Abelardo Vega Caisaguano: las manos solidarias del Mercado Mayorista
Por: Equipo de redacción @wambraec
Ilustración: Pepita Machado Arévalo
Abelardo migró a Quito desde el campo junto a su familia hace 18 años, comenzó a trabajar de a poco y consiguió su primer puesto como triciclero en la Asociación Vencedores de Pichincha en el Mercado Mayorista, en el sur de Quito, con la ayuda de su cuñado, Julio Cuyo. Después de varios años de trabajo, Abelardo compró el puesto en el mercado para comercializar uvas, manzanas y peras. De las frutas que vendía, la que más le gustaba era la manzana verde. Sus jornadas de trabajo iniciaban a la una de la mañana y terminaban al medio día.
Abelardo nació en la comunidad Tigua-Yahuartoa, de la parroquia Guangaje, cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi, y a una hora de camino, en Zumbahua, conoció a su esposa Fabiola Millingalle. Cuando falleció, Abelardo tenía 41 años y vivía en la misma casa con su esposa, su hijo e hija, su yerno y dos nietas. Su hijo, Wilmer Vega, lo recuerda como un hombre de principios, siempre dispuesto a dar un consejo y dedicado a la familia.
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Cuando el gobierno de Lenín Moreno anunció las medidas económicas, que incluyeron el decreto 883, de eliminación del subsidio a la gasolina extra y diesel, Abelardo y su familia sabían que esto perjudicaría su economía. Wilmer, hijo de Abelardo, lo cuenta así:
– Nosotros tenemos carros y las medidas económicas nos afectaban. Si subía la gasolina, subían las frutas. Cuando suben los precios de los productos la gente ya no quiere pagar, y si los productos se quedan es una pérdida para nosotros.
Wilmer explica que para un vendedor de fruta esto significa que su sustento se pudre y ya no se puede recuperar, pero no solo eso, según Wilmer, sentían que las medidas económicas del presidente ponían en riesgo también su permanencia en la universidad. Todas estas razones motivaron su padre a apoyar a las protestas.
Don Julio Cuyo, quien era cuñado de Abelardo, pero tenía una relación de padre e hijo con él, recuerda que cuando supieron que las bases del movimiento indígena de la sierra ecuatoriana se movilizarían hasta Quito, organizaron con Abelardo la donación de alimentos para el Paro Nacional. Don Julio recuerda la conversación con Abelardo así:
–Usted sabe que la gente viene de la comunidad, viene caminando, tiene mucha sed, hambre, entonces todo eso. Mi cuñado, que en paz descanse, el día martes 8 de octubre, como él era una persona bien colaboradora, bien apoyador para todos; entonces me conversé con él porque tenía unas frutas y le digo: “compa, viene la gente de allá, ¿qué me vas a dar para la gente que viene?”.
Así lo hicieron. Don Julio llenó su carro de provisiones y las entregó a las y los manifestantes en la Casa de la Cultura, uno de los lugares de acogida del movimiento indígena. Abelardo, por su parte, reunió tres camionetas más con alimentos.
–Desde mucho antes nosotros colaborábamos. Cuando venía mi suegro en el Paro contra Jamil Mahuad, siempre nosotros esperábamos aquí, hemos colaborado y siempre hemos ayudado –recuerda Don Julio.
Todos los días buscaron la forma de llevar los alimentos desde el Mercado Mayorista, al sur de Quito, hasta la Casa de la Cultura, al norte, y a otros centros de acopio que se instalaron en distintas universidades. Su carro llevaba un cartel que decía: «ayuda para nuestros hermanos indígenas». Esto también implicó riesgos, en el camino se encontraron con obstáculos, y una vez en los lugares de concentración, vivieron la represión. Wilmer Vega, hijo de Abelardo, recuerda:
–Yo también le acompañaba. En las manifestaciones cuando lanzaban los gases lacrimógenos, tocaba esconderse, era un caos allá. Salíamos temprano y estábamos allá a las once de la mañana, ya íbamos comidos, regresábamos a eso de las cuatro, cinco de la tarde.
Así lo hicieron todos los días, hasta el sábado 12 de octubre, penúltimo día del Paro, cuando ocurrió la tragedia.
