Rosa Wila

El canto de la memoria afrodescendiente

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Por: Diana Ante @d_ante20

foto de portada: Pepe Avilés tomada del libro «¡Verde, pintón y maduro!

 

 

 Publicado 05 de junio del 2024

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Rosa Wila Valencia o Rosita, como se la conoce de cariño, ha aportado durante años a la difusión de la cultura esmeraldeña a nivel local e internacional, a través de la marimba, los los arrullos, los chigualos, las décimas  y los alabaos.

En el proyecto “La Visión del Monte” junto al artista ecuatoriano alemán Simón Speiser, me acerqué a las historias de la tradición oral afro y al trabajo de Rosa Wila que formó parte de la exposición. Aunque el resultado del proyecto provoca una enorme fascinación por el aporte cultural de Rosita, también nos dejó una frustración al ver como esta artista fundamental para la memoria afrodescendiente de Ecuador, perdió la voz y la movilidad después de una enfermedad. Este texto busca visibilizar su aporte y motivar la solidaridad.

Taller de música afroesmeraldeña con Rosa Wila – Casal Català de Guayaquil

 

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La carrera artística de Rosa Wila Valencia empezó de forma autodidacta en su pueblo natal Punta de Piedra ubicado en Borbón. Desde niña aprendió a cantar arrullos cuando escuchaba a su mamá, Juana Valencia, y a su abuela.

Su voz potente y llena de orgullo por el folclor esmeraldeño permitió a Rosa interpretar marimbas, arrullos, alabaos, chigualos y décimas, que son parte de la memoria oral y la cosmovisión del pueblo afrodescendiente. Así formó su primer grupo musical llamado “Unión y Lucha”.

En 1982, el nombre de su grupo cambió a “La Voz del Niño Dios”, este nombre se debe a la celebración del niño Dios, que se festeja en diciembre. Este grupo nació en un concurso de arrullos y chigualos organizado por el Banco Central de Ecuador. Lamentablemente, este tipo de eventos, a los que las personas se daban cita para deleitarse con arrullos y chigualos, se dejaron de organizar por falta de recursos económicos. Ante la idea de perder estos espacios, Rosa Wila decidió tomar las riendas del grupo “La Voz del Niño Dios”.

Publicación del Grupo de voz del Niño Dios en casa de Rosa Wila. Foto: Diana Ante

En las tradiciones afro esmeraldeñas, los chigualos y los alabaos son parte de ritos fúnebres. En el caso de los chigualos, son cantos a los niños recién nacidos cuando mueren, no con la intención de lamentar el fallecimiento sino más bien celebrar su partida a los cielos. En cambio, los alabaos son cantos funerarios para los adultos, que se interpretan a capella sin ningún tipo de instrumento. A pesar de que Rosita Wila podía interpretarlos, en varias entrevistas manifestó, que los alabaos son muy tristes y le recordaban  a sus muertos.

En su trayectoria artística, Rosa ha compartido escenario con importantes músicos afro esmeraldeños como Papá Roncón, Petita Palma, Tierra Negra y el grupo Jolgorio Internacional, de Santiago Mosquera.

Su voz la llevó a recorrer varios escenarios alrededor del mundo. Ha visitado Estados Unidos,Venezuela, Chile, Colombia, Perú y Nicaragua; y en Europa: Suiza, Francia y Alemania. En estos lugares ha dado a conocer la potencia de la música originaria del Ecuador, los cantos negros de sus ancestros, de su verde tierra: la provincia de Esmeraldas.

Entre sus reconocimientos destacan la Marimba de Oro, otorgada en el 2011 por la Casa de la Cultura de Esmeraldas por su trayectoria y difusión de la cultura afrodescendiente.Además, en 2016, trabajó en coordinación con el norteamericano Jud Wellington y con el cantante Benjamín Vanegas del Grupo Taribo en la obra “Un arrullo pa’ Rosita”, que recopila sus arrullos, alabaos y chigualos. Wila dictó uno a uno sus versos para el disco.

Wila cuenta con alrededor de 200 arrullos que solo están guardados en su memoria. Por eso, otro proyecto que se pensó con Jud Wellington, consistía en registrar todas las letras de sus canciones. Por lo que antes de su enfermedad, Rosa dictó una a una todas las letras de sus canciones, pero hasta ahora, no hay noticias de él y ese proyecto.

Actualmente, la ciudad y provincia de Esmeraldas, ubicada al norte del Ecuador, atraviesa un contexto de graves conflictos, de racismo, desplazamiento de pueblos originarios, extracción de recursos naturales y, recientemente, un auge de violencia provocada por las bandas narco delictivas. A pesar de la situación de la ciudad, Rosa Wila luchó por muchos años para preservar la tradición afro esmeraldeña haciendo frente, a través de su activismo cultural, al racismo y al machismo, en un país que mantiene una deuda histórica con la cultura del pueblo afrodescendiente.

En el 2021, la cantautora de 86 años sufrió un derrame que le paralizó el lado derecho del cuerpo y que, además, le quitó la voz, con lo cual perdió su principal fuente de ingresos. Esta condición la alejó de los escenarios, al ya no poder cantar ni caminar. En palabras de su hija, Yuli Cuero Mina “ella quiere hablar, pero no puede”. Sin embargo, ella no deja de soñar en fundar una escuela de marimba para dejar un legado a los niños y jóvenes que gustan de la música afro.

Desde hace 30 años, la artista vive en Esmeraldas, en el sector Santa Martha 1, ubicado en las riberas del río Esmeraldas. En el auge de los conflictos que vivió Esmeraldas en el 2023, este sector enfrentó balaceras, que pusieron en riesgo la vida de Rosa Wila y su familia.

