en estado de excepción, decretado por Daniel Noboa, en el barrio Cuba, al sur de Guayaquil.

El 2 de febrero, Javier estaba con su primo Eduardo en su carro camino a vender un cachorro pitbull a un amigo, cuando los militares realizaban un operativo en la carretera y detuvieron el auto. Eduardo intentó dar vuelta para alejarse del lugar, pero los militares comenzaron a disparar.  4 disparos de un fusil militar mataron a Javier, un joven que no tenía antecedentes penales, ayudaba a sus padres en la panadería y tocaba el bajo en una banda de su iglesia.

La muerte de Javier fue la primera muerte, que involucra a militares, en hacerse pública desde que se declaró el “conflicto armado interno”. Sobre su historia hay varios reportajes escritos que realizan un recuento profundo de lo sucedido: “Disparos de la armada. La doble muerte de Carlos Javier Vega, escrito por la periodista Karol Noroña, en la Barra Espaciadora;  “el caso de Javier Vega, explicado” del medio digital GK, entre otros.

Un marino se encuentra procesado por la muerte de Javier como “extralimitación en la ejecución de un acto de servicio” y no como ejecución extrajudicial.

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Sarita Murillo, 35 años, Esmeraldas.

Sarita estaba dentro de la casa rezando la novena, el 3 de diciembre de 2024. Un escuadrón de militares en varias camionetas pasaron por el barrio El Palmar, un barrio empobrecido de Esmeraldas y realizaron una ráfaga de disparos. Una de las balas impactó a Sarita y la mató. En una transmisión Facebook una familiar de Sarita transmite lo ocurrido, su voz se escucha mientras camina por el barrio de calles de tierra:  “acabaron con la vida de mi prima hermana dentro de su casa”, dice.

La voz continúa narrando. Se miran varios militares armados y una camioneta militar detenida. Es de noche y las personas del barrio reclaman a los militares que permanecen firmes y armados. Se observan también policías que caminan. La cámara llega a la casa y en el piso se observa sangre y un cuerpo cubierto por una sábana de flores.

Tv Digital de Esmeraldas un medio local, reportó que “Según versiones de moradores del sector, militares realizaban una persecución y habrían realizado disparos, lamentablemente un proyectil le impactó a esta madre de familia de 6 hijos, mientras se encontraba en su casa”

En otro video  se mira cómo las personas graban las placas del auto militar, la placa dice: FE-20-1232

Sarita era madre de 6 niños menores de edad, que quedaron huérfanos.

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Jairo Damián Tapia Álavarez, 16 años, y Justin Elian Álvarez,  17 años, Babahoyo

Según el testimonio de la madre de Jairo, el 03 de septiembre, a las 5 de la mañana, miembros de las Fuerzas Armadas ingresaron a su casa y se lo llevaron junto a su sobrino. En la denuncia realizada en Fiscalía la madre cuenta que los militares les dijeron que “se los llevaban para investigación” y que en una hora “vaya a verlos al Comando de la Policía.”

Desde ese día, los dos menores de edad están desaparecidos. El caso se investiga como “desaparición involuntaria”, a pesar que están involucrados miembros de las Fuerzas Armadas.

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Oswaldo Mauricio Morales Santana, Cantón El Empalme,  23 años

Desapareció el 25 de abril del 2024, después de ser detenido por militares. Su desaparición se está investigando como desaparición involuntaria.

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Dalton Oswaldo Ruiz Tapia, Babahoyo, 35 años.

Desapareció el 20 de octubre de 2024, después de ser detenido por militares. Su desaparición se está investigando como desaparición involuntaria, y el Habeas Corpus está en proceso.

Fuente: Fiscalía/ CDH/ HRW

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Graves violaciones a derechos humanos

Estos no son los únicos nombres. Human Right Watch, HRW, organización internacional de Derechos Humanos, en noviembre de 2024, realizó una visita a Ecuador, para verificar las graves violaciones a los Derechos Humanos desde que se decretó el “conflicto armado interno”. Según la organización, con datos recogidos de la Fiscalía, desde que inició el estado de excepción decretado por el gobierno de Daniel Noboa, en enero de 2024 se registran:

  • 9 casos de desaparición forzada
  • 15 denuncias por ejecuciones extra judiciales se encuentran en la Fiscalía. Es decir, 15 personas que presuntamente fueron asesinadas por miembros de la Policía o las Fuerzas Armadas.
  • 145 investigaciones abiertas por extralimitaciones de la fuerza. Es decir que militares golpearon a personas detenidas siendo inocentes.
  • Más de 80 casos de tortura ejercida por personal de la Fuerza Pública

La mayoría de los casos son de jóvenes, de barrios empobrecidos, varios afrodescendientes y ocurren en las provincias de Esmeraldas, Guayas, Manabí y Los Ríos.

Juanita Goebertus, Directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, después de su visita dijo que “Lo más preocupante es que la respuesta del gobierno de Noboa no solo que no ha sido efectiva en contrarrestar el crimen organizado, sino profundamente  violatoria de derechos humanos”

En mayo de 2024, la organización envió una carta al gobierno de Noboa sobre el “Conflicto armado interno” y violaciones de derechos humanos en Ecuador en la que le dice que “Las violaciones de derechos incluyen una aparente ejecución extrajudicial, varias detenciones arbitrarias y casos de malos tratos en prisión, que en algunos casos pueden constituir tortura. Nuestras investigaciones indican que podrían haberse cometido muchas más violaciones de derechos humanos desde que se anunció un conflicto armado”.

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