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El sábado, 12 de octubre del 2019, el Mercado Mayorista cerró sus puertas; algunos de los comerciantes se unieron a la protesta y obstaculizaron las calles de acceso al mercado.
– Queríamos cerrar el mercado porque el presidente no hacía caso a las manifestaciones. (…) El mercado en esos días estaba vacío y es ahí cuando uno como vendedor y los demás también vieron que ya no había gente. Decidimos cerrar el mercado y empezamos a hacer Paro, eso sí fue decisión de todos. – Dice Wilmer Vega, quien también participó en las protestas.
A las cinco de la mañana estaba bloqueado el acceso al mercado por la Av. Teniente Hugo Ortiz y por la Av. Simón Bolívar, esta vez Abelardo no pudo avanzar hasta la Casa de la Cultura. Según Wilmer, su padre estaba retornando a casa cuando se registra un enfrentamiento de policías y militares contra los manifestantes. La Policía lanzó gas lacrimógeno nublando por completo las calles. En ese momento, 05h40 de la mañana, cuando todavía el sol del amanecer no alumbraba completamente, a la altura del antiguo registro civil de Turubamba, un vehículo que circulaba en sentido sur norte atropelló a Abelardo. Los testigos no pudieron identificar si se trataba o no de un vehículo policial, militar o civil. El conductor no se detuvo, continuó su marcha y se perdió en la humareda y oscuridad de la madrugada quiteña.
A Don Julio Cuyo se le quiebra la voz al recordar a su compañero:
–Usted no se imagina lo que perdimos, es un dolor grande para nosotros, demasiado, no soportamos ahorita el dolor. Él luchó por la vida, por el pueblo, y lo perdimos.
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Abelardo fue trasladado al Hospital Enrique Garcés, donde se confirmó su fallecimiento. La Alianza de Organizaciones de Derechos Humanos, en su informe sobre violaciones de derechos humanos durante el Paro Nacional, sostiene que su muerte se habría producido por “el arrollamiento de un vehículo de la policía”. Freddy Carrión, Defensor del Pueblo, en una entrevista con Wambra, sobre la muerte de Abelardo dijo: “ahí teníamos una discrepancia con la Ministra de Gobierno que decía que había fallecido por situaciones distintas a las de la protesta social. Nosotros la registramos porque de parte de los mismos familiares atribuyen la responsabilidad directa a la Policía. Entonces, la registramos como víctima pero la Comisión de la Verdad será la que determine”. El Defensor se refiere a la Comisión Especial para la Verdad y Justicia, creada por la Defensoría del Pueblo que está investigando las violaciones a los derechos humanos ocurridos durante el Paro Nacional en octubre.
En el servicio de consulta de denuncias de la Fiscalía figura una demanda por la muerte de Abelardo contra una persona particular, por lo que la responsabilidad del atropellamiento está aún en investigación. Mientras tanto, Don Julio y Wilmer continúan trabajando en el Mercado Mayorista. Wilmer asumió la labor de su padre en la venta de frutas, para poder subsistir y pagar todas las cuentas familiares. Él quiere que la muerte de su padre no sea en vano
–Salía a protestar por un derecho, por algo que saben bien que vulneraba a todos y que nos den también una solución, que nos ayuden porque perder a un padre es un dolor muy grande, que las próximas tomen decisiones correctas, que vean primero en las gentes que son de clase baja y que son del campo –dice Wilmer, como si se imaginara que frente a él estuvieran las autoridades del gobierno nacional.
Fuentes:
Entrevistas realizadas a Julio Cuyo y Wilmer Vega, por Wambra Medio Digital Comunitario.
Redacción El Comercio. “Abelardo Vega, muerto en el contexto de las protestas, era un
trabajador querido en el Mercado Mayorista de Quito”. (2019, noviembre 21). El Comercio. Recuperado de https://www.elcomercio.com/actualidad/muerte-abelardo-vega-protestas-quito.html
Alianza de Organizaciones de Derechos Humanos conformada la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), Organización Surkuna, Fundación Idea Dignidad, Organización Amazon Frontlines. (2019). Informe de verificación sobre DDHH durante el paro nacional y levantamiento indígena. Recuperado de