Rosa Wila durante presentación. Foto: archivo

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 “Visión del Monte” del artista Simón Speiser con música de Rosa Wila

 Durante los meses de febrero y marzo de 2023, trabajé recopilando historias de la tradición oral de Esmeraldas para el proyecto “Visión del Monte” del artista ecuatoriano alemán Simón Speiser, cuyo trabajo artístico combina la escritura, la escultura, el tejido, la impresión, el video y las instalaciones de realidad virtual. 

El artista exhibió por primera vez su obra en Guayaquil, en agosto de 2023, en la galería Casa del Barrio. Según Ivanna Santorro, curadora en esta obra, “el artista conjuga los límites de las disciplinas, muestra los alcances del intercambio y de la exploración recíproca entre memoria, oralidad y tecnología; desarrolla la capacidad inmanente de ficcionalizar con gran hondura las nociones de tiempo y espacio”.

La Visión del Monte fue una exposición compuesta de dibujos de lápiz, fotografías y una escultura de luz mecatrónica que simula la luz dentro de un bosque tropical, que narraba cuentos inspirados en las historias de la tradición oral esmeraldeña.

 

 

Para este proyecto, el artista apostó por usar la música de Rosita Wila en su obra por su aporte a la cultura esmeraldeña. En palabras de Simón, “fue un gran honor trabajar con la música de Rosita y conocerla personalmente. De verdad, fue muy interesante conocerla y conocer la importancia de ella en la cultura esmeraldeña, por lo cual fue motivación también de usar la música de ella en la obra “La Visión del Monte” de los espíritus de la selva esmeraldeña”. La voz de Rosa Wila acompaña el cuento de La Tunda y plantea su relectura;  no como ese personaje terror conocido por hacerte perder en la selva, sino más bien como un espíritu que te cuida. De hecho, autores como Ibsen Hernández Valencia en su libro “Te daré una Tunda ” explica que el mito de la Tunda necesita ser repensado para leer la historia de lucha del pueblo afrodescendiente. Además que, “el mito de la Tunda devela las capas del coloniaje para descubrir bajo ellas los significados ocultos y políticos de lo que los esclavizados se decían y dejaban como herencia oral para el futuro”

Durante la visita del artista en Esmeraldas, fuimos a la casa de Rosa Wila, en donde nos esperaban dos de sus hijas y sus nietos. Al llegar, la familia nos recibió con mucho cariño y rápidamente prepararon el espacio más cómodo de la casa para conversar con ella.

Visita a la casa de Rosa Wila con el artista Simón Speiser. Foto: Diana Ante

Simón y yo hablamos del proyecto a su familia y lo importante que era tener su música en él.

Rosa permaneció todo el tiempo en una silla, sus familiares le hacían señas para presentarnos y avisarle de nuestra llegada.

Las paredes de su casa estaban llenas de fotos de ella, sus hijos, nietos, otras de sus presentaciones con el grupo “La voz del Niño Dios”, diplomas, certificados y un sin número de reconocimientos a su labor cultural. Además, había una pequeña vitrina llena de medallas, piezas de santos, figuras decorativas de marimba y otros premios que ha recibido. Enseguida, su familia conectó un parlante en donde sonaban sus canciones en colaboración con el grupo Taribó. Al oír la música Rosita, que no puede hablar ni caminar, movía sus manos al son de la música. Fue muy emotivo ver a sus familias y nietos disfrutar de ese momento. En la actualidad, ninguno de sus familiares se dedica a la música; sin embargo, su nieto Joymar de 10 años ha heredado el gusto por la música afro. Con mucha ilusión contó las veces que acompañó a su abuela a conciertos para hacer coro en sus presentaciones. Desde que su abuela enfermó, él ha dejado de participar en actividades culturales. Desde ya puedo ver en él a un gran artista, si tiene el apoyo necesario.

Para el proyecto, queríamos sacar tomas para usarlas en el catálogo del proyecto. Para ese día, había pedido ayuda a una amiga que tiene cámara profesional, pero justo ese momento ella no podía, Así que durante la visita a Rosa Wila, me ausenté un momento para buscar un fotógrafo profesional de los que se encuentran en el “Parque 20 de marzo” más conocido como parque central de Esmeraldas, al comentarles que teníamos que ir hasta Santa Martha ninguno quiso ir, por ser considerado un sector peligroso; desconociendo que en ese sector estigmatizado hay gente buena y talentosa como Rosa Wila y su familia.

Aunque Simón y yo la pasamos bien ese día, salimos de ahí sintiendo que debíamos hacer algo más por ella y este artículo forma parte de ese reconocimiento a una abuela como Rosita Wila que es memoria viva, que es una parte indispensable de nuestra cultura afrodescendiente.

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Ayudemos a Rosa Wila

Antes de la publicación de este artículo, volví a la casa de Rosa para revisarlo con sus familiares y con ella. A pesar de su condición, Rosa escuchó la lectura del texto y confirmaba con la cabeza algunos datos que yo decía. De esta visita, resultó la iniciativa para ayudar en su recuperación:

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Cuadro collage de fotografías en casa de Rosa WIla. Foto: Diana Ante

Puedes ayudar de dos formas:

Transferencias a la cuenta de su familia a nombre de:

Gibráhan Colobon Jurado

Banco Pichincha: 2209017273

O donación que las puedes entregar en Quito,  oficinas de Wambra Medio Comunitario, ubicado en las calles: Juan Larrea  N13-156 y Arenas

-Protectores de cama marca Prudential

-Pañales Prudential talla G

Medicamentos como:

Carvedilol Via Oral

Simvastatina 40mg tabletas

Amlodipino 10mg tabletas

Triderm Crema 30g

Raquiferol. Vitamina

Guantes de vinilo

 

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Chigualo “Adiós Niñito”

Rosa Wila Valencia (video: SÚMA Laboratorio Cultural